La alta demanda de alquileres prevé una Romería más numerosa

Los precios por arrendamiento para El Rocío oscilan entre los 3.000 y 12.000 euros Cada vez son más los que firman un contrato anual para rebajar costes

Una de las pocas casas que ayer aún mostraba el cartel de "Se vende" y  "Se alquila" en su fachada.
Una de las pocas casas que ayer aún mostraba el cartel de "Se vende" y "Se alquila" en su fachada.

Este año se augura que la aldea almonteña recupere estampas de antaño. Pocas casas vacías se esperan este mayo gracias a un incremento, aunque aún ligero, del número de alquileres que se ha demandado hasta ahora en el Rocío . Los precios se mantiene estables a pesar del paulatino aumento de la demanda que se percibe desde los últimos años y que constatan propietarios y agentes inmobiliarios.

La Romería de Pentecostés obra cada año el milagro de que se den cita más de 800.000 personas en un escenario único que se extiende a los largo y ancho de millón y medio de metros cuadrados, gracias a la devoción mariana de millones de personas, encarnadas en las 117 filiales que este año peregrinan a la aldea almonteña.

Los preparativo se fraguan en estas últimas semanas, especialmente en ésta, previa a la celebración de la Romería. Los rocieros se afanan en trasladar ropa, electrodomésticos, muebles y comida para que todo esté a punto a partir del próximo lunes, cuan do las hermandades de Ayamonte e Isla Cristina abran el camino del Rocío de este 2016. A los romeros de estos municipios, los más occidentales de la provincia, seguirán durante toda la semana miles de peregrinos de todas partes de la geografía onubense, que se unirán en la aldea almonteña a personas de todas partes del mundo.

La aldea ya mostraba ayer ese ajetreo de los días previos. Pocos carteles de "Se alquila" y numerosos grupos de romeros ultimando detalles.

Claudia Sánchez hace meses que tiene alquilada la vivienda. "No he subido el precio porque prefiero amarrar la operación a esperar a última hora". Mantiene que hay quien prefiere arriesgar desde un punto de vista especulativo y no ceder en el precio hasta escasas semanas antes de la romería. Si la demanda es superior a la oferta, los arrendadores podrán embolsarse entre 500 u 800 euros más.

Un añadido a la horquilla de precios del alquiler durante la semana de romería, que puede salir entre los 3.600 y los 4.000 euros por una casa de cuatro dormitorios en los inmuebles más alejados del santuario, como los de la avenida Santa Olalla, la calle Águila Imperial, Vetalengua o Torre La Higuera. La siguiente escala de precios ya comprende zonas más meridionales, como la avenida Los Ánsares, calles El Ajolí o Princesa Sofía. Aunque la cotización tiende a homogeneizarse con una única salvedad: las zonas más próximas a la marisma, desde la Plaza de Doñana.

Buceando por internet es posible encontrar viviendas con una amplia gama de precios que van desde los 3.000 a los 12.000 euros por la semana de romería. Arrendadores como Álvaro Espina dicen que es posible incluso alquilar el mes de mayo completo si declinas la posibilidad de regatear precio y pones una buena fianza que dé seguridad al cliente de que la vivienda se dejará en "óptimas condiciones". A esa situación ha contribuido el hecho de que hayan sido varios los años en los que las casas se quedaron vacías por los efectos de la crisis. Ahora, "los dueños son más proclives a dar facilidades", insiste.

En cualquier caso, hay otra realidad que está irrumpiendo con fuerza en los últimos años: el alquiler anual. Jóvenes como Ventura Martín comparten vivienda con otras doce personas. Pagan 700 euros mensuales en total, por lo cada miembro de la peña abona 60 euros al mes, en los que se incluyen los gastos de luz y agua. En consecuencia, el joven rocianero se congratula de poder "disfrutar de una vivienda todo el año y pernoctar en la marisma en fechas claves como El Rocío Chico, la Saca de las Yeguas o la Semana Santa. El único hándicap de esta opción es que cuanto más alejada de El Rocío esté la residencia habitual menos atractiva resulta esta oferta.

Además del alquiler, el otro gran preparativo para la Romería de Pentecostés es la comida y la bebida necesarias tanto para el camino como para la estancia en la aldea. La onubense Laura Clavijo recuerda aquella frase de que estando en El Rocío le sobra todo lo demás. "Aquí lo que traigas es anecdótico, nosotros ofrecemos e invitamos de lo que tenemos. Hay quien se puede permitir traer caviar y alguien que sólo puede venir con una medalla en el pecho, y nadie se queda sin tomar algo", explica ensalzando la grandeza de El Rocío. Ella acude cada año con su peña. Abonan 80 euros por pareja para el día de camino. "Cualquier día con mi marido, los dos fuera de casa, gastamos más que aquí", asegura. Eso sí, ellos cocinan la comida que se consume en la jornada, desde croquetas, ensaladilla, lomos empanados, picadillo, caldereta, chocos con arroz, a los que suman refrescos, vino y alguna bebidas espirituosa.

Sara Sánchez explica que ella disfruta el Rocío "todo el año". Los preparativos son una parte de ese eslabón de la cadena; desde desempolvar los trajes de flamenca y aplicarle los arreglos de rigor, a engrasar los botos rocieros o la limpieza del sombrero cordobés. "Todo son piezas de un ritual que vives con emoción, las ganas de disfrutar de ese día, con el ambiente, con los cantes, con los amigos, con la buena gente que compartes al pie de un Simpecado", asegura. En la gastronomía ocurre igual.

El Rocío consigue que haya personas para las que la romería es el único periodo vacacional que disfrutan y, como tal, lo viven con especial intensidad. Rocío Márquez es una joven que siempre tiene señalado en el calendario esta cita. En su reunión, integrada por dos decenas de rocianeros, abonan 600 euros por persona. De los 12.000 euros que en global destinan a la romería, en personal se lleva 3.700 euros; 2.100 el cocinero y pinche; 1.600 a dos camareros que atienden las necesidades e invitados.

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