Proyecto

Una lucha educativa contra la desigualdad

  • Cada centro escolar cuenta con un coordinador que trabaja en las líneas del II Plan Estratégico de Igualdad de Género en Educación.

  • Un trabajo que engloba a alumnos, profesores y familias. 

Los niños vuelan cometas para romper el "techo de cristal" en el CEIP Enebral de Punta Umbría.

Los niños vuelan cometas para romper el "techo de cristal" en el CEIP Enebral de Punta Umbría. / M.G.

Muchas son las personas que llevan por bandera que los niños son el futuro de la sociedad. Los que dentro de varios decenios recogerán los frutos que deja su generación anterior para manejarlos a su antojo. Serán los que dictaminen las normas, el ritmo de la vida y el trato a los demás. Y que todo vaya a favor de una convivencia saludable, equilibrada y racional depende, en gran parte, de la educación.

Los centros escolares, junto a sus familias, son los principales aliados de los más pequeños para que absorban todo cuanto puedan para que su preparación mental, su saber estar y su comportamiento sean ejemplo para las generaciones posteriores. Es todo una rueda. Un ciclo en el que la educación juega un papel fundamental y que expande su naturaleza a gran escala. Con todo y más, existe un apartado que preocupa y por el que en Andalucía se trabaja en el día a día a través de los centros educativos: la igualdad de género.

Photocall de la mujer. Photocall de la mujer.

Photocall de la mujer. / M.G.

Una lucha continua en la sociedad en todos los tramos de edad y que ya se trabaja con especial incidencia desde la raíz del fruto. “Entendemos que en la educación es donde verdaderamente se pueden producir cambios a futuro”, afirma la coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Huelva, Eva Salazar.

Así, a través de la Consejería se aplica esta labranza mediante el II Plan Estratégico de Igualdad de Género en Educación (2016-2021) que viene a dar respuesta, según la administración, a “la necesidad de conquistar derechos igualitarios para las mujeres, eliminando los obstáculos que se interponen a la igualdad real y al acceso al ámbito de lo público”.

Por esta razón cada centro educativo de Andalucía tiene nombrado a un coordinador de igualdad, quien asiste a reuniones citado por la propia Consejería para tener una formación y planes de actuación para llevar a cabo en colegios e institutos. Iniciativas que vayan más allá de la celebración de las efemérides como el Día Internacional de la Mujer cada 8 de marzo. Mucho más allá. Un trabajo integral que engloba al alumnado, profesorado y a las familias.

La primera acción se basa en una fase de diagnóstico. “Pasé cuestionarios a familias. Un grupo de 6º me ayudó a la observación en el patio para ver cómo se distribuían los niños y las niñas en el patio. Hicimos un debate en el tercer ciclo sobre qué pensaban acerca del Día Internacional contra la Violencia de Género –ver las ideas que tenían o si lo hablaban en casa–...”, explica y enumera Irene Cortiz, coordinadora del Plan de Igualdad hasta el curso pasado del CEIP Enebral de Punta Umbría y ahora asesora del CEP de Huelva en Isla Cristina.

La experiencia ya la tiene tras ocupar el puesto en varios centros. “Era un cargo que la gente no solía cogerlo. A mí el primer año me gustó el tema, estuve en varios cursos y me enganchó. De manera voluntaria me ofrecí en cada centro que estaba”.

Niños y niñas juegan juntos al fútbol en el IES Estuaria. Niños y niñas juegan juntos al fútbol en el IES Estuaria.

Niños y niñas juegan juntos al fútbol en el IES Estuaria. / M.G. (Huelva)

Tras un primer diagnóstico, y “después de hablar con compañeras” siguen predominando los estereotipos a nivel de alumnado. “Las niñas suelen ser más tranquilas o están en los espacios más reducidos de los patios, agrupadas charlando o paseando y los niños en actividades de más movimiento, de coger más el espacio”. Y mientras que en el aula las niñas son más voluntariosas en temas de lectura, los niños siguen siendo más voluntariosos para actividades científicas o de matemáticas.

