El declive de un barrio joven
polígono san sebastián 3 El exilio medioambiental
Tras el esplendor de los años 80, con familias ligadas al puerto, la población envejece y se queja del deterioro por el paso del tiempo La crisis potencia la atención social a los vecinos
Del esplendor de antaño, al declive actual. Los vecinos del Polígono San Sebastián viven con resignación esta época, en la que los efectos de la crisis aprietan y el propio deterioro de la infraestructura pública es cada vez mayor. Atrás quedan los años 80, década en la que se construyó el barrio para convertirse en una de las zonas más modernas y con más calidad de vida de la capital. El anhelo actual es recuperar la vida en sus calles, proporcionar más comodidad a una población que ha envejecido de forma evidente y tratar de dar las atenciones que requiere en un momento en el que se hace más difícil que nunca salir adelante cada día.
Hace 35 años se empezaron a levantar las primeras edificaciones por parte del Ministerio de la Vivienda, a través de promoción pública. Su destino era para las familias de trabajadores del Puerto de Huelva que habitaban los pisos de la avenida Francisco Montenegro. Hicieron el cambio, recuerdan, por motivos ambientales, para alejarse de las fábricas en busca de un entorno más saludable. Y se encontraron una barriada perfectamente planificada, con dotaciones y comodidades básicas, incluidos dos colegios y hasta parques infantiles entre los jardines de cada plazoleta.
De aquella época data también el conocido como Parque Residencial San Sebastián, en la Avenida de Andalucía, que fueron las primeras construcciones en esta arteria de la ciudad, convertida ahora en puerta de entrada desde la autovía de Sevilla.
Desde entonces, aseguran, pocos cambios ha habido en el entorno, más allá de la colindante barriada de La Florida, de la que parte asume la gestión la asociación de vecinos del Polígono. El cambio más significativo de los últimos años, en la avenida Galaroza, donde un nuevo aparcamiento privado y la urbanización de una plaza han dado un cambio radical a la zona que tampoco encuentra demasiado respaldo entre los vecinos.
"Ahí se tenían que haber construido plazas públicas, más accesibles para el barrio pero se vendieron los terrenos a una empresa privada, que fue la que se encargó de todo", lamenta Francisco Borrego, presidente de la asociación de vecinos Polígono San Sebastián. Es una muestra, asegura, de la falta de inversión municipal que tiene el barrio, del que destacan el creciente deterioro por el paso de los años sin cuidados.
"El barrio -añade Borrego- no tiene atención alguna. Faltan infraestructuras básicas y deja mucho que desear el estado en el que se encuentra". De ello culpa al gobierno local: "Los vecinos sienten que el alcalde se ha autoexcluido de la barriada. No nos visita hace tiempo y nos llegan muchas quejas de vecinos que creen que estamos abandonados".
En la calle, los vecinos de la zona lo corroboran. Hay críticas por la falta de limpieza y el estado en el que se encuentra una infraestructura que hace 30 años se estrenó "y no ha vuelto a tener más cuidados".
En la asociación ponen el punto de mira también en la nueva realidad del barrio. Con una población de elevada edad media, "las barreras arquitectónicas son más evidentes y urge salvarlas". Junto a ello, los efectos de la crisis, que están siendo "terribles" en el Polígono San Sebastián, asegura su presidente.
"La mayor parte de la población es pensionista, muchos de ellos viudos, con unos ingresos muy limitados a los que les descuadra, por ejemplo, la llegada del recibo de la contribución. No les queda para comer a mayores con hijos y nietos a su amparo, y a familias con sus miembros en desempleo. Hay que ponerse en las circunstancias de familias que lo están pasando realmente mal", dice.
Este escenario ha hecho que el movimiento vecinal se vuelque en la atención social a los vecinos: "Es una prioridad absoluta". Bien con apoyo en los trámites con las administraciones o en el reparto de ayudas procedentes del Fondo de Garantía Social Europeo y del banco de Alimentos. Este mes tienen prevista una de las tres campañas del año, en la que contribuyen a la alimentación de 1.861 personas, en un área, eso sí, mayor al del propio Polígono.
"Éste empezó siendo un barrio de gente trabajadora pero de clase media y con el paso del tiempo se ha degradado mucho, con gente humilde y mayor, con una renta baja", explica Borrego. Aún así, asegura, hay un gran sentido de pertenencia al Polígono de San Sebastián, arraigados en una zona que quieren volver a ver lucirse.
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