Energía

Carlos Barrasa: “Andalucía va a ser la Arabia Saudí de las renovables”

Carlos Barrasa, vicepresidente de Cepsa.

Carlos Barrasa, vicepresidente de Cepsa. / Juan Carlos Muñoz (Huelva)

Dedicado desde hace casi 30 años a la industria energética, este ingeniero químico decidió a principios de 2022 dejar su posición como presidente de BP España para impulsar desde su puesto de vicepresidente ejecutivo de Energías Comerciales y Limpias la transición que va a llevar a cabo Cepsa para convertirse en líder en la producción de energías limpias, de hidrógeno verde y de biocombustibles.

Está convencido de que el momento es ahora y el lugar Andalucía para ser protagonistas de una revolución energética cuyas dimensiones pueden cambiar la posición económica de la región.

Para empezar, cinco mil millones de inversión y la generación de 17.000 puestos de trabajo directos e indirectos.

¿Está justificada la expectación que se está generando con la llegada del hidrógeno verde?

Está justificada porque lo que estamos creando es un cambio del sistema energético. Estamos generando la energía del futuro, que es una energía renovable y por tanto no tiene emisiones. Tenemos la suerte en España, pero especialmente en Andalucía, de que existen las mejores condiciones para generarla, es como si fuéramos el Arabia Saudí de las renovables, como si estuviésemos sentados en un pozo petrolero. Esta energía es una energía de futuro y tenemos la oportunidad de crear un sistema energético que no sólo nos permita ser sostenibles y reducir emisiones en España sino atraer la inversión industrial que necesita estas fuentes de futuro.

¿En qué momento se encuentra cada uno de los proyectos que tiene Cepsa en Andalucía, en Huelva y en el Campo de Gibraltar?

2024 va a ser el año en el que todos estos proyectos se empiecen a construir. Ya no estamos hablando del 2030 o 2050, de grandes objetivos que, evidentemente los tenemos. El 2024 es el año en el que se va a ver a Cepsa comenzando a realizar inversiones materiales, las más importantes en los últimos 20 años que ha hecho la compañía, y las vamos a empezar haciendo en Huelva donde se ha anunciado la creación de una planta de biocombustible, la más grande de Europa, con unos mil millones de inversión y unos 2.000 puestos de trabajo. Eso es lo primero que va a comenzar a pasar y espero que lo podamos anunciar en las próximas semanas, con lo cual es inminente. También esperamos anunciar este año la primera fase del proyecto de Fertiberia y con Alter Enersun aunque aquí dependemos de las ayudas de los fondos europeos, del PERTE del hidrógeno, y nuestros tiempos irán acompañados de estos plazos pero nuestra intención es que el 2024 sea el comienzo de esa inversión y de la construcción de estos proyectos por parte de Cepsa.

En el Campo de Gibraltar nuestra estimación es que el año que viene sea el año que empecemos. Tenemos socios importantes allí como son Yara y EDP y estamos trabajando para que el 2025 sea cuando comencemos la construcción de nuestro proyecto en esta zona.

Estos dos próximos años son críticos y son los que van a marcar el salto que pueden dar Cepsa y Andalucía.

Proyectos de estas dimensiones exigen terrenos industriales disponibles, puertos cercanos, industrias auxiliar, trabajadores formados, infraestructuras eléctricas, abastecimiento de agua, marco regulatorio… ¿Se reúnen todos los requisitos en estos momentos?

España en general, y Andalucía específicamente, tienen la ventaja de producir energía fotovoltaica, solar y eólica muy buena que nos permite suministrar a estos proyectos de hidrógeno de energía abundante y bastante estable. Tenemos terreno en Andalucía para desarrollar todavía muchas más renovables y eso es una ventaja que pocos países tienen. En Italia o en Grecia tienen muchas horas de sol pero no tienen espacio, no pueden instalar más parques fotovoltaicos, nosotros sí. Además tenemos una infraestructura bastante buena de transporte de electricidad, aunque tenemos que mejorarla y actualizarla porque nadie estaba pensando en el hidrógeno hace dos años y estos proyectos consumen mucha electricidad pero en general tenemos una red bastante estable. Respecto al agua, los proyectos de hidrógeno verde consumen menos que la que estamos utilizando hoy para generar hidrógeno gris en las refinerías. Además, estamos haciendo un plan de eficiencia para usar menos agua. Estos proyectos se hacen sin un incremento neto de las necesidades de agua por parte de Cepsa.

Para mí lo más importante que tenemos que acelerar es el talento, las personas. Tenemos un equipo muy preparado que ya trabaja con el hidrógeno y con los biocombustibles, ya es parte de nuestro día a día pero es que necesitamos muchísimo más empleo. Vamos a generar unos 17.000 puestos de trabajo directos e indirectos y eso hay que movilizarlo rápidamente, estamos hablando en los próximos dos años. Necesitamos movilizar sobre todo a la formación profesional, a los grados medios para que estén preparados para ser partícipes de esta nueva industria que va a generar mucho empleo, no sólo en el sector energético sino en todas las industrias que podamos atraer y las infraestructuras que se necesitan desarrollar. Para mí ese factor humano es el más importante.

