La estacionalidad reduce un 80% las plazas hoteleras hasta marzo
De las 20.000 que ofrecen los hoteles de cuatro y cinco estrellas ubicados en el litoral, tan sólo están disponibles 4.000 · El turismo de golf y de la tercera edad son los únicos que salvan la ocupación invernal
La fuerte estacionalidad del sector turístico de la provincia de Huelva está provocando que cada vez se eche el cerrojo a mayor número de hoteles en la Costa. De los 29 establecimientos de cuatro y cinco estrellas que tiene el litoral, tan sólo permanecen abiertos 10, lo que se traduce en 4.000 plazas disponibles, el 20% de todas las que existen en la Costa. Y eso deriva en que numerosos trabajadores de la hostelería se comerán este año las uvas y el turrón en casa.
Según los datos del sector, dos de cada tres hoteles de la Costa han echado el cierre entre octubre y diciembre (algunos lo han hecho incluso en el mes de septiembre) y no volverán a abrir sus puertas hasta el mes de mazo. Sobre todo, después de que la ocupación en la zona apenas superase el 40% durante el puente de la Constitución y de la Inmaculada (que suponen el último coletazo de la temporada en la zona).
Las localidades más afectadas son Islantilla y Matalascañas, donde la disponibilidad de plazas aún es menor que la del conjunto costero. En la primera de ellas, de los seis hoteles (siempre de calidad superior a tres estrellas) tan solo permanece abierto todo el año uno; en el extremo opuesto de la Costa, de los cinco existentes, también sólo uno consigue mantenerse con actividad.
Situación diferente es la de Mazagón, único municipio donde más de la mitad de sus establecimientos hoteleros deja sus puertas abiertas en temporada baja.
Los que lo consiguen lo hacen gracias al turismo de golf y de la tercera edad, aunque éste último es cada vez "menos rentable".
El cierre de establecimientos llega por los elevados costes laborales que el sector asegura que debe mantener en temporada baja: suponen más del 50% de los gastos a los que debe hacer frente un empresario hotelero, lo que empuja a muchos a optar por la clausura del establecimiento, a pesar del coste añadido que supone abrir de nuevo sus puertas tras permanecer una larga temporada cerrados (hay que acondicionar de nuevo las instalaciones y hacer frente a pequeñas reparaciones).
La situación inquieta cada vez más al sector que ve cómo los intentos por acabar con la estacionalidad del sector no terminan de dar resultado. Y es que hasta hace unos años, la fuerte dependencia de los meses de primavera y verano se compensaba en las cuentas hoteleras con los buenos resultados de ocupación. "Pero ya no es rentable porque se han bajado los precios y se confirma la tendencia a la baja", explica el secretario técnico de la Asociación Provincial de Hoteles de Huelva, Rafael Barba.
Pero además, la única fórmula que se conoce para combatir esa estacionalidad es el turismo internacional, que no está dejando un buen comportamiento en la provincia, en contra de lo que está pasando en otros destinos andaluces. Así, mientras en la mayor parte de Andalucía el turismo extranjero va ganado puntos (se espera cerrar el año con un 8% más de visitantes de fuera del país que el año pasado), en Huelva el turismo internacional va en sentido contrario. Es decir, que la provincia se ha comportado peor de lo esperado en una época en la que se han dado las mejores condiciones posibles para obtener buenos resultados.
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