La Casa Colón se integra hoy en el espacio de la zona de El Punto.

La fotografía está tomada en 1964, en un momento importante para el futuro de la ciudad al localizarse en ella uno de los polos de promoción industrial del país.

Está tomada en El Punto hacia la alameda Sundheim, la entrada a la población desde la carretera de Sevilla. Con su amplio acerado conectaba con la ciudad que iba creciendo de manera armónica arriba de la cuesta de San Cristóbal, donde se encontraba desde los años treinta del pasado siglo el Barrio Obrero Reina Victoria (Eugenia, para más señas) y junto al que crecerá a partir de los cuarenta/cincuenta la populosa Barriada de Isla Chica, agrupando realidades urbanísticas como al Huerta Mena o El Polvorín.

Sobre el horizonte de la fotografía aparece el hospital Manuel Lois García una de las grandes apuestas sanitarias para una ciudad que entonces solo contaba con algunas clínicas dispersas y privadas. Se levantó en 1954. Hoy se ha borrado de este paisaje. Por un lado, porque así lo demandaba un nuevo paso en la mejora sanitaria de la ciudad para dar lugar al hospital Juan Ramón Jiménez, en 1993, aunque al final también desapareció el edificio.

Entre la arboleda se puede ver el primitivo del colegio Madre de Dios, en la actualidad Funcadia. La vivienda de la familia de Carlos Díaz y Franco de Llanos que fueron los mecenas para esta realidad educativa que continúa al servicio de los jóvenes onubenses.

Sin embargo, lo más curioso de la fotografía es que nos muestra un trazado sencillo, el de unos muros que a modo de valla aislaba la Casa Colón del resto de la ciudad. Aquel hotel construido pensando en los faustos del IV Centenario protegía sus amplios pabellones para el uso exclusivo de clientes que aquí se hospedaban o para los grandes bailes y reuniones célebres.

Cuando su propietario y promotor Guillermo Sundheim vendió estas instalaciones a la todopoderosa Rio Tinto Company Limited, la empresa minera se preocupó que este fuese su baluarte, gracias a esos amplios muros y a los dos casetones exteriores que a modo de garita controlaba todo el perímetro, a lo que se sumaba la vigilancia interior.

En los noventa se produjo la caída del muro cuando la ciudad adquiere en permuta la Casa Colón. Aquella barrera dejó paso en 1992 a la gran zona de acceso a este complejo cultural del que la ciudad se siente especialmente identificada. Los tiempos cambian y en este caso para bien de la cultura.

La alameda Sudheim

La fotografía ofrece una ciudad amable, sencilla en la que hay gente que camina por la amplia acera de la alameda Sundheim ajena a lo que hay detrás del alto muro. Aquí, los pabellones de la Casa Colón, entonces sede de la española Compañía Río Tinto Minera. Se puede ver el edificio del hospital Manuel Lois que de ser la construcción más potente de la ciudad acabó siendo un simple solar.

Centro Cultural

Inaugurado el 26 de junio de 1883 como hotel Colón, acogió la celebración del IV Centenario del Descubrimiento de América y un siglo después, el 3 de agosto de 1992, en la celebración del V Centenario los reyes de España donJuan Carlos I y doña Sofía inauguran la rehabilitación que lo convierte en centro cultural. Hoy no hay muro que impida el acercamiento a los pabellones, convertido en lugar para la cultura de la ciudad.