Otra forma de aprender inglés
Contenido facilitado por English Club Academy
English Club Academy en Marismas del Polvorín celebra su décimo aniversario manteniendo su apuesta por una enseñanza que va más allá de aprender una nueva lengua
En un mundo en el que hablar inglés se ha convertido en una obligatoriedad para todo el mundo, no es de extrañar que los padres hayan asumido esa necesidad y se esfuercen para que sus hijos comiencen a tener contacto con este idioma desde edades cada vez más tempranas.
Sin embargo, no todos los alumnos acogen con entusiasmo esta actividad. Así lo considera Susana Ríos, directora de English Club Academy y docente con amplia experiencia tanto en centros privados como públicos: “veía que el inglés no era la asignatura favorita en los colegios donde trabajaba y también sabía que muchos de los alumnos que asistían a academias de ingles por las tardes, iban obligados por sus padres. Había que intentar cambiar todo esto y dar una respuesta a tantas necesidades”.
Junto a este hándicap para Susana Ríos era importante “acercar los idiomas a muchas familias que económicamente no podían permitirse pagar por una enseñanza de idiomas de calidad”. De ahí que cuando se trasladó con su familia a Marismas del Polvorín se dio cuenta de que en esa zona habían llegado cientos de familias con niños pequeños y la idea que tanto tiempo le rondaba en la cabeza de ofrecer una alternativa de estudio, diversión e idiomas se materializó en la apertura de esta aventura llamada English Club Academy.
A lo largo de estos diez años de andadura han reforzado una pedagogía en la que el objetivo prioritario ha sido “crear en el alumno la motivación”. Firme defensora de que “desde el cariño todo es posible”, Susana apuesta por fortalecer el sentimiento de comunidad junto a una formación continua del personal docente y administrativo para lograr mantener esa proximidad y entorno de confianza. De ahí que uno de los rasgos diferenciadores sea el tiempo que dedican a escuchar a las familias y ayudarles en el proceso de aprendizaje de sus hijos a través de sus sesiones formativas.
Todo ello con un sistema estructurado en dos bloques: Young Learners, donde los más pequeños aprenden a través del juego con la metodología Jolly Phonics y la interacción oral; y la preparación a exámenes oficiales por medio de Cambridge Assessment. Todo para “provocar el deseo de aprender por mejorar y avanzar y no buscar sólo el reconocimiento en un título. Si te apuntas a clases de inglés con el afán de conseguir un título rápido es fácil que fracases. Si quieres aprender, avanzar y te esfuerzas, entonces sí tienes muchas posibilidades de éxito”.
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