El eclipse lunar del 7 de septiembre será visible desde Huelva: esta es la mejor hora para disfrutarlo
No es necesario usar ningún instrumento ni es dañino mirarlo directamente
Ni un meteorito, ni una estrella fugaz: qué ha sido la bola de fuego que ha cruzado el cielo de Huelva esta noche
Durante la noche del domingo 7 de septiembre tiene lugar un interesante fenómeno celestial: un eclipse total de Luna. Este fenómeno astronómico hará que el satélite adquiera a la vista tonos rojizos, por lo que recibe el nombre de Luna de Sangre. Será un acontecimiento especial para los aficionados a la astronomía y para cualquier persona que quiera observar el cielo nocturno, ya que no se trata de un fenómeno frecuente. Este eclipse será visible en gran parte del mundo especialmente en Asia, Europa, África, Australia, el este de América del Sur y el oeste de América del Norte; y desde la provincia de Huelva también se podrá disfrutar de la luna roja.
Desde el Instituto Geográfico Nacional señalan que podrá verse el eclipse total desde el territorio onubense. El eclipse comenzará de forma parcial a las 18:27 cuando la Luna comenzará a adoptar todos rojizos, aunque no será hasta las 20:31 cuando se pueda hablar de un eclipse total. A las 20:11 alcanzará su plenitud adoptando el satélite el color rojo en su totalidad, este momento se da poco antes de que en Huelva comience el atardecer por lo que no se verá durante la noche. Sin embargo, la Luna continuará teñida de rojo durante unas horas mientras va recuperando su apariencia normal, al menos hasta las 21:40 cuando ya recobre su color blanquecino.
El eclipse puede disfrutarse a simple vista y no entraña ningún peligro ni es necesario el uso de ningún tipo de instrumentación especial.
¿Por qué se vera roja la luna?
Lo más llamativo de este fenómeno celestial es el color rojizo que adopta la Luna y que llama la atención. Este característico color aparece porque la atmósfera terrestre filtra la luz del Sol bloqueando las longitudes de onda más cortas, como el azul, y permite que solo pasen las más largas, que son las que tienen colores rojos y anaranjadas. Así, cuando la luz se proyecta sobre la superficie de la Luna durante el eclipse, esta adopta ese tono rojo intenso. Se trata del mismo efecto óptico que explica por qué los amaneceres y atardeceres se tiñen de colores cálidos, aunque en este caso se proyecta directamente sobre nuestro satélite.
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