El centro de salud de Isla Chica, saturado por la falta de espacio
Los profesionales tienen que compartir consultas de manera simultánea · Pediatría se trasladó al centro de Adoratrices por falta de condiciones
Los profesionales que trabajan en el centro de salud de Isla Chica han mostrado ya su hartazgo e indignación ante la precariedad de medios con la que han de llevar a cabo su tarea. El principal problema es la falta de espacio de un centro asistencial que nació con espíritu provisional y ve cómo pasan los años sin que se sepa cuándo el centro de salud definitivo comenzará a edificarse en terrenos del Colombino.
Los trabajadores lamentan lo que consideran pasividad de la Junta a la hora de dar respuesta a su reclamación de contar con mayores instalaciones. Hace medio año transmitieron su propuesta de que Salud alquilara un local adjunto de 40 metros cuadrados, que desahogaría la situación. La desesperación ha cundido en sus ánimos cuando, tras considerar que la Administración ha actuado con apatía, han visto cómo la dueña de ese local ha optado por alquilarlo a otra persona. "Entendemos que los procesos que realiza una Administración acarrean todo un proceso burocrático, pero creemos que el plazo ha sido rebasado", señaló ayer una de los trabajadores.
El centro, que nació hace siete años para dar asistencia a 7.000 usuarios, ya tiene una población adscrita de 15.000 personas. En su escaso espacio han de pasar consulta 8 médicos y 7 enfermeras. Tal es el agobio que los profesionales ven cómo el clima laboral en muchas ocasiones se resiente. En el escrito que enviaron hace seis meses, los trabajadores señalaban que "el espacio es totalmente insuficiente porque a lo que denominamos consulta son en realidad, habitáculos que no reúnen las características propias de lo que sería una consulta". De hecho, éstas han de ser compartidas hasta por cuatro profesionales en el mismo horario y con actividades diferentes, "lo que está produciendo situaciones de tensión entre nosotros mismos", aparte de que hay ocasiones en los que son hasta los usuarios quienes han de compartir consulta de manera simultánea.
Capítulo aparte merece la atención pediátrica. Dada la escasez de espacio, la consulta médica se instaló en las Adoratrices, aunque en Isla Chica siguen la enfermera y la trabajadora social. La peculiaridad de la situación ha provocado momentos en los que "se ha llegado a producir puntualmente, atención de urgencias del pediatra en el otro centro de salud y de la enfermera en el nuestro con el consiguiente trastorno para el usuario". La falta de espacio ha provocado además que Isla Chica sea el único centro de Atención Primaria de la capital que no puede ofrecer todos los programas incluidos en la cartera de servicios.
Las deficiencias del lugar donde los profesionales sanitarios han de ejercer su actividad se completan con problemas con el acondicionamiento -"problema cronificado"- repercutiendo en las condiciones físicas de los usuarios y de los profesionales. Los trabajadores asimismo denuncian problemas de olor de cañerías que se agudizan en verano, sobrecargas de los cupos de los distintos profesionales, "muy por encima de la media establecida con el condicionante de la características de una población envejecida, lo que hace que la frecuentación se multiplique" y la ausencia de una sala de reuniones, para talleres, vestuarios, salas de espera adecuadas, aseos, etcétera.
Ante la situación descrita, los profesionales entienden que la situación en la que tienen que ejercer su actividad, salta "todas las normas que regulan los riesgos laborales".
A la espera de una solución que consideran que debe ser ya real e inmediata, la plantilla tiene prevista una serie de movilizaciones.
El centro de salud de Isla Chica -otrora Perlita de Huelva- fue el resultado de las reivindicaciones del vecindario de Viaplana que vieron en el cierre del centro de la plaza Houston y su traslado a las Adoratrices, una merma en su calidad asistencial, principalmente por la distancia con el nuevo centro.
Así, y a la espera de la apertura del definitivo centro de salud de Isla Chica en los terrenos del Colombino, se habilitó un local alquilado que rápidamente se quedó pequeño. La causa fue que aunque en un principio se pensó en que diera cobertura a 7.000 personas, los usuarios que habían sido trasladados en un principio a las Adoratrices comenzaron su 'retorno' a la Isla Chica haciendo uso de la petición por libre elección de médico.
Es así como se llegó a la cifra de 15.000 usuarios. Los problemas de saturación por falta de espacio y la alta ratio de pacientes para médicos y enfermeros, son sin embargo aspectos nuevos sino que se van arrastrando desde hace ya varios años. La idea de provisionalidad con la que nació el centro ha ido diluyéndose ante una realidad que demuestra que la construcción del definitivo centro de salud va para largo.
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