El SAVA de Huelva tramita 785 expedientes por violencia de género este año

El perfil general de la víctima atendida por el SAVA es el de mujer de entre 30 y 44 años, soltera, en paro, residente en la provincia y con daños psicológicos. Acuden principalmente por “torturas y otros delitos contra la integridad moral”

Una de cada cuatro mujeres incluida en el sistema VioGén en Huelva es menor de 30 años

Servicio de Atención a Víctimas de Andalucía en Huelva.
Servicio de Atención a Víctimas de Andalucía en Huelva. / Alberto Domínguez

El Servicio de Asistencia a Víctimas de Andalucía (SAVA) en Huelva, uno de los tres recursos públicos que atienden a víctimas de violencia de género en la provincia —junto al Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) y los Equipos de Atención a la Mujer del Sistema Sanitario (EAM)—, ha registrado un descenso en los expedientes relacionados con violencia de género y violencia doméstica en relación al año anterior.

Los expedientes de violencia de género han pasado de 926 en 2024 a 785 desde enero a noviembre del 2025, lo que supone 141 casos menos, un descenso del 15 %, mientras que los de violencia doméstica han bajado un 25%, pasando de 181 a 136, 45 casos menos. La tendencia también se refleja en las órdenes de protección, que disminuyen de 373 a 345 en casos de violencia de género (28 menos, - 7,5 %-) y de 34 a 29 en violencia doméstica (5 menos -15 %-).

En cuanto a víctimas atendidas, el SAVA ha asistido a 163 mujeres por casos de violencia de género frente a las 273 atendidas durante todo el año 2024 (110 menos - un 40 %-), y a 44 víctimas de violencia doméstica, frente a 69 el año anterior (25 menos - 36 %-). Estos datos reflejan una reducción significativa en la carga de trabajo por este tipo de casos, aunque "la atención continúa siendo intensa y especializada", indican desde el servicio.

El coordinador del SAVA en Huelva, Fernando Moreno, explica que “abrimos un expediente cuando vamos a trabajar intensamente con una víctima, mientras que una hoja de atención se usa para consultas concretas cuando no hay seguimiento”. Por ello, sumando expedientes y hojas de atención, el registro total en 2025 ascendería a 948 casos de violencia de género y 180 de violencia doméstica. Son datos, que "siguen preocupando" al servicio y que aún están por cerrar, teniendo que contabilizar todavía los registrados durante el mes de diciembre de este 2025.

Fernando Moreno, coordinador del SAVA en Huelva.
Fernando Moreno, coordinador del SAVA en Huelva. / H.I

Aumentan los casos vinculados a otros delitos

Aunque descienden los datos de violencia de género y doméstica, el SAVA ha experimentado un incremento en los expedientes relacionados con otros tipos delictivos, que pasan de 830 a 925, junto a un aumento de las atenciones (de 357 a 495). Este grupo abarca amenazas graves, delitos sexuales, lesiones, robos violentos, estafas o conflictos relacionales con consecuencias penales, que requieren gran número de intervenciones y una coordinación continua.

Entre enero y el 25 de noviembre, el servicio ha gestionado 1.834 expedientes —la mitad nuevos y la mitad en seguimiento— y ha realizado 13.501 actuaciones jurídicas, psicológicas y sociales, muestra de la intensidad del acompañamiento en casos complejos o de especial vulnerabilidad.

Atención a menores y casos de bebés robados

La atención a menores víctimas es otro ámbito en crecimiento: en 2025 se han atendido 259 menores, con un papel destacado en las diligencias preconstituidas en Sala Gesell, esenciales para garantizar declaraciones protegidas y evitar la revictimización. “Esto añade complejidad técnica al trabajo del servicio”, señala Moreno.

El SAVA también ha registrado este año dos nuevos casos de bebés robados: "Aún tenemos algunos casos en seguimiento y otros nuevos, como eso dos, otra forma evidente de violencia de género", explica el coordinador.

Perfil de víctimas y agresores

El perfil general de la víctima atendida por el SAVA es el de mujer de entre 30 y 44 años, soltera, en paro, residente en la provincia y con daños psicológicos. Acuden principalmente por “torturas y otros delitos contra la integridad moral”.

En cuanto al victimario, el perfil predominante es el de hombre de entre 30 y 44 años, también residente en la provincia.

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