El contrato social entre el sanitario y el paciente está roto. Así lo exponen a este diario desde el Sindicato Médico de Huelva, cuyo vocal de Atención Primaria, Joaquín González, alerta de un "probable" aumento de la agresividad en los centros de salud durante los meses de verano, una percepción compartida también por Satse Huelva, CSIF, UGT y CCOO.
Los datos recogidos por este diario reflejan que entre enero y marzo de este año hasta 18 profesionales sanitarios de la Primaria de Huelva han sido agredidos. O lo que es lo mismo, cada cinco días un sanitario sufre un ataque, ya sea físico o verbal.
Para el responsable de Sanidad de CSIF, César Cercadillo, el aumento de las agresiones es consecuencia del "colapso" existente en la Atención Primaria, lo cual se traduce en "una mayor crispación social". De ahí que exija entre otras cuestiones, más plantilla, más personal de vigilancia, cambios normativos para combatir este tipo de conductas, mejor adaptación de los lugares de trabajo para que sean más seguros ante las agresiones, así como más campañas de sensibilización.
Del mismo modo, advierte de que el período estival "puede aumentar los ataques" sobre los profesionales, pues los municipios costeros aumentan considerablemente su población y, sin embargo, "se reducen los efectivos en los centros de salud por las vacaciones que no se cubren". Es decir, "mayor es la asfixia de la Primaria", resume.
Con el verano a la vuelta de la esquina, "las elevadas temperaturas previstas, la escasez de sustituciones durante las vacaciones, el gran incremento de población en las zonas costeras, y las altísimas demoras", hacen pensar a CCOO, al igual que al resto de sindicatos, "que puedan aumentar los ataques". Por ello, CCOO exige que "no se sea cicatero y miserable y se invierta en seguridad", y en concreto en la dotación de todos los centros, "especialmente de los más afectados por las agresiones, de vigilancia permanente de seguridad, no ya tanto para poder contar con una intervención protectora inmediata que también, sino por el efecto disuasorio que tiene".
Por su parte, el secretario del sector sociosanitario de UGT, Jesús Tormo, opina que en los centros de salud de la costa "decae la calidad asistencial" durante el verano, "pues por vacaciones, hay puestos de trabajo de personal que no se cubren". Prevé así un incremento de la crispación social.
A este respecto, Tormo subraya que "las medidas de mayor seguridad que estamos solicitando tanto en materia de vigilancia privada como en las de mantenimiento al menos del número de profesionales para que no aumenten los tiempos de espera en la atención médica, enfermera, y social, no encuentran el eco necesario por parte de las Administración para eliminar este temor a las agresiones al personal y las instalaciones de atención primaria". Asimismo, pone de manifiesto la importancia de otras medidas contra los agresores que "les hagan pensar dos veces a personas con este perfil las consecuencias antes de agredir".
El secretario provincial de Satse, Antonio Botello, reconoce la preocupación de las enfermeras ante el "riesgo" previsto en las zonas de playas, "donde aumentará la población y, por ende, tenemos más comportamientos conflictivos". En definitiva, concluye, "las medidas no satisfacen las necesidades existentes en los centros de salud, da igual que sea verano que invierno: tenemos un problema".
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