El folclore onubense rinde tributo a la capital

La Danza del Pandero, los Bailes del Poleo y un elenco de cantaores celebraron los 175 años de capitalidad de Huelva

Un momento del espectáculo 'Huelva y su folclore'.
Un momento del espectáculo 'Huelva y su folclore'.

No podía ser de otra forma. En unas Fiestas Colombinas que este año están dedicadas al 175 aniversario de la capitalidad de Huelva no podía faltar un especial homenaje de toda la provincia a la ciudad. Bajo el título 'Huelva y su folclore', el escenario del espacio 'Música junto a la ría' contó con la participación de varios coros y agrupaciones de danza, así como de cantaores de flamenco onubenses.

Eduardo H. Garrocho fue el encargado de realizar la presentación de un espectáculo que se ganó pronto el corazón del público y en el que participó el Grupo de Coros y Danza Virgen de las Flores, de Encinasola, que interpretó sus tradicionales fandangos marochos y desplegaron todo su arte para mostrar al público la Danza del Pandero, elegido candidato a ser una de las siete maravillas de Huelva (y obteniendo el primer puesto de las votaciones realizadas hasta el momento: www.las7maravillasdehuelva.es).

El Fandango de Encinasola es quizás el más bello de todas las variaciones que de este cante se dan en la provincia. Data del siglo XVI y se bailaba en las bodas y en las fiestas patronales en honor de la Santísima Virgen de Flores. Junto a la sencillez y dulzura de sus sones destaca la profundidad de sus letras.

La Danza del Pandero data del siglo XIII, y se bailaba al morir un niño pequeño en la creencia de que a la vida se venía a sufrir y con la muerte un alma inocente alcanzaba la dicha del paraíso celestial. Se cantaba y bailaba en la puerta del niño formando corro bajo la sobriedad del "pandero" único instrumento utilizado para su interpretación. Luego iban a casa de los padrinos del niño donde volvían a bailar y eran agasajados con dulces, chacinas y otros manjares típicos en Encinasola. El Pandero se caracteriza por la elegancia y austeridad de sus compases.

También estuvo presente la Agrupación de Danza de Almonaster la Real, así como los Coros y Danza de San Benito Abad, de El Cerro de Andévalo, que llevaron una muestra al recinto colombino de sus tradicionales Bailes del Poleo.

Los cantaores Regina, el alosnero Antonio Rastrojo, Sebastián Cruz y la joven Rocío Márquez fueron los encargados de poner su voz y talento al servicio del espectáculo, arrancando grandes ovaciones y olés al público cada vez que finalizaban la interpretación de algunos de los palos de flamenco y erizando el vello de pura emoción al público. Hoy, más con 'Se llama copla'.

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