La Diócesis de Huelva promulga los estatutos del nuevo Voluntariado Diocesano

El nuevo marco jurídico refuerza la labor pastoral, social y evangelizadora que centenares de voluntarios realizan en la provincia

Santiago Gómez Sierra, sexto obispo de Huelva

Obispado de Huelva.
Obispado de Huelva. / M.G.
S.H.

10 de diciembre 2025 - 10:36

La Diócesis de Huelva ha querido fortalecer y ordenar la acción del voluntariado como expresión visible de la caridad pastoral y del compromiso misionero de los fieles. Con este objetivo se ha constituido formalmente el Voluntariado Diocesano de Huelva, una estructura que contará con un marco estable para impulsar, coordinar y acompañar la labor solidaria en toda la Iglesia onubense.

El obispo de Huelva, Santiago Gómez, ha promulgado los Estatutos del Voluntariado Diocesano, tras haber sido revisados y aprobados por el Consejo Episcopal, el Consejo del Presbiterio y el Consejo de Pastoral Diocesano. El texto, que ha sido examinado conforme a la normativa civil —especialmente la Ley Andaluza de Voluntariado— y a la legislación canónica, entrará en vigor un mes después de su publicación oficial. Además, las Delegaciones Diocesanas competentes velarán por su adecuada implementación.

La creación del Voluntariado Diocesano responde a la voluntad de articular un servicio que, inspirado en la caridad cristiana, actúa en los distintos ámbitos de la misión de la Iglesia: la enseñanza, la santificación y el servicio pastoral. Los voluntarios acompañan a personas en situación de vulnerabilidad, colaboran en tareas pastorales, promueven la solidaridad y contribuyen al bien común desde una identidad plenamente eclesial.

El contenido de los estatutos regula la naturaleza de este voluntariado, su ámbito de actuación y las finalidades que lo animan: promover el compromiso cristiano, apoyar actividades diocesanas y fomentar la evangelización y la acción social. También se recogen los principios esenciales que inspiran esta misión: espíritu cristiano, servicio desinteresado, solidaridad, comunión eclesial, formación continua, responsabilidad, respeto y confidencialidad.

Asimismo, los estatutos detallan los derechos y deberes de los voluntarios, garantizando su dignidad, formación, seguridad y participación, al tiempo que subrayan la responsabilidad en el servicio, la confidencialidad, el respeto a los destinatarios y la correcta integración en la vida diocesana.

La estructura organizativa del Voluntariado Diocesano se articula a través de una Oficina Diocesana presidida por un director nombrado por el obispo. Esta oficina contará con un secretario, un tesorero, un equipo de coordinación para las distintas áreas pastorales y una Asamblea de Voluntarios como espacio de participación, diálogo y discernimiento comunitario. Cada órgano tiene funciones claramente definidas para asegurar un funcionamiento transparente, eficaz y en comunión con los planes pastorales de la Diócesis.

Los estatutos establecen también el proceso de incorporación de los voluntarios, basado en un compromiso formal y en la ausencia total de relación laboral, así como la obligatoriedad de una formación inicial y continua que garantice la calidad del servicio.

Con esta normativa, la Diócesis quiere seguir cuidando y promoviendo el compromiso de tantos hombres y mujeres que, desde la fe, dedican su tiempo y capacidades al servicio de los demás, convirtiéndose "en un testimonio vivo de la caridad cristiana en la sociedad onubense".

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