Acabamos de lanzar un informe con Manpower en el que hablábamos de la oportunidad de estas nuevas energías, específicamente lo que hemos llamado las moléculas verdes, es decir, los biocombustibles y los derivados del hidrógeno. En los próximos años van a generar en Europa 1,7 millones de empleos y 145.000 millones de euros de contribución al PIB europeo. En España solamente con lo que hemos anunciado creo que se pone a Andalucía en otra dimensión. Para mí, la movilización de ese recurso humano es, probablemente, lo más importante que tenemos que hacer en los próximos años y eso nos revertirá en crear riqueza y atraer otras industrias.

Carlos Barrasa, vicepresidente de Cepsa. Carlos Barrasa, vicepresidente de Cepsa.

Carlos Barrasa, vicepresidente de Cepsa. / Juan Carlos Muñoz (Sevilla)

¿Va a haber suelo disponible para acoger en Andalucía a todos estos proyectos empresariales que se verán atraídos por la nueva producción de energía?

Ahora tenemos todo lo que necesitamos para nuestros proyectos pero el Gobierno central y la Junta de Andalucía deben estar pensando ya en los siguientes pasos para posibilitar ese desarrollo que creo que llegará más pronto que tarde. Que en dos años se haya cambiado la mentalidad de una forma tan radical te indica la oportunidad. Estamos hablando de que en 2024 vamos a poner la primera piedra de un proyecto dos años después de que hiciéramos la primera visita. Maersk no es una empresa que opere significativamente en Huelva en estos momentos y Yara, que es el mayor transportista de amoniaco del mundo, no tiene negocio en España y son los dos socios con los que nos hemos aliado. Se han fijado en las provincias de Huelva y Cádiz porque ven que hay una oportunidad en Andalucía. Estoy convencido de que hay otras muchas empresas se quieren instalar ya aquí. Estamos trabajando con el Gobierno de España y con la Junta para ayudarles a ver qué tipo de industrias podrían tener un buen encaje en Andalucía. Para mí éste es un proyecto de país, no sólo de Cepsa.

¿En qué momento se produce la modificación de la mentalidad en Cepsa pasando de ser una empresa petrolera tradicional para comenzar a crear parques energéticos con renovables, a convencerse de que tiene que cambiar la producción de energía tal y como lo ha venido haciendo hasta ahora?

Yo creo que ha sido una coincidencia de la intuición y la oportunidad. Cepsa siempre ha sido una empresa tradicional pero pionera en España. Montamos la primera refinería en Tenerife, nunca hemos sido una empresa estatal, siempre hemos dependido de la iniciativa privada con vocación de emprendimiento. Si miras para dónde va el mundo, como hemos visto recientemente en la COP-28 de Dubai, donde se ha hablado de ir saliéndonos de los combustibles fósiles, es muy claro que nuestro negocio tendría un final. Cuando ves la oportunidad que teníamos por nuestra localización en Andalucía para tener una ventaja competitiva en ese nuevo mundo pues era evidente. Podemos pasar a ser el líder en la transición energética, es una oportunidad única y a cualquier emprendedor como a los accionistas de Cepsa les pareció una buena idea. Me vine a trabajar s Cepsa porque estaba convencido de que se podía hacer, porque tenemos ese espíritu emprendedor y contamos tanto con el apoyo interno de nuestra gente como con el externo de las autoridades.

¿Cómo ha sido ese proceso de relación con la administración en la gestación de estos proyectos?

Hace dos años nos reunimos con el Gobierno de la Junta de Andalucía, con Juanma Moreno, con Juan Bravo y con Jorge Paradela. Inmediatamente yo, que me he dedicado toda mi vida al mundo de la empresa, noté un Gobierno que no sé si se podría calificar de alfombra roja pero sí que tenía una predisposición positiva, que no veía a la iniciativa privada como algo peligroso o de lo que desconfiar, veían que había una oportunidad en Andalucía y querían ayudarnos.

Para mí es importante en este mundo dar pasos en lo que denominamos una transición justa. El desarrollo industrial o lo haces de manera sostenible y que la población de alrededor te apoye o se convierte en un problema más que en una oportunidad. Para mí es fundamental no sólo que podamos trabajar con el Gobierno y que la Junta de Andalucía haya sido particularmente rápida en los trámites sino que trabajemos de manera muy próxima con los ayuntamientos y las asociaciones de vecinos para explicarles esta oportunidad, porque verdaderamente es una oportunidad única, pero necesitamos que todo el mundo lo entienda, que sea partícipe.

