El final de las restricciones de movilidad del año 2020, trajo aparejado un aumento de la actividad delictiva según el Balance de la Criminalidad hecho público ayer por el Ministerio del Interior. En lo que se refiere a Huelva, mientras que en la capital las infracciones penales crecen ligeramente por debajo del 8%, en la provincia superan el 23%. Donde sí hay coincidencia en ambas, es en el preocupante aumento de los delitos contra la libertad sexual que en el primera de ellas pasan de 33 a 74 (más de un 124% de incremento), mientras que en la provincia llegan hasta los 180, mientras que en 2020 se contabilizaron 106. A pesar de las aprehensiones de estupefacientes en los últimos meses, los delitos relacionados con el tráfico de drogas apenas crecen en la provincia, mientras que descienden en la capital casi un 14%.

En el ámbito de actuación de la Guardia Civil, es decir en toda la provincia salvo en la capital, destacan especialmente las agresiones sexuales con penetración y el resto de delitos contra la libertad e identidad sexual, en un 21% en el primero de los casos, y en más de un 69% en el segundo. Por otro lado, otra de las actividades delictivas que generan una mayor sensación de inseguridad, como son los robos con fuerza en domicilios suben un 50% y en establecimientos comerciales bajan un 5,2%. No sucede lo mismo con los robos de vehículos, que se han más que duplicado respecto al año anterior, así como los hurtos, es decir el robo de pequeñas cantidades que han crecido un 40% tan pronto como aumentó la movilidad. También lo han hecho los robos con intimidación en un 32,8%.

En la demarcación de la Guardia Civil, esto es, en el resto de la provincia, destacan los delitos de lesiones y riñas tumultuarias que se han disparado al pasar de 196 en el año del confinamiento a 282 el año pasado, lo que supone un aumento de casi el 44%. Comparte con la capital el notable incremento de los delitos contra la libertad sexual que se multiplican en todos los casos incluidas las agresiones sexuales con penetración que pasan de 19 a 23, lo que supone un incremento del 21%.

En este caso, los delitos de robo tanto en establecimientos comerciales, como en domicilios, es decir, dos de las tipologías delictivas que más alarma social originan entre la población, bajan en un porcentaje similar, en más de un 27%. No sucede lo mismo con los robos con fuerza en viviendas que crecen casi en la misma proporción, mientras que también lo hacen las sustracciones de vehículos que pasaron de 161 en el año 2020 a 215 el pasado ejercicio.

Sí que se aprecia en ambos casos una disminución apreciable de los delitos más graves, como los asesinatos y secuestros, aunque todas estas cifras están mediatizadas por las restricciones de movilidad que se aplicaron durante buena parte del año 2020 y que condicionaron la actividad delictiva global.