Huelva recobra la normalidad tras más de cinco horas sin luz ni conexión a Internet: "Lo peor ha sido el estrés en el trabajo"

Alrededor de las 17:33 regresaba al fin la cobertura a los móviles, la luz a los comercios y el ansiado Internet a los dispositivos portátiles

La luz regresa en algunos barrios de Huelva tras varias horas de apagón

Ambiente en los bares de Huelva este lunes.
Ambiente en los bares de Huelva este lunes. / Josué Correa / Alberto Domínguez

Una jornada histórica. Los onubenses recordarán el 28 de abril como uno de los días más caóticos de los últimos años debido a la caída repentina de la red eléctrica que mantenía desconectada a la ciudadanía durante más de cinco largas horas. Y encima, un lunes.

Alrededor de las 17:33 regresaba al fin la cobertura a los móviles, la luz a los comercios y el ansiado Internet a los dispositivos portátiles. Después de que a mediodía las calles de la ciudad se quedaran completamente desérticas ante la situación de incertidumbre y de que los establecimientos -aquellos que se mantuvieron abiertos- se colapsaran de clientes en busca de provisiones, la capital recuperaba la calma entrada la tarde.

"Nosotras hemos aprovechado para ir a la tienda a comprar agua y pan. No sabíamos cuánto tardaría en regresar la luz pero teniendo ambas cosas, se puede salir adelante", comentaban dos señoras agarradas del brazo mientras paseaban por la calle San Sebastián. Una de ellas, a la que no parecía importarle el hecho de que el mundo se quedara sin electricidad, confesaba que "había vivido un día tranquilo, aunque me había levantado temprano para cocinar y al final tuve que comer ensalada", confesaba con sonrisa amarga. Su amiga, que la miraba asintiendo, confesaba que para ella el almuerzo "había sido el único inconveniente, ya que por lo demás, lo he vivido muy tranquilamente, porque a mí no me gusta la idea de estar todo el día con el móvil en la mano. Prefiero conversar y pasear. Algo que hoy he hecho manera tranquila, como un día más".

Muy cerca de ellas, sentada en un banco con su ordenador sobre las rodillas, una onubense aprovechaba los primeros minutos de regreso a Internet para adelantar las horas de trabajo perdido. "Yo teletrabajo y la verdad es que la jornada me la ha partido. He tenido que conectarme a Internet a través del móvil, que iba a pedales y bueno... te puedes imaginar el estrés. Ahora que por fin hay línea, estoy adelantando todo lo que no he hecho por la mañana y la jornada se está volviendo interminable", aseguraba con la mirada cansada.

Cerca de ella, otra trabajadora de la administración andaluza la observaba frunciendo el ceño: "Yo tuve que interrumpir el teletrabajo y no me importó. Mañana será otro día. Lo que sí he echado de menos ha sido mi café de media mañana, que sin luz no pude prepararlo", contaba mientras sostenía uno para llevar recién servido en el pub de enfrente al gimnasio O2 Wellness Huelva.

Un centro deportivo que también recuperaba la normalidad después de un intenso día lleno de sobresaltos pero que culminaba, según su director, "sin ningún incidente, por suerte". El responsable del establecimiento confesaba que curiosamente, cuando comenzó el apagón el gimasio comenzó a llenarse de usuarios que se refugiaron en el deporte ante la imposibilidad de continuar con su jornada laboral. "Aunque a mediodía tuvimos que cerrar por seguridad, cuando la gente comenzó a marcharse coincidiendo con la hora del almuerzo", explicaba. Una vez reestablecida la calma, volvía a abrir a pleno rendimiento y los onubenses llenaban las salas.

Un día de lo más pintoresco sobre el que ha hubo opiniones para todos los gustos y colores. Hay quien piensa que el apagón se produjo "por un toque de atención del universo, para que aprendamos a desconectar". Otros que fue "intencionado" y para una amplia mayoría, "un accidente que, por suerte, no se ha prolongado demasiado". Sea como fuere, este último lunes de abril fue de todo menos un comienzo de semana rutinario.

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