Los dos proyectos que Atlantic Copper tiene en cartera, la construcción de una planta de reciclaje de aparatos electrónicos y la creación de una cadena de valor del cobre que suponen una inversión conjunta de 2.500 millones de euros, son las puntas de lanza en las que se asentarán los planes futuros del desarrollo de Atlantic Copper a corto plazo. No obstante, de manera más inmediata, la necesidad de contar con un suministro energético procedente de fuentes renovables –una exigencia de la legislación europea– hacen que Atlantic Copper “estudie el aprovechamiento de los proyectos de plantas solares que en estos momentos se encuentran en estudio o en proceso de construcción en la provincia de Huelva, para poder aprovechar su capacidad”.

Así lo confirmó la directora general económica y financiera de la empresa, Macarena Gutiérrez, quien enmarcó este interés en “la necesidad de reducir el consumo energético en un 20% en los próximos años, lo que nos lleva a apostar por proyectos innovadores”. Entre ellos se encuentran “a autogeneración y esos planes de instalación de plantas solares en la provincia, aunque se trata de iniciativas que estudiamos, ya que presentan algunas dificultades como que nuestra planta precisa de un suministro constante a lo largo de todos los días y a todas horas y esas plantas producen energía cuando cuentan con la fuente de luz necesaria, por eso hay que ver qué alternativas tenemos”.

A falta del visto bueno

El proyecto estrella para los próximos años se encuadra bajo el nombre de CirCular, declarado de interés estratégico por parte de la Junta de Andalucía y que supondrá la inversión de 262 millones de euros en la construcción de una nueva planta que permitirá “reciclar hasta 60.000 toneladas al año de los aparatos electrónicos y recuperar metales como cobre, oro, plata, platino, paladio, estaño y níquel que ahora se llevan a otros países y que supondrá la puesta en valor de la totalidad de la generación de los mismos en el país.

Instalaciones de Atlantic Copper en la capital onubense.

Este proyecto se encuentra “en fase de ingeniería básica” y se encuentra pendiente de que a lo largo de este año se culmine “el procedimiento administrativo y comenzar con la construcción de la planta a comienzos del año que viene”. Además, precisa la concreción de la financiación definitiva para lo que se ha contactado ya con “bancos y entidades financieras que nos han trasladado su interés en apoyarlo”, además de los procesos tecnológicos para llevarlo a cabo. Gutiérrez también quiso destacar que “este proyecto se encuentra a la espera de su aprobación por parte de la empresa matriz, un proceso normal en todas estas iniciativas y que no va a plantear ninguna dificultad, pero que en estos momentos no tenemos”.

Cadena global

El segundo de los proyectos supone la implicación de la totalidad de los actores que participan en la cadena de valor del cobre “desde su producción hasta su llegada a los clientes finales, pasando por las fundiciones”. Se trata de una iniciativa que supondrá “la inversión de más de 2.000 millones de euros y la creación de mil puestos de trabajo una vez que se encuentre plenamente operativo, para lo que se ha buscado la creación de un consorcio entre varios de esos actores”.

Se trata, matizó Gutiérrez, de “proyectos reales a través de esa cadena de valor de cobre sostenible” y que implica a la minería metálica andaluza, la propia Atlantic Copper, la cordobesa Cunext Copper y La Farga situada en la localidad catalana de Vic en su materialización.