El coloso neoclásico atrapado en la historia
La Junta adquirió el inmueble de Las Monjas en 2008 para hacer "un centro cultural y expositivo de referencia a nivel autonómico e iberoamericano"
El edificio del Banco de España, titán neoclásico de la Plaza de Las Monjas, lleva atrapado en la aspiración de ser rehabilitado para tener uso cultural desde el año 2008. Fue el 1 de junio de este ejercicio cuando la Consejería de Economía y Hacienda lo adquirió por un importe de 3.756.863 euros. El objetivo es que fuese "un centro cultural y expositivo de referencia a nivel autonómico e iberoamericano, e incorporarlo al patrimonio histórico artístico de la ciudad de Huelva".
El inmueble, propiedad de la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio S.A. (Segipsa), fue construido entre 1935 y 1938 bajo la dirección del arquitecto José Yarnoz Larrosa. Situado en la céntrica Plaza de las Monjas, el edificio tiene una superficie construida total de 3.365,47 metros cuadrados, distribuidos en cuatro plantas, incluida la planta sótano.
Constituye una de las obras más importantes del patrimonio arquitectónico de la provincia, ejemplo de la arquitectura neoclásica, con elementos ornamentales del barroco andaluz y en noviembre de 2016 la Junta incoó el procedimiento para declararlo Bien de Interés Cultural (BIC).
Al adquirirlo, la Administración autonómica aseguró que su uso "como centro cultural de referencia" permitiría ampliar la oferta de servicios culturales en la provincia, ya que podría albergar "programación propia, como centro de divulgación de la cultura iberoamericana, y también programación externa, como por ejemplo exposiciones del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, actividades de la Filmoteca de Andalucía, del Centro Andaluz de la Fotografía, o de la Agencia Andaluza de Flamenco, entre otros, así como actividades escénicas o de danza y ciclos de conferencias internacionales".
Un año después, en 2009, la Junta concretó que el edificio se convertiría en un espacio en Huelva para la cultura iberoamericana de referencia en Andalucía. Anunció que adjudicaría en diciembre de ese año el proyecto, pero en junio de 2010 se dijo que estaría redactado en un año. Y eso que la rehabilitación iba a estar concluida en 2011. Pero en marzo de ese año, el PSOE aseguró que el proyecto básico ya estaba terminado y había sido estudiado por la comisión de Cultura, por lo que se estaba redactando el proyecto de ejecución.
En febrero de 2012, mientras aún se redactaba el proyecto para recuperar el inmueble para uso cultural, la Asociación de Amigos del Museo Onubense (AMO) se echó a la calle para recoger firmas con el objetivo de demandar que el inmueble acoja un museo arqueológico, siguiendo la estela de experiencias previas como las del Museo de Arqueología Salvador Vilaseca en Reus, el de Cabra, la Casa das Artes de Vigo, el Museo de las Peregrinaciones y de Santiago, o el Museo de Arqueología de Cantabria, en Santander.
En permanente compás de espera, fue en octubre del pasado año cuando la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, anunció que el proyecto de rehabilitación del edificio, tras 13 años sin uso, contemplaba su uso como "espacio cultural". Según dijo, el proyecto estaba "preparado" y "pronto" se licitaría la obra. Ahora se abre una etapa de diálogo en la que una comisión técnica estudiará la viabilidad de adaptar el proyecto existente -que contempla ese uso cultural (sin noticias del iberoamericano) y para el que la Junta consignó en 2016 unos 340.000 euros- a un uso museístico para la arqueología.
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