Huelva

El Cabezo Roma de Huelva pudo ser un lugar de ritual vinculado a la necrópolis de La Joya

  • Durante el confinamiento el espacio es objeto de un expolio y el daño causado no se puede valorar. La Junta quiere dotarlo de protección e incluirlo en la Zona Arqueológica de Huelva

El Cabezo Roma.

El Cabezo Roma. / Josué Correa (Huelva)

Los arqueólogos que realizaron la intervención arqueológica de urgencia en el Cabezo Roma barajan la hipótesis de que éste fuera un lugar de ritual vinculado a la necrópolis de La Joya. Durante la excavación llevada a cabo para valorar los daños ocasionados tras un expolio se encontró un gran número de piezas de cerámica de diferentes características.

Antonio Portero, jefe de Servicio de Bienes Culturales de la Delegación territorial de Cultura y Patrimonio Histórico, ha señalado que “no está muy claro” ya que la excavación “fue muy acotada porque el objetivo final era recuperar los bienes muebles que pudiese haber, valorar los daños y ver ante qué estamos”, pero lo encontrado “nada tiene que ver con un enterramiento funerario, está en el mismo horizonte cronológico de La Joya, pero no se corresponde con la misma tipología, no estamos ante un enterramiento sino ante una estructura diferente”.

Ha incidido en que los resultados de la memoria de la intervención arqueológica “va en esa línea”. Lo encontrado era un acopio de material cerámico “de gran diferencia, había de mucha calidad, otras de menos” y ha indicado que los arqueólogos “no saben muy bien con la información que se tiene y la excavación tan concreta que se hizo con qué podía estar asociado concretamente ese tipo de estructura, pero tipológicamente nada tiene que ver con la necrópolis de La Joya, sí cronológicamente”.

El jefe de Servicio de Bienes Culturales ha comentado que “podía ser, según planteaba una de las hipótesis, un tipo de lugar de ritual, porque allí había mucha cerámica, era una de las hipótesis que barajaban los arqueólogos que ejecutaron la actividad arqueológica, pero con los escasos datos que se tiene, ya que la actividad arqueológica ha sido muy concreta y puntual, es muy aventurado decir exactamente a qué podía pertenecer”.

El delegado territorial de Cultura y Patrimonio Histórico, José Manuel Correa, ha subrayado que desde la Junta de Andalucía se está trabajando para dotar al espacio de una protección adecuada e intentar incluirlo en la Zona Arqueológica de Huelva, para posteriormente seguir interviniendo en la zona en el marco de las actuaciones establecidas y conveniadas con la Universidad.

El jefe de Servicio de Bienes Culturales ha recalcado que los hallazgos corresponden “al mismo horizonte cronológico de La Joya y muy probablemente estuviésemos hablando de un mismo yacimiento en su día”.

La intervención arqueológica de urgencia fue fruto de un expolio. Correa ha explicado que “es una zona que durante muchos años se estuvo analizando y nunca apareció nada”, a lo que Portero ha añadido que “la parte positiva del expolio que se produjo es que ha evidenciado registro arqueológico en la zona”.

El jefe de Servicio de Bienes Culturales ha manifestado que el daño causado por el expolio no se puede valorar, “se tocaron perfiles, se alteró un registro arqueológico, hay un expolio evidentemente pero si se han podido sustraer bienes muebles difícilmente lo sabremos, los expoliadores lo que buscan son ajuares: joyas, monedas..., cosas que tienen un valor en un mercado negro, pero eso difícilmente se puede constatar, el daño es a la información que podría haber aportado el registro intacto”.

El expolio se produjo a finales de mayo de 2020, en pleno confinamiento, cuando no había movilidad, ésta estaba restringida, en una zona que está dentro del núcleo urbano, “que es transitada pero no es accesible, está un tanto escondida. Es transitada por los vecinos de la zona y alrededores pero está resguardada”, ha apuntado Portero.

Los arqueólogos pudieron constatar que el expolio “no estaba hecho por alguien cualquiera, se veían muy bien limpios los perfiles, quienes fueran tenían un mínimo de conocimientos y sabían lo que buscaban”, ha resaltado el jefe de Servicio de Bienes Culturales.

El delegado territorial de Cultura y Patrimonio Histórico ha lamentado que “desgraciadamente hay gente que utiliza sus conocimientos para algo que no debería que es expoliar. En vez de comunicar e informar de lo que descubren, expolian y se lo llevan para lucro personal y es una pena”.

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