La consulta se pasa en la calle: Los perfiles que transforman la enfermería en Atención Primaria
Los centros de salud incorporan un grupo de enfermeras que refuerzan a las de cupo, con una labor que va más allá de la asistencia clínica, y que pasa por formar, escuchar, acompañar y prevenir procesos más complejos
La gestora de casos, la matrona, la de cuidado infantil, la escolar o la familiar, entre los perfiles de reciente creación
En silencio -pero con firmeza-, la enfermera sostiene buena parte del cuidado de la población. Su labor va más allá de curar, pues implica acompañar, escuchar, formar y asegurar que la atención no se interrumpe, que cada persona recibe cercanía y continuidad cuando más lo necesita. Un cuidado que, para la enfermería, es integral. No está limitado a un diagnóstico clínico, sino que incorpora la mirada completa del paciente y su entorno, desde el ámbito social al emocional, pasando por el familiar e incluso el económico.
Es en la Atención Primaria donde esta filosofía cobra sentido. La enfermera del centro de salud es la puerta de entrada a la sanidad pública y no en pocas ocasiones es aquella mano que nunca se suelta. Madre y docente, esta profesional conoce a sus pacientes, entiende su entorno y mira a la persona en todas sus dimensiones al objeto de ofrecer una asistencia verdaderamente humana. Para ello resulta imprescindible la cercanía y la continuidad, por lo que la Atención Primaria andaluza diversifica en estos últimos años perfiles para llegar mejor a cada rincón y a cada persona. Bajo los ejemplos de la enfermera escolar que aborda la prevención y promoción de la salud en los centros educativos o de la profesional especializada en pacientes crónicos, el modelo presente y futuro "persigue una enfermería que dé una respuesta más ajustada a las necesidades reales de la población", explica Inmaculada Molina, coordinadora de Enfermería del centro de salud de la Casa del Mar de Huelva capital.
"Pasar consulta en la calle"
Este centro sanitario es un continuo desfilar de perfiles que, aunque con un foco diferente, tienen el objetivo común de tejer puentes entre el sistema sanitario y la vida cotidiana de los pacientes. Una de las incorporaciones más recientes es Ana Ordóñez, quien forma parte de ese grupo de especialistas de Enfermería Familiar y Comunitaria que desde el 1 de diciembre tiene presencia fija en cada centro sanitario. "Mi perfil ya existía como tal, pero desde primeros de diciembre hay una figura obligatoria por centro de salud que viene a reforzar el trabajo de las enfermeras de cupo", que en el caso de este centro onubense son 17. Así lo expone a este periódico Ordóñez, quien pone de manifiesto su trabajo, "centrado en labores de prevención y promoción de la salud con la idea de trabajar más a corto plazo".
El perfil de Ana Ordóñez es el de la enfermera cuyo trabajo "pasa de enfrentar procesos agudos para centrarse más en los crónicos, como en los pacientes de diabetes o insuficiencia cardiaca, por ejemplo". Sí que es cierto que "no es que dejemos de atender patología aguda, pero gran parte de nuestro trabajo es la patología crónica" en aras de "realizar acciones con este tipo de pacientes que eviten terminar en un proceso agudo". Entre sus tareas se encuentran la puesta en marcha de talleres de bienestar emocional, la gestión de formaciones en sexualidad responsable o actividades encaminadas a mejorar hábitos de vida. Una actuación que se nutre de los pacientes que otras compañeras puedan derivarle según sus consideraciones y del trabajo codo a codo con las asociaciones. En resumen, en palabras de Ana Ordóñez, "se trata de pasar consulta saliendo a la calle y teniendo en cuenta todas las dimensiones del paciente, ya sea su entorno, su historia o sus emociones".
Los jóvenes, en el foco
Otro perfil de reciente creación es el de la enfermera escolar, cuyo ámbito de actuación son las guarderías y colegios. María Luisa Rangel es la referente de la Casa del Mar en este sentido y recuerda que su figura "nació hace apenas unos años, con la pandemia de coronavirus y funcionando como enlace con los centros educativos". Superada la pandemia, era necesario darle una vuelta a este perfil y fue entonces cuando el trabajo de la enfermera escolar se vertebró en tres patas: prevención, epidemiología y promoción de salud.
La Casa del Mar es un centro "pionero" en la lucha contra el hábito tabáquico y son los más jóvenes un agente importante sobre el que hay que actuar. "Las personas, especialmente los estudiantes, piensan que vapear es algo inocuo, pero no es así", expone Rangel, quien enumera múltiples charlas de concienciación acerca del tabaco y, más concretamente, del vaper. "Cuentan con diseños atractivos, amplia gama de sabores y son muy fáciles de transportar, lo que lleva a que su uso se haya multiplicado pese a ser muy nocivo", asegura la especialista, al tiempo que la enfermera Molina añade que "fumar es como tirarte de un séptimo, y vapear es como hacerlo de un quinto".
El bienestar emocional de los jóvenes es otro de los temas que más 'tocan' los talleres impartidos por las enfermeras escolares, "puesto que advertimos más problemas de salud mental en los estudiantes, provocados por las redes sociales, el bullying o el aislamiento que provocó la pandemia". A ello, añade Rangel, "sumamos las actividades de formación en prevención de la conducta suicida".
La prevención va más allá y contempla otras acciones como la concienciación sobre las enfermedades de transmisión sexual, los cursos de reanimación cardiopulmonar o la formación a docentes "para que sepan cómo actuar ante una crisis que sufra algún alumno con patología crónica, como pudiera ser la epilepsia o la diabetes". En definitiva, prosigue la enfermera, "aquello que los mismos docentes nos demandan, porque lo que tratamos en los centros son las necesidades que ellos mismos advierten".
Velar por la salud del menor
Su compañero Samuel Talamante es el enfermero especializado en Salud Infantil y Adolescencia y por él pasan todos los menores de 14 años. "Este perfil es reciente, apenas tiene unos años cuatro años, y vino a resolver los turnos rotatorios antiguos, en los que las enfermeras de Familia se turnaban para atender a los niños", explica este profesional, quien pone en valor que, además, "antes no había continuidad en el profesional que atendía ni se trabajaba la prevención de salud con ellos".
Programas como la vacunación, el control del niño sano o la prevención de la obesidad son algunas de las tareas que conforman el día a día de especialistas como Samuel Talamante, que tiende la mano a todos los padres cada vez que necesitan resolver cualquier duda, "especialmente los primerizos". "Velamos por el cumplimiento del programa vacunal; estudiamos diferentes parámetros de niños aparentemente sanos -peso, talla, alimentación o hábitos de sueño- para verificar que todo está correcto; miramos distintos reflejos que, según el año, puede indicar si hay o no una patología; advertimos comportamientos o movimientos que no son habituales; o tratamos la obesidad", cuenta el enfermero, quien realiza una función de vigilancia, control y asesoramiento de los más pequeños.
Aunque no es reciente como tal, la enfermera matrona sí que ha consolidado su presencia en los centros de salud. Por ejemplo, la Casa del Mar compartía antes esta figura con otro centro de salud, "y ya no, ya contamos con nuestra propia matrona", explica Inmaculada Molina, que tilda este hecho de "logro", dada la "importancia de la matrona en una atención tan cercana como la Primaria, "pues es la que ve a la mamá antes, durante y después del embarazo, ayudándola, asesorándola y acompañándola en este proceso".
Completa la nómina de recientes perfiles de enfermeras en Primaria, complementarios a las de cupo, el de la gestora de casos. La misma, en palabras de la coordinadora en la Casa del Mar, "surge de la necesidad de atender cada vez más casos complejos", consecuencia de una población más envejecida y de mayor número de procesos crónicos. Su labor trasciende el cuidado y el diagnóstico clínico porque casos complejos son también "los de personas que están enfermas y solas, aquellas dependientes sin nadie que les ayude a gestionar su día a día o quienes tienen un entorno familiar desfavorable".
Todas estas figuras, diferentes entre sí pero complementarias, conforman hoy una enfermería en Atención Primaria que se abre, se especializa y se adapta a un territorio cada vez más complejo. Una red de cuidados que no solo atiende enfermedades, sino que acompaña procesos de vida; que no se limita a resolver lo urgente, sino que trabaja para evitarlo. Desde los recién nacidos hasta las personas mayores en situación de fragilidad, la enfermería de los centros de salud sostiene y articula los vínculos entre la población y su sistema sanitario. Y lo hace desde la cercanía, la formación, la mirada integral y la escucha.
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