Además, Cortiz señala que las familias “siguen pensando que las niñas tienen que tener más cuidado con los horarios, sobre todo en la adolescencia, se les marca un horario más rígido que a ellos”. Para cambiar estos estereotipos los coordinadores de igualdad programan una serie de acciones. Por ejemplo, en el CEIP Enebral “empezamos a poner juegos populares libre de estereotipos en el patio”, y además en educación física se han incluido nuevos deportes y figuras femeninas. Por ejemplo, “este año están trabajando a Carolina Marín y han hecho un estand, una exposición...”.

También al salir siempre más delegados que delegadas “decidimos que se eligiera a un delegado y una delegada. Y hasta dentro de la biblioteca con los libros. Preguntaban con perspectiva de género al terminar una lectura que si el protagonista hubiese sido del otro género ¿habrían cambiado algo del cuento?. “Decidimos que hicieran una óptica crítica del libro” y que intentaran cambiar el final bajo una campaña Viejos cuentos, nuevos finales.

Desde el punto de vista familiar realizaron talleres y aunque “todo lo que venían eran madres” cada día se debatía sobre diferentes ámbitos como el sexismo en los catálogos de reyes, por ejemplo. “Al final de cada trimestre o de cada curso se hace un seguimiento por ciclos de lo que se ha hecho” y se recoge todo en una memoria para preparar el trabajo para el año siguiente.

Escenario en el IES Estuaria para la lectura del manifiesto en el 25 de noviembre Escenario en el IES Estuaria para la lectura del manifiesto en el 25 de noviembre

Escenario en el IES Estuaria para la lectura del manifiesto en el 25 de noviembre / M.G. (Huelva)

Eva Salazar entiende que los coordinadores de igualdad son piezas “claves y fundamentales”. Tanto es así que “los sentimos como aliados dentro de los centros porque son los que después lo ejecutan”. A través de periódicas reuniones con todos estos agentes el IAM aprovecha para volcarles todas la información posible como programas, campañas o acciones. “En los coles es donde se cuece la igualdad del mañana”.

Siempre se ha trabajado el tema de igualdad en los centros en la celebración de efemérides y ahora con los nuevos planes estratégicos “parece que ha cobrado un papel importante y cada vez más”, apunta la coordinada de Igualdad del IES Estuaria, Gema Domínguez. Una pieza fundamental en este ámbito es el refuerzo y las ganas por conseguir objetivos del centro como institución.

“Yo tengo la suerte de contar con una dirección que apoya al 100% cualquier actividad o línea de actuación relativa a la igualdad”, explica la coordinadora, quien afirma que tras la realización de un diagnóstico del centro, porque empezó desde cero prácticamente, “había que trabajar en todos los campos”. Se empezó por el alumnado y este año “una de las líneas es la revisión de textos y materiales curriculares que afecta al profesorado. Tener cuidado en el lenguaje sexista, no dar al alumnado material poco inclusivo...”.

Además en el IES Estuaria se van a preparar cuestionarios “para que el alumnado revise sus propios materiales” y así “ver si en el contenido aparecen de manera equitativa hombres y mujeres o no”. También, con todo el material del instituto como los papeles oficiales.

En la práctica Domínguez señala que se empezó por la sensibilización, gracias al gran abanico de recursos desde el Instituto Andaluz de la Mujer o asociaciones como la Cruz Roja o el LGTBI “que vienen al centro a dar charlas y darle pautas a los alumnos de cómo deberían ser las cosas para que la igualdad sea más verdadera y no te quedes sólo en las palabras”.

Las actividades que se han desarrollado en el centro se cuentan por muchas . Desde una campaña por la redes sociales bajo el hastag #Mujerízate, hasta una performance en el hall del instituto o un mannequin challengue.

“Yo he cambiado el chip respecto al tema de la igualdad. Desde que asisto a la formación y tengo esta responsabilidad noto que he cambiado. Es como si tuvieras un radar puesto de detectar cosas que están tan normalizadas que hace tres años las veía y no me suponían nada del otro mundo o no las veía, estaban ahí y no era consciente”, apunta la coordinadora. Y así, afirma que “estamos rodeados diariamente de desigualdades que si no aprendemos a verlas pasan desapercibidas”.

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