Huelva

Los hortelanos retoman su actividad en las parcelas del Parque Moret en Huelva

  • Los huertos están llenos de hierbas y se han perdido las cosechas al no poder recogerlas a tiempo. Ahora preparan la tierra y retiran plantas y los frutos que se echaron a perder  

Hortelanos trabajan en sus parcelas en el Parque Moret en Huelva.

Hortelanos trabajan en sus parcelas en el Parque Moret en Huelva. / Alberto Domínguez (Huelva)

La actividad vuelve a los huertos del Parque Moret. A lo largo de la mañana fueron llegando los hortelanos al espacio habilitado para el cultivo de la tierra, justo al lado del centro de recepción del Pulmón Verde de Huelva. Todos ellos mostraron su satisfacción de poder retomar los trabajos agrarios en sus pequeñas parcelas, un hobby que aseguran “nos da la vida”.

El delegado de los huertos, Fidel de la Rosa, destaca que “aquí, contaminación no hay ninguna, aquí es todo ecológico”, a lo que añade que se cumplen las medidas de seguridad, “uno está en su parcela, retirado unos cinco o seis metros del otro, estamos estupendamente, más sano que esto no hay nada”.

Por delante tienen los hortelanos mucho trabajo para poner en condiciones sus respectivos huertos. Hay que quitar las hierbas, retirar cosechas que se han echado a perder, preparar la tierra y volver a sembrar para la “cosecha de verano”.

Para ir a los huertos se han establecido turnos por días y horas, de manera que dependiendo de que la parcela sea número par o impar pueden ir un día u otro, con el objetivo de limitar el número de hortelanos en cada jornada. Estos tienen que estar el tiempo imprescindible para cosechar y realizar labores fundamentales. El horario de apertura es de nueve de mañana a dos de la tarde, y van llegando de forma escalonada. Hay 51 hortelanos.

El delegado de los huertos llegó a su parcela “con unas ganas grandísimas”. Comenta que “llevábamos un montón de días sin venir y los huertos están todos abandonados”. Apunta que “tenía que haber guisantes y cebollas sembrados y la cosecha se ha estropeado”.

Señala que “a primeros de mayo tenía que haber recogido los guisantes, habas y cebollas y haber plantado a final de abril las plantas de verano, y ahora hay que hacer trasplantes”. Manifiesta que ya tenía que haber sembrado pimientos, tomates, berenjenas y calabacines.

Resalta que “está todo lleno de hierbas, ahora te tienes que pegar una paliza para dejar el huerto en orden”. Tenía previsto coger “entre diez y quince kilos de guisantes, pero no se han podido coger y se han perdido”, al igual que las habas, “a ver si tengo suerte y puedo sacar algunas patatas”.

Francisco Moreno es consciente de que hay mucho trabajo por delante, “necesitamos más tiempo para poner el huerto al día”. Tenía plantado remolachas, cebollas, habas, fresas y guisantes, que se tenían que haber recogido en su día y se “echó todo a perder”.

José María Amador estaba preocupado por cómo se iba a encontrar su huerto, “están de hierbas hasta arriba, ponerlos bien nos va a llevar unos pocos días pero lo conseguiremos”. Recuerda que “antes de la pandemia planté judías verdes, tomates, pimientos, calabacín y pepinos”.

Para José María Harriero estar en el huerto “es un relax” y además “me permite estar más activo, lo he echado mucho de menos”. Asegura que económicamente el huerto “cuesta, sale caro, no sale barato”. Incide en que “en Huelva no hay suministros de invernadero, los tenemos que buscar en San Juan, Trigueros, Aljaraque y Gibraleón. Aquí no hay ningún establecimiento que se dedique a semilleros, tenemos que buscar las plantas en las localidades de alrededor”.

Harriero subraya que “nos cuesta dinero pero sabemos que los productos que comemos son totalmente distintos”.

En su caso, tiene que recoger patatas, “que tenía que haberlas recogido a principios de abril, y alguna remolacha”. Las habas “ya no sirven”, así que “para el semillero de la temporada que viene”. Ahora va a sembrar tomates, calabacines, judías, pimientos, berenjenas, calabazas... “Estaba pendiente de ello, tenía sembrado unos semilleros pero ya no valen, en casa tengo otros y los voy a traer de casa”.

“Dónde voy a estar mejor que aquí”, dice Gonzalo León, “esto es un hobby y estoy activo”. Los días encerrado en casa debido al estado de alarma decretado por el coronavirus “los he llevado fatal”. Estaba acostumbrado “a echar un ratito en el huerto de lunes a viernes”, por lo que está “contento” de poder regresar.

Tras este largo paréntesis, ha comenzado a quitar las hierbas, “se me han estropeado las patatas, las lechugas, tomates y todo lo de riego, la lluvia ha ayudado pero no lo suficiente, las lechugas se han espigado, y las fresas se pudrieron, no dio tiempo de recogerlas”.

Remarca que, además, con el estado de alarma no pudo terminar de plantar y se le secaron los plantones.

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