Joaquín Rodríguez: "Huelva es un lugar privilegiado por donde empezar la gran apuesta del hidrógeno verde"
Entrevista
El director del área de Hidrógeno de Cepsa a nivel nacional asegura que España tiene una oportunidad única de autoabastecerse de energía barata y descarbonizada "que no puede dejar escapar"
Cepsa comercializa combustible sostenible producido en Huelva en los principales aeropuertos españoles
Cepsa pone en marcha el valle andaluz del hidrógeno verde. Se trata del proyecto más ambicioso de hidrógeno renovable que existe en España y uno de los más importantes de Europa, que permitirá acelerar la transición ecológica y conseguir una mayor independencia energética. Lo hará a través de dos centros, ubicados en Palos de la Frontera y en San Roque (Cádiz), con los que aspira a llegar a una capacidad total de 2GW de electrólisis. Así, la compañía se marca como objetivo producir el 50% del hidrógeno verde que espera generar todo el país en el año 2030.
A la cabeza de este nuevo modelo de industria renovable está Joaquín Rodríguez Jadraque, director del área de Hidrógeno de Cepsa a nivel nacional.
-¿Qué es el hidrógeno verde y para qué sirve realmente?
-Se produce a partir de la electrólisis del agua, que consiste en separar moléculas de oxígeno e hidrógeno mediante una corriente que proviene de plantas eléctricas de origen renovable, como la eólica. También hay otra forma de consumir hidrógeno considerado verde que es a través de lo que llamamos el reformado de biometano. Hasta ahora hemos producido hidrógeno en gran cantidad a través del reformado del gas natural con una corriente muy caliente de vapor de agua, que emite CO2. Para evitarlo, se quiere reemplazar por esta corriente eléctrica renovable, pero si en vez de utilizar gas natural usamos biometano, desde ese momento pasa también a ser hidrógeno verde porque las emisiones también son cero. El hidrógeno verde es una herramienta clave para nuestra propia descarbonización y la de nuestros clientes. Se postula como la alternativa idónea a los combustibles fósiles.
-¿Cuando comienza a fraguarse todo este movimiento de industria sostenible en Cepsa?
-En Cepsa, antes de que yo me incorporara (en abril del 2022), ya se había empezado a considerar el hidrógeno como una parte fundamental de la estrategia. A principios del año pasado ya se publica Positive Motion, el nombre que se le da a la estrategia global y el hidrógeno verde es fundamental porque es un componente esencial de todos los combustibles sostenibles o muy bajos en carbono que son los que van a ir reemplazando a los combustibles fósiles, sobre todo, para el transporte pesado, ya que el ligero, de vehículo particular, puede ser que en gran medida sea electrificado directamente (que Cepsa en eso también tiene una estrategia muy importante de poner puntos de recarga rápida), pero hay vehículos más complicados de electrificar (por los elevados pesos que requerirían las baterías) como son los camiones, autobuses de pasajeros, aviones o barcos. Cepsa se plantea así la estrategia Positive Motion para producir ese tipo de combustible sostenible donde el hidrógeno supone un componente esencial.
-Algunas corrientes cuestionan que este modelo sea realmente el futuro
-El hidrógeno verde es esencial. Se había apostado mucho por la electrificación y por reemplazar la producción de electricidad de combustibles fósiles (carbón y gas) por renovables y eso ya está pasando en gran medida, desde luego en Europa y en otros países, pero eso tiene límites. Están estos vehículos muy pesados que son prácticamente imposibles de electrificar, hay mucha industria que es muy intensa en calor donde también es muy complicado que la electricidad genere esas altísimas temperaturas (hablamos de altos hornos o de la industria cerámica...) y hay industria química que también utiliza en gran medida hidrógeno para procesos y algunos son esenciales como los fertilizantes artificiales, sin los que no habría alimentos para la población. Sin el hidrógeno, nada de eso sería posible y estamos hablando de evitar emisiones, que es fundamental si queremos llegar al 55% de reducción en 2030. Ponernos esto como meta da credibilidad al proyecto.
-¿Cómo va a repercutir esta apuesta de Cepsa en la industria y en Huelva?
