¿Cómo te ves de creativo o creativa? Hoy dedico este espacio a explorar contigo cómo la inteligencia emocional y la creatividad están interconectadas. La una alimenta a la otra, dándote aún más oportunidades de llenar de alternativas y oportunidades tu día a día.

La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, comprender y gestionar nuestras emociones y las emociones de quienes nos rodean. Es pura conversación, primero contigo y después con las demás personas, en la que la creatividad actúa como un motor porque te permite generar muchas más alternativas e ideas innovadoras en ese infinito juego comunicacional.

Lo que distingue a las personas creativas es su capacidad para tener ideas originales, su habilidad para ver conexiones entre conceptos aparentemente no relacionados, su disposición a asumir riesgos y su perseverancia en la búsqueda de soluciones creativas. Además, las personas creativas suelen tener una mente abierta, son curiosas, flexibles, y suelen aprovechar tanto sus experiencias personales como sus emociones para seguir alimentando la creatividad que las caracteriza. ¿Cómo de cerca o de lejos te ves de esta descripción?

Tienes creatividad, eso no lo dudes, sólo dedica ahora un momento a evaluar en qué medida. Piensa si te permites escuchar otras ideas, aunque estés muy convencida o convencido de la tuya. Recuerda cuando te cuentan algo nuevo, ¿cuánto interés te despierta? Observa cómo de original eres resolviendo problemas, ¿o siempre los resuelves igual? Identifica si eres de esas personas que siente comodidad en la rutina conocida. ¿Se te da bien relacionar conceptos de áreas de conocimiento diferentes? ¿Tardas en captar lo que te demandan otras personas? Cuando tienes que regalar, ¿se te ocurren mil opciones o vas a lo ‘de siempre’? ¿Qué opinas de los convencionalismos?

La autoconciencia emocional, la empatía y la capacidad de canalizar tus emociones de manera constructiva, que eso es la inteligencia emocional, son herramientas poderosas para fomentar la creatividad en todos los aspectos de tu vida. Te cuento algunas estrategias para desbloquear tu potencial creativo y enriquecer tu experiencia de vida. Sólo tienes que permitírtelo.

Cinco formas prácticas de desarrollar tu creatividad y tu inteligencia emocional

Practica la lluvia de ideas a partir de las emociones. Mejor de las agradables, claro. Empieza un día por una, la alegría por ejemplo, y escribe al menos veinte formas de traerla a tu vida o a la de las demás personas. Venga, sin pereza, escribe actividades, proyectos o soluciones para conseguir esa emoción o sentimiento que has elegido, por muy locas que te parezcan. Otro día elige otra emoción o sentimiento que también desees, y haz otra lista. Además de muchas buenas ideas, potenciarás tu creatividad emocional.

Experimenta en la cocina. Prepara platos nuevos, o juega con ingredientes y sabores poco habituales. O sal a buscar quién te lo prepare, pero atrévete a probar algo inesperado y préstales mucha atención a tus reacciones mientras lo haces. Las emociones que experimentas al probar algo nuevo pueden desencadenar ideas creativas en otros aspectos de tu vida.

Organiza desafíos creativos con amistades o colegas. Estableced en grupo temas relacionados con las emociones y cread retos inspiradores dentro de un límite de tiempo. Hay infinidad de opciones: salir por la calle a cazar con fotografías las emociones, inventar microcuentos emocionales, crear listas de música de una emoción, construir juegos de rol… Esto fomentará la colaboración y la creatividad.

Haz collages emocionales. Recorta imágenes, palabras y colores de revistas, usa tus fotos y objetos que recojas de tus paseos, y compón un collage que exprese tus emociones y te ayude a visualizar tus metas. Diviértete expresándote con creatividad.

Crea tu ritual de la creatividad. A mí me gusta mucho el ritual de la gratitud matutina, que consiste en tomarte unos minutos para meditar al despertar sobre las cosas por las que sientes agradecimiento, y observar las emociones que surgen al pensar en ellas. Esto te ayudará, además de a estimular tu creatividad y tu autoconocimiento, a comenzar cada día con una mentalidad positiva y receptiva a nuevas ideas.

La creatividad y la inteligencia emocional son habilidades que se pueden mejorar con la práctica constante. Inspírate en estas estrategias, o en otras, pero fomenta la creatividad en tu vida y ¡disfruta del proceso!