Huelva

Los camareros de Huelva temen quedarse sin empleo ante el cerrojazo al ocio nocturno

  • Los consumidores creen que el virus no se propaga por culpa de los negocios, sino de la “clientela irresponsable”

Un grupo de amigos brinda en la noche del viernes en una terraza puntaumbrieña.

Un grupo de amigos brinda en la noche del viernes en una terraza puntaumbrieña. / Rafa del Barrio (Punta Umbría)

Los empresarios no serán los únicos damnificados del cierre de los locales del ocio nocturno, que se otea ya en el horizonte del BOJA venidero. Los empleados de estos negocios, encargados y camareros, están temerosos porque "muchos nos vamos a quedar sin empleo".

En este inédito verano de pandemia, donde todo parece avanzar implacablemente hacia otro indeseado confinamiento por el repunte de contagios, encargados como Luisa Gutiérrez, contratada en un conocido local del centro de Huelva, avanzan a este periódico que con el cerrojazo "al turno de noche, que funciona los fines de semana, nuestro personal se va a reducir a la mitad". Su empresa ya ha convocado una reunión para ver cómo aborda los recortes en la plantilla.

Por ahora, señala la trabajadora, "solo sabemos que tendremos que cortar la barra a las doce de la noche", con el consecuente impacto en la caja de un negocio que concentra buena parte de sus ingresos en las copas del fin de semana.

A juicio de Gutiérrez, "se está estigmatizando a un sector, el del ocio nocturno, cuando los casos de coronavirus se están registrando en todos los sectores, basta con ir a un centro comercial para ver aglomeraciones de gente sin mascarillas y que no guarda las distancias de seguridad". Es más, entiende que "es lo mismo tener a la gente en la terraza hasta la 1:00 que hasta las 4:00 si se guardan todas las medidas".

Una camarera con la bandeja repleta de cócteles, en Punta Umbría este viernes. Una camarera con la bandeja repleta de cócteles, en Punta Umbría este viernes.

Una camarera con la bandeja repleta de cócteles, en Punta Umbría este viernes. / Rafa del Barrio (Punta Umbría)

En el mismo bar onubense trabaja Diego Martín como camarero. "El problema no está en el ocio nocturno creo yo, sino en la movilidad de las personas, deberían cerrar las provincias porque aquí en Huelva apenas hemos tenido contagios", apunta. Asimismo, recalca que el virus seguirá avanzando y lamenta que "a los locales de hostelería, que somos el 80% de la economía del país, no se les ha dado alternativa".

En su caso, está a la expectativa de lo que su empresa haga, pero teme que lo despidan a él o a parte de sus compañeros. "Aquí todos tenemos una familia que mantener y la situación va a ser muy delicada, para colmo sin ERTE". No mejorará el panorama en invierno, cuando "tengamos que cerrar las terrazas a las 22:00; además, ¿a diez grados quién se va a sentar en una terraza?", se pregunta Martín.

Sentados en ella encontramos a tres jóvenes, Antonio y Carlos, de 24 años; y Pedro, de 25. Este último indica que ha ido un par de veces a una discoteca de Punta Umbría "y estaba todo muy controlado", mientras que Antonio ha preferido "echar estas noches de Covid en una plazoleta tomando algo con mis amigos, siempre menos de diez, porque las discotecas son un cachondeo".

Carlos piensa que "quizá la culpa no sea de los locales, sino de la clientela irresponsable", a lo que añade que "parece que nos hemos pasado dos meses encerrados para nada". Los tres lamentan que se señale a la juventud como causante de la propagación del virus "cuando se celebran corridas de toros que dan vergüenza o misas multitudinarias, es injusto". Aseguran que se cuidan para "no contagiar a nuestros padres".

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