-Lo que plantea Cepsa son proyectos totalmente reales y ejecutables. No son ideas, sino proyectos basados en la realidad industrial. En nuestros Energy Parks (parques energéticos, antes conocidos como refinerías), vamos a ir sustituyendo unidades que están produciendo ahora mismo combustibles fósiles, que cada vez son más eficientes y más descarbonizadas, pero que desde luego no llegan a la total descarbonización. Las iremos cambiando por estas con producción de hidrógeno y derivado del hidrógeno y pretendemos completar 2 GW para el año 2030. Eso es muchísimo hidrógeno pero no es suficiente, solo el inicio. Lo que hacemos con esto es poner en evidencia que Huelva es un lugar privilegiado por donde empezar una apuesta enorme que va a traer mucho empleo.
-¿En qué consiste el Valle Andaluz del hidrógeno verde?
-En grandes números hablamos de tener 2 GW en producción en 2030, entre Huelva y Gibraltar. El proyecto generaría unas 300.000 toneladas de hidrógeno verde, totalmente descarbonizado, y con ese hidrógeno suministraríamos tanto a industria local como a la producción de combustibles sostenibles. Hablamos de la planta de HVO, el diésel de segunda generación que puede llegar a contaminar hasta un 90% menos que los motores diésel convencionales sin necesidad de modificación alguna; y en el futuro se hará otro tipo de combustible para uso también marítimo como puede ser el metanol o queroseno sintético. En Campo de Gibraltar hablamos de un proyecto que va a producir fundamentalmente amoníaco, otro de los combustibles marítimos más demandados por las compañías navieras, pero también es un buen modo de transportar hidrógeno a largas distancias. Eso nos permite conectarnos con Centroeuropa. Nuestro interés también es poner en valor la capacidad exportadora que tiene Andalucía hacia Europa.
Este es el inicio, pero puede ser que dentro de no mucho incrementemos nuestra ambición porque estamos detectando que esta demanda se está incrementando. El primer proyecto entraría en funcionamiento aquí en Huelva en 2026 pero si todo esto se acelera llegaríamos antes.
-¿Y de qué depende que se acelere este proceso?
-Hay dos factores muy importantes. Por un lado, la normativa de la UE que exige el pago por emisiones de CO2 a las compañías navieras hace que las mismas demanden este modelo de combustible sostenible y luego hay un elemento que no todos consideran, pero al que nosotros estamos muy atentos que es ver qué quiere el consumidor final. Los propios pasajeros de las compañías navieras y los usuarios están exigiendo que el transporte sea descarbonizado. Estamos detectando ya que el ecotransporte de mercancías sin huella de carbono está siendo cada vez más demandado.
-¿Por qué Huelva para este planta?
-En Huelva se reúnen una serie de condiciones en cuanto a la demanda de hidrógeno actual. Están la refinería, plantas de fertilizantes y otras plantas industriales que necesitan tanto hidrógeno como oxígeno. Eso ya en sí es muy peculiar. Pocos sitios en el mundo tienen esa demanda de partida. Pero además, las compañías que estamos operando en Huelva tenemos la ambición, el propósito de desarrollar estos combustibles sostenibles y ya tenemos centros logísticos, a través del Puerto en este caso, para poder distribuirlos, tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Y además, tenemos el acceso (porque Huelva está muy bien interconectada) a las líneas de transporte eléctrico que nos conectan más allá de la capacidad que tiene la propia Huelva de generar energía renovable (que hay mucha, sobre todo fotovoltaica), nos conecta con otras áreas más remotas donde hay eólica, incluso más allá de Andalucía, en toda España. Y eso permite abastecer a un proyecto de producción de hidrogeno en Huelva prácticamente todas las horas del año, porque siempre hay sol o viento en algún punto. Hay demanda, hay industria, hay infraestructura...todos los componentes perfectos.
-¿Cuál va a ser la dimensión global de este proyecto y cuántos puestos de empleo generará en Huelva?
-Suponemos que con este proyecto se pueden llegar a generar 10.000 puestos de trabajo (directos, indirectos e inducidos) en toda Andalucía y aproximadamente el 50% en Huelva. Habrá que ver un poco la cadena de valor, pero para todo lo que es la economía del hidrógeno y derivados hacen falta plantas industriales que tienen que ser operadas, mantenidas y trabajadores con una formación más especializada, pero también con una remuneración más elevada, más industrial y de largo plazo.
