El colegio SAFA Funcadia, creando personas para las demás desde 1944

Los docentes más veteranos y exalumnos del colegio onubense narran cómo ha cambiando el centro en las últimas décadas y los recuerdos que guardan de su etapa escolar. Todos coinciden en que, a pesar de la transformación del centro, el trato humano y lo esencial no cambian.

'Soles', el brillante corto de los alumnos de SAFA Funcadia que reivindica las aulas inclusivas

El colegio SAFA Funcadia, creando personas para las demás desde 1945 / H.I

Si hay una institución que por ubicación e historia puede considerarse el corazón educativo de Huelva, ese es el colegio SAFA Funcadia. Durante más de 77 años, esta escuela de carácter jesuita, ha impulsado una educación de calidad a niños y niñas sin importar su procedencia, clase social o identidad cultural o confesional.

Por sus aulas y talleres de la Alameda Sundheim han pasado generaciones enteras de onubenses que han ido viendo como el centro sufría una profunda transformación tanto urbanística como tecnológica que, sin embargo, no ha modificado ni un ápice los valores humanistas con los que el centro abrió sus puertas en 1944.

Gracias al aumento del alumnado que supuso el traslado de alumnos y docentes del antiguo colegio San José de Calasanz en 1999, el centro ganó una nueva línea educativa en Secundaria que obligó a la edificación de un nuevo bloque de aulas que ahora alberga las aulas de Primaria.

Si hay un responsable del mantenimiento de dichos valores es, sin duda, su equipo docente. Muchos de ellos están a punto de jubilarse y a otros aún les quedan unos años pero todos tienen en común un trabajo incansable y a menudo poco valorado por el bienestar de sus alumnos y alumnas y sus futuras vocaciones.

De todos ellos, Inma Márquez es una de la más veteranas. Al igual que su compañero Paco Grandal, lleva más de treinta años ligada a la antigua Escuela del Padre Laraña enseñando la importancia del Arte para la cultura y la sociedad. En sus clases se aprende sobre historia y habilidades artísticas pero, sobre todo, se habla de vida y de transformación. "El Funcadia tiene dos cosas que lo hacen realmente especial y diferente. Por un lado somos vanguardia a nivel educativo gracias a un magnífico ambiente de trabajo y por otro, tenemos un excelente sistema de tutorías que pone a la persona por encima del alumno", asegura la docente.

Funcadia celebró su 75 aniversario el pasado 2019 / H.I

De la misma opinión es Baltasar López, profesor de matemáticas y física desde hace más de dos décadas. "Las nuevas generaciones son muy diferentes a las anteriores y hay que llegar a ellas por otras vías pero seguimos manteniendo la misma pasión que entonces, tanto los veteranos como los nuevos profesores". La presencia de las nuevas tecnologías ha cambiado este panorama, "ahora trabajamos a caballo entre lo digital y lo analógico pero la esencia no cambia", ha asegurado el docente.

El nuevo profesorado ha logrado no solo fusionarse con el equipo de veteranos sino mantener el inmejorable ambiente que se ha sentido siempre en la Sala de Profesores del centro. Todos ellos y ellas, dotados con renovadas energías y un importante bagaje, han hecho suyo el sentir de Funcadia. "La prueba de que es un gran sitio para enseñar es que los que vienen ya no quieren marcharse", asegura Inma.

Una Pastoral para crecer en valores

Buena parte de esa capacidad para transmitir ideales humanos se cocina a fuego lento en un pequeño despacho del edificio de Secundaria que los antiguos alumnos recuerdan con especial cariño. "La Pastoral ha sido siempre un lugar de encuentro en el que se organizaba de todo, desde una recogida de alimentos a una campaña solidaria. Era un lugar muy nuestro en el que pasamos muchas horas y nos entendíamos muy bien", asegura María, antigua alumna del centro.

pic-20150513053858S3878P6 / H.I

"Puede que no tengamos un edificio robótico pero lo esencial, lo que realmente importa no ha cambiado", asegura Inma Márquez, quien fue coordinadora de la Pastoral hace varios años. Tanto los nuevos alumnos como sus docentes han traído aires renovados y un gran impulso a su coordinación. Gracias a ellos, hoy se celebran numerosas actividades a lo largo del curso como el Mercadillo Solidario, cuya recaudación se destina íntegramente a obras solidarias de la oenegé jesuita Entreculturas Fé y Alegría.

A todas estas actividades hay que sumar el empuje de la Asociación de Antiguos Alumnos quien lleva desde 1994 desarrollando numerosas actividades en Huelva y potenciando la atención hacia las clases sociales mas desfavorecidas. El objetivo de la AA SAFA Funcadia es lograr un desarrollo social de la capital y su entorno a través de actividades como la actividad del economato Resurgir.

Una de las actividades más reconocidas de esta entidad en las últimas décadas es la representación de la opera rock Jesucristo Superestar en la que año tras año se implican tanto un nutrido grupo de alumnos y alumnas del centro como sus familias.

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