Me cuesta dormirme

Con la vuelta de las vacaciones volver a tener buenos hábitos de sueño puede ser complicado, porque llevamos un periodo sin madrugar, echando alguna que otra siesta y con ritmos cambiados.

Al volver y retomar nuestro ritmo de trabajo o de estudio nos cuesta irnos a dormir a la hora que tenemos que hacerlo. De siete a ocho horas de sueño es lo recomendable para la salud para poder estar bien al día siguiente, por eso la vuelta al “cole” nos cuesta tanto, ya que estamos acostumbrados a irnos a la cama más tarde y eso hace que tengamos sueño todo el día.

El hecho de no dormir bien nos afecta al rendimiento cognitivo, a nuestro bienestar, y al nivel fisiológico. Además del cambio de ritmo por la vuelta de las vacaciones, existen otros motivos como estrés o la famosa ansiedad. Las preocupaciones que más suelen quitar el sueño son los problemas financieros y los de pareja.

Otra de las causas del insomnio es la falta o el exceso de actividad física. Si durante el día nos movemos más, no solo haciendo deporte sino intentando ir al trabajo andando ayuda a que cuando nos vayamos a ir a dormir estemos más cansados. Igualmente, el deporte es muy beneficioso pero no debe realizarse justo antes de irte a dormir, ya que el cuerpo estará demasiado activado.

Otro factor, es el consumo de sustancias como el alcohol, porque aunque puedes sentir sueño lo que realmente se sufre es deshidratación. Además, las bebidas excitantes como el café, los refrescos con cafeína o las bebidas energéticas son una bomba de relojería y no van a dejarte descansar. Los trabajos a turnos también pueden dificultar los ritmos de sueño, al igual que un problema médico o algún tipo de trastorno obsesivo compulsivo.

Para diagnosticar un problema de insomnio hay que tener en cuenta una serie de criterios como son por ejemplos los problemas en el trabajo, en clase u otras áreas que se vean, afectadas por el sueño. Para que se considere este trastorno se tiene que manifestar al menos tres noches a la semana durante tres meses, sin que haya ningún otro problema como consumo de alcohol y drogas.

¿Cómo reducir el estrés?

-Intenta reducir tus obligaciones y responsabilidades. Muchas veces nos comprometemos con situaciones o personas y no tenemos tiempo para ello, esto nos hace sentirnos ansiosos y en el momento que llegas a la cama aparecen todos estos fantasmas.

-Desvincúlate de algún amigo o familiar que te carga mucho.

-Pide ayuda si necesitas que te echen una mano en cosas que tengas pendientes y no tienes tiempo.

-Si tienes un tema que te preocupa mucho, consulta con algún amigo o familiar.

- Si ves que el problema del sueño perdura en el tiempo, consulta a un profesional para poderte dar herramientas para reducir el nivel de estrés y de preocupaciones.