El recinto ferial de Huelva congregó el día de su inauguración a miles de personas en busca de diversión, entretenimiento y, por qué no, de evasión. Y es que Las Colombinas se han convertido en los últimos años en una alternativa a la crisis desde muchos puntos de vista como el del sector hostelero. Los bares, restaurantes y personal de la hostelería encuentran en las fiestas otra forma de lograr beneficios y rentabilidad para sus negocios o, simplemente, de conseguir un puesto de trabajo en estos momentos difíciles que se están viviendo. Manuel Remesal, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Huelva, explicó a este diario que "este año hemos recibido más solicitudes para conseguir casetas por parte del sector hostelero. Algunos de éstos antes aprovechaban estas fiestas para descansar y ahora las ven como una alternativa de trabajo".

Muchos onubenses piensan que estos festejos crean una gran contradicción y que no generan riqueza ni ingresos, simplemente, consiguen mover el dinero de un sitio a otro. Otros muchos se preguntan por qué se gastan miles de euros en las fiestas y no lo utilizan para otros menesteres primordiales como abonarles su sueldo a las empleadas de limpieza del Ayuntamiento, que se están manifestando diariamente sin éxito hasta el momento. Por su parte, el alcalde recordó en el acto de inauguración que las Fiestas Colombinas suponen una proyección a nivel autonómico y nacional de Huelva y anunció que la visita de José Tomás ha supuesto un impacto económico de 1,5 millones de euros.

Ajenos a esta controversia vivieron sus copas de inauguración las casetas de la Universidad de Huelva y la del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. La UHU invitó el martes al Aula de la Experiencia, a familiares y amigos congregando así cerca de 600 personas, según contó a Huelva Información Francisco José Martínez, rector de la Onubense. Por su parte, Eduardo Trías, director del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, explicó a este periódico la elección del país protagonista en la 37 edición del certamen, que se celebrará del 19 al 26 de noviembre, "Colombia es un país maravilloso que posee una cinematografía puntera, especial y floreciente que no tiene nada que ver con la imagen que se tiene de este país". En esta caseta se dieron cita personalidades del mundo del espectáculo como Mariano Peña, que interpreta a Mauricio Colmenero en la conocida serie Aida; y de la sociedad onubense como Juan José Oña, delegado de Cultura, además del equipo de gobierno local encabezado por Pedro Rodríguez.

Casetas repletas de gente se pudo ver por todos los rincones del Recinto Colombino disfrutando así de la buena comida que se ofrece cada año en estas fiestas. Aunque esta edición cuenta con algunas novedades como, por ejemplo, la presencia de la caseta del todo a un euro que se adapta a la situación actual. No obstante, las personas que se acercaron a las fiestas aseguran que las invitaciones son imprescindibles para poder pasear por el ferial porque con el alto índice de paro y la precariedad laboral que existe en la actualidad no pueden darse el lujo de gastos adicionales. El regidor de la ciudad también se acordó de este colectivo en su discurso de inauguración, "Vivimos un momento económico difícil debido a la situación de la crisis que hace que muchas personas no puedan acercarse a vivir las fiestas aunque les gustaría. Aún así, yo invito a todos a que vengan y traigan a sus hijos y familiares", declaró.

Puestos de heladería, chocolaterías y tómbolas son los más afectados de este lado amargo de las fiestas. Aseguran que llevan cuatro años notando la crisis y que en cada lapso las ventas han bajado alrededor del 25%. Lamentan que los gastos suban, pero los precios deben mantenerlos para que los negocios no quiebren. Para combatir esta situación optan por innovar, acercar al público las últimas novedades, los productos más codiciados.

Las atracciones parecen ser las que menos notan la crisis. En el primer día de fiestas los cacharritos eran los más solicitados, eso sí, era su día grande y aún pronto para hacer balance. No obstante, también buscan distintas ofertas ofreciendo un viaje por tres euros y seis por quince euros.

El debate de la crisis es obligado en un contexto en el que muchos gastan sin control mientras que otros padecen las penurias de una situación de escasez de trabajo, de dinero y de confianza en un sistema que muestra sus patentes deficiencias.