Carlos Barrasa, vicepresidente de Cepsa. Carlos Barrasa, vicepresidente de Cepsa.

Carlos Barrasa, vicepresidente de Cepsa. / Juan Carlos Muñoz (Sevilla)

¿Por qué se ha optado por la fórmula de colaboración con otras empresas de un tamaño como el Maersk? ¿Cómo se ha gestado esa alianza?

Parte de que lo que estamos haciendo es muy complejo, estamos creando un nuevo sistema energético, creando una nueva realidad que antes no existía. Hay un dicho africano que dice que cuando quieres ir rápido ve solo y cuando quieres ir lejos ve acompañado. Lo que estamos haciendo supone un riesgo gigantesco. Hay riesgo tecnológico, financiero, de ejecución, de ingeniería… solos tardaríamos muchísimo y hemos decidido manejar esos riesgos con socios que son clientes nuestros y que se comprometen a comprar nuestro producto, socios que también son suministradores de energías renovables, socios administrativos que ayudan en el marco regulatorio de esta nueva actividad.

Nosotros somos el ancla de ese nuevo ecosistema que se ha creado en el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde pero necesitamos a todos esos otros actores al mismo nivel.

¿Cómo va a ser la evolución de esta transición energética? ¿Cuál va a ser nuestra nueva realidad en los plazos que se están manejando de 2030 y 2050?

Nos quedan muchos años todavía viendo coches de gasolina y diésel aunque Europa vaya a la cabeza en descarbonización y sostenibilidad en el sistema energético. Soy un convencido de hacer todo lo que esté en nuestra mano para descarbonizarnos lo antes posible pero de una manera justa, a un coste razonable y para que los niveles de la sociedad que tienen menos poder adquisitivo puedan cambiar. En Cepsa pensamos que del 80% que hoy en día ocupan los combustibles fósiles en el sistema energético, la mitad no se puede electrificar. Se puede producir en los coches privados pero en los camiones pesados, en los aviones o los barcos no se van a poder electrificar por lo menos en los próximos 20 o 30 años. Ahí es donde los líquidos y los combustibles ya no fósiles sino de origen biológico o renovable tienen un papel muy importante. Pensamos que las moléculas verdes serán entre un 30 y un 40% del mix energético en el futuro y el resto será electrificación pero estas moléculas ocuparán un papel fundamental porque sin ellas no es posible descarbonizar sectores tan importantes para la economía como son el transporte por carretera, el marítimo o el aéreo.

El ciudadano de a pie de Huelva y el Campo de Gibraltar se preguntará en que le puede cambiar la vida la llegada de estas inversiones. ¿Cómo lo van a notar en los próximos años?

Cuando hablamos de la cantidad de empleo que se va a generar con la inversión de cinco mil millones de euros que vamos a realizar en Andalucía, recomendaría a las nuevas generaciones que comenzasen a estudiar materias relativas a esos nuevos vectores energéticos, al hidrógeno, a los biocombustibles, a la electrificación de la movilidad porque va a haber una oportunidad de empleo en Huelva y en el Campo de Gibraltar.

Si tienes energía abundante y competitiva, no es de extrañar que a medio y largo plazo comencemos a recibir nuevas industrias en Andalucía. ¿Por qué no se va a situar aquí, por ejemplo, un centro de datos de Amazon, aquí donde está la producción de energía renovable más competitiva de Europa? Huelva, el Campo de Gibraltar, Andalucía y España comenzarán a ver una reindustrialización muy distinta a la de la última vez, con energías limpias, no contaminantes y que generan empleos de alto valor añadido. Éste es el futuro que yo veo para Andalucía.

Desde Cepsa se ha planteado algún tipo de colaboración con las universidades andaluzas para formar al tipo de trabajador que se van a necesitar en los nuevos parques energéticos?

Trabajamos mucho con la Universidad de Huelva, tenemos un programa de Formación Profesional pero todo eso, y todo lo que podamos hacer, será poco para acelerar el ritmo de formación. Pero esto no es sólo para los jóvenes, los que están ahora en la universidad, tenemos que ser capaces de equipar a nuestros trabajadores para que sean parte del futuro. A todos los que forman parte de mi equipo y tienen más de 50 años los tengo constantemente en formación. Hay mucha experiencia que queremos utilizar.

La próxima semana llegarán decenas de empresas a Huelva para participar en el primer Congreso de Hidrógeno Verde. ¿Qué espera de este encuentro?

Me encantaría que tras este congreso se hiciese ese cambio de mentalidad y que Huelva comenzase a verse como el centro, que no se viese ya más como la periferia porque las condiciones naturales están ahí y lo que necesitamos es que la gente se convenza de que esto es el futuro. Estamos sentados en un pozo de renovables que ya le gustaría tener a los saudíes.

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