Gente Inteligente

Cómo desarrollar la empatía digital en la era de las redes sociales

Dos jóvenes con una 'tablet'.

Dos jóvenes con una 'tablet'. / M. G.

A ti también te pasa. Que si chats, que si videoconferencias, que si redes sociales… Las interacciones digitales a menudo sustituyen a las conversaciones cara a cara, y a veces ni nos damos cuenta de cuánto hasta que ‘desvirtualizamos’ a esa persona con la que nos relacionamos casi siempre a través de una pantalla. Las redes sociales, que nos conectan más allá de las barreras físicas, también son un terreno fértil para ejercitar la todopoderosa empatía que es el ingrediente infalible para tener una comunicación más eficaz y satisfactoria.

La empatía digital va más allá de comprender los emoticonos y los memes. Empatizar en el entorno digital, como en el físico, consiste en conectar con las emociones y experiencias humanas de las personas con las que nos relacionamos. Porque esas emociones también subyacen en cada publicación, comentario o mensaje. Es cuestión de aprender a mirar si quieres tener interacciones más significativas, más eficaces y más profundas.

De hecho, si te fijas bien, la naturaleza de la comunicación on line en las redes sociales que a priori obstaculiza la empatía, también puede facilitarla. Eso te propongo hoy, que tomes conciencia del impacto que tus interacciones on line pueden provocar en el bienestar emocional ajeno, pero también en el tuyo. Ese es el primer paso. Después, considera las siguientes sugerencias de acción para fortalecer tu capacidad de entender y responder adecuadamente a las emociones de las demás personas en el entorno virtual.

Cinco estrategias para desarrollar tu empatía digital

1. Tanto si eres de esas personas que ya tiene una animada y fructífera vida virtual como si no, proponte algunos ‘viajes’ cibernéticos con el objetivo de desarrollar tu empatía. Esto se hace dedicando algún tiempo a sumergirte en comunidades online de diferentes experiencias o culturas que sean nuevas para ti. Participa, observa, y reflexiona sobre otras perspectivas. Si además son de temas que te interesan, doble beneficio.

2. Antes de responder a publicaciones de otras personas, sobre todo si lo que vas a escribir no es especialmente agradable, dedica al menos dos o tres minutos a ponerte en la piel de esa persona, observando sus fotos, los emoticonos que ha usado, sus publicaciones anteriores… Mira todo lo que te pueda servir para hacerte una idea del estado emocional en el que escribió eso que pretendes contestar. Y ya después, si quieres, contesta.

3. También puedes proponerte el reto de responder sólo con comentarios positivos y alentadores en las redes sociales durante un tiempo determinado. Define tú ese tiempo en función de tus propias características: un día, una semana, un mes… Promueve así un ambiente digital más amable y constructivo y cosecha los múltiples beneficios que tiene para tu bienestar emocional y el de las redes.

4. Comparte tus experiencias personales y tus reflexiones sobre tus estados emocionales en tus plataformas virtuales. Crea contenido empático, ya sea publicando o respondiendo a quienes ya crean este tipo de publicaciones. Fomenta la comprensión emocional profunda a través de las redes y propicia el diálogo sobre la necesaria adaptación de la empatía entre quienes siguen tus perfiles, tu blog, tu vlog, tu podcast o lo que sea que uses.

5. Y, una estrategia más: plantéate el desafío de practicar periodos regulares de desconexión digital. Usa ese tiempo para practicar la empatía cara a cara, que siempre viene bien, y también para reflexionar sobre cómo tus palabras y acciones online pueden afectar a otras personas, y sobre cómo podrías mejorar tu comunicación virtual. No dejes de aprender siempre.

La empatía digital no es solo una habilidad deseable, sino una necesidad imperante en este mundo digital hiperconectado. Recuerda que detrás de cada pantalla, hay una persona con emociones, luchas y sueños, más parecida a ti de lo que tú crees.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios