Una comisión con todos los partidos buscará financiación para el Cuartel de Santa Fe
Moro recoge el guante de IU proponiendo una alianza para sacar al edificio del abandono Condición de los izquierdistas: no privatizar
Santa Fe, con su música callada, vuelve al debate municipal tras nueve años en blanco sin inversor que lo rescate. La recuperación del viejo cuartel de la Policía, que naciera como mercado de abastos en 1900, regresa al punto de mira a raíz de una moción de Izquierda Unida: el Pleno impulsó ayer por unanimidad de todos los grupos representados en el Ayuntamiento la creación de una comisión para "buscar entre todos" la financiación necesaria para rehabilitar este edificio histórico del entorno de San Pedro y consensuar usos sociales y/o culturales para poner este legado arquitectónico al servicio de la ciudadanía. Una reivindicación pertinaz de los vecinos de la zona y uno de los grandes caballos de batalla del Consistorio en materia patrimonial.
Hasta aquí, largo ha sido el naufragio desde que el Ayuntamiento asumiera la propiedad del inmueble cuando la Administración Central trasladó la Comisaría al Paseo de Las Palmeras: primero se negoció la puesta en valor de un centro cultural por parte de distintas entidades financieras, luego llegó la crisis, se planteó incluso sacar a concurso la explotación del edificio para ocio y restauración, y finalmente se optó por abortar la licitación. Cuando llegó el cambio de Gobierno en Madrid, los periquistas confiaron en la nueva alianza institucional que podrían encontrar para cargar la restauración del cuartel al programa del 1% Cultural del Ministerio de Fomento, el mismo con el que el alcalde, Pedro Rodríguez, había conseguido financiar la rehabilitación del Muelle del Tinto en mandatos anteriores. Ayer se desvelaron nuevos términos del asunto, una nueva carrera de obstáculos.
IU puso sobre la mesa la iniciativa de promover una "rehabilitación somera" del caserón -defendió el concejal Juan Manuel Arazola-, que fuera asumible por el Consistorio, para convertir Santa Fe en un centro cultural y multiusos. Los socialistas apoyaron la iniciativa, recalcando el edil Oscar Toro que el viejo cuartel "es un trágico ejemplo de edificio abandonado y en avanzado estado de deterioro y no vemos ningún tipo de movimiento para poner en valor esta seña de identidad de la ciudad". Entonces fue cuando el teniente de alcalde de Desarrollo Urbano, Francisco Moro, dio cuenta de las últimas novedades sobre el tema, virando el debate hacia un acuerdo unánime para intentar desbloquear el proyecto: "Desde el Ayuntamiento estamos muy interesados en hacer esta rehabilitación -subrayó- y, para pedir la subvención a Fomento, hemos hecho un estudio sobre el estado del edificio, en el que se constatan importantes problemas estructurales, que impiden hacer la rehabilitación somera que plantea IU, ya que el suelo tiene peligro de hundimiento y existe un sótano en el edificio, además del deterioro del techo. No se puede poner en uso el edificio sin hacer una rehabilitación profunda, lo hemos comprobado". Como añadió el portavoz municipal del PP, de momento se ha descartado pedir la subvención estatal, "el objetivo que nos marcamos al inicio de esta legislatura para poner en valor este patrimonio, ya que desde el Ayuntamiento tendríamos que aportar el 25% del presupuesto y en estos momentos no tenemos capacidad para esa inversión. Como no encontremos ninguna institución dispuesta a financiar la actuación, difícilmente lo podremos hacer. Y cuanto más tiempo pase, peor. Más deterioro. Por ello -capituló Moro- propongo que entre todos busquemos fuentes de financiación creando una comisión específica".
El concejal de Desarrollo Urbano no precisó el montante que sería necesario para un proyecto de esta envergadura, pero la última referencia que salió a la luz pública hace unos años (cuando aún pululaba la opción del anteproyecto de José Hernández) apuntaba a unos 4 millones de euros, la mitad para la recuperación estructural y la otra mitad para el equipamiento para su puesta en uso. Se trata de una estimación que, obviamente, actualmente está sujeta al avance del deterioro del caserón y a la finalidad que se determine para su apertura al público.
La transaccional de Moro, pues, se topó con un buen recibimiento por parte de sus interlocutores (el concejal de la Mesa de la Ría estuvo ausente por enfermedad, aunque desde su escaño ya ha defendido la recuperación de este patrimonio).
No obstante, Izquierda Unida cerró el círculo con un aviso para navegantes: "No tenemos inconveniente en que se busque financiación, pero sí queremos que se garantice que, una vez rehabilitado, ponga el dinero quien lo ponga, el edificio no se explote como un equipamiento de uso privado", remarcó el portavoz izquierdista Pedro Jiménez.
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