-¿Qué alianzas con otras compañías y empresas han hecho para poner en marcha este modelo industrial sostenible?
-Ya hemos anunciado uno con Fertiberia para el consumo de hidrógeno; otro con Enagás Renovable, para desarrollar proyectos de biometano, hidrógeno...; con Alter Enersun para la producción de energía fotovoltaica... Todas estas alianzas nos permiten llegar a un tamaño de proyecto muy significativo, que puede rondar los 400 MW en una fase inicial que estaría operativa en 2026 y que además alimentaría a otro proyecto que anunciamos recientemente que es el de la planta de biocombustibles con otro socio que también opera en Huelva, Bio-oils, para la producción de biodiesel y de queroseno alternativo y sostenible para aviación. Eso ya en sí es un volumen de inversión muy considerable y situaría al proyecto de hidrógeno a la cabeza de Europa.
-¿Se está estudiando algún acuerdo con Iberdrola y que sea posible una alianza a tres (Cepsa-Fertiberia-Iberdrola)?
-A fecha de hoy no tenemos un acuerdo pero estamos abiertos a negociar tanto con ellos como con otros socios de la zona que quieran desarrollar proyectos.
-La naviera Maersk hará una inversión de 10.000 millones de euros en hidrógeno verde. ¿Desde Cepsa se está negociando alguna participación?
-Lo mismo que con Iberdrola. Evidentemente estamos abiertos a negociaciones y llegaremos a alianzas con estas u otras compañías.
-¿Qué margen tiene Huelva de desarrollar más proyectos por el Puerto que tiene?
-Para producir el hidrógeno verde hace falta electricidad y agua. Y todo está limitado por la capacidad que haya de transporte. Hoy hay una capacidad relevante pero hace falta más. Eso es una cuestión que depende de la planificación de Desarrollo de la Red de transportes, que se gestiona desde el Ministerio de Transición Ecológica. En cuanto al tema del agua, nosotros no queremos usar agua que compita con el uso humano ni agrícola. Estamos hablando de aguas residuales, tratadas, que se vierten directamente de la ría al mar y que podemos depurar para producir hidrógeno. Pero si esto sigue creciendo tendrá un límite y el proceso de sequía también afecta. Para eso sería necesario que Huelva planteara un proyecto de desaladora.
-¿Qué papel va a tener el hidrógeno verde en el transporte pesado por carretera?
-Para nosotros también es una prioridad, como se puede ver en el acuerdo al que hemos llegado con la empresa Damas que ya estamos en la fase de implementación. Planteamos que parte del hidrógeno producido en nuestras instalaciones se transporte hasta un punto de recarga, que ellos vayan reemplazando parte de su flota con autobuses con pila de combustible sin emisiones. El piloto consiste en poner esa hidrogenera en 2025 y que poco a poco se pongan más puntos de recarga en otras ubicaciones de toda Andalucía. Se trata de la primera alianza de estas características a nivel nacional.
-A parte de los puestos de empleo que se generarán, hará falta formación específica.
-Acabamos de participar en una formación sobre el hidrógeno verde en los Cursos de Verano de la UNIA en La Rábida, y hemos percibido que ya hay un gran interés. Colaboraremos con centros de formación profesional, universitaria y en postgrado, además de proporcionar ya formación más especializada para operadores de planta y el resto de trabajadores. Esto es parte de nuestra esencia, Cepsa es compañía líder en formación y reciclaje de trabajadores y el hidrógeno verde es ya parte de nuestro programa formativo.
-¿Con qué le gustaría que se quedara el ciudadano cuando escuche hablar del hidrógeno verde y de su peso en la industria?
-Vengo de trabajar muchos años en el sector eléctrico y viví la experiencia real del cambio hacia las renovables hace 25 años. Cuando se planteó cambiar el modelo anterior por esos "molinillos de viento" parecía impensable, pero el mercado empujó hacia ese cambio. Hoy ese cambio ya está pasando con el hidrógeno verde. Lo que hoy parece que son proyectos muy grandes, en realidad solo son el inicio de otros mucho mayores. El planteamiento de descarbonizar estos sectores es ya irrenunciable. España tiene una oportunidad única de autoabastecerse de energía barata y descarbonizada que no puede dejar escapar. Esto ya es una realidad y estamos en marcha.
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