Iniciativas

Arquitectura, música y danza se alían en la gala de los arquitectos de Huelva

  • El Colegio Oficial de Arquitectos premia a la Real Sociedad Colombina y a la comunidad franciscana de La Rábida

La decana del Colegio de Arquitectos, Miriam Dabrio, y Manuel Ángel Vázquez.

La decana del Colegio de Arquitectos, Miriam Dabrio, y Manuel Ángel Vázquez. / Josué Correa (Huelva)

El Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva celebró en el Gran Teatro de la capital onubense la Gala de la VIII Semana de la Arquitectura de la Provincia de Huelva, que se dedica en esta edición a la arquitectura vinculada con las artes escénicas. Fue el cantante Josemi García el encargado de abrir la velada, en la que hubo entrega de premios y reconocimientos.

En el transcurso de la gala, en la que la música y la danza se aliaron con la arquitectura, se entregaron los XXVI Premios de Arquitectura. El ganador del Premio de Arquitectura a la Mejor Obra es el arquitecto Manuel Ángel Vázquez Domínguez por el proyecto Red de senderos y adecuación de espacio para actuaciones al aire libre.

Tras recoger su galardón, Vázquez mostró su agradecimiento a la Mancomunidad de Islantilla, promotora del proyecto, y a su hijo Manuel Ángel, que recién terminada su carrera colaboró en esta obra, “su colaboración ha sido imprescindible en el trabajo”. Indicó que se trata de “la capacidad de delimitar un espacio en el vacío”, que además cuenta “con un espacio escénico”. La decana del Colegio de Arquitectos de Huelva, Miriam Dabrio, destacó que están “arquitectura, paisajismo y artes escénicas unidas”.

Aparte, se concedió el premio en la categoría de Investigación Arquitectónica a la Publicación Fronteiras. Textos e Projetos de Arquitectura, Paisagem e Território, editado por Recolectores Urbanos Editorial y coordinado y dirigido por el arquitecto Pablo Blázquez Jesús.

El diploma a la obra más votada por los colegiados fue para el proyecto de vivienda unifamiliar aislada del arquitecto Raúl Vela Aguilar.

También se entregaron los premios sociales. El de A la puesta en valor del patrimonio arquitectónico y cultural asociado recayó en la Real Sociedad Colombina Onubense y la comunidad franciscana del Monasterio de La Rábida; Al Fomento y Divulgación de los Valores de la Arquitectura, en el artista Andrés Espuelas; el Premio Social y Solidaridad de la Arquitectura, en Arquitectos sin Fronteras de España.

Andrés Espuelas comentó que ya de niño pintaba en los márgenes de los libros de texto detalles de su tierra, y que fue a partir de 2016, tras una exposición con su obra, cuando pudo mostrar al público su particular visión del patrimonio arquitectónico onubense. Indicó que la difusión que se está realizando de sus trabajos “me anima a seguir trabajando por Huelva y llevar sus rincones al mundo”.

Germán López, coordinador de Arquitectura sin Fronteras, señaló que este premio “significa un aliciente” para seguir trabajando por el derecho a la vivienda y “estar en un entorno digno”.

Asimismo se entregaron insignias a cinco nuevos colegiados. También se destacó en la gala, conducida por el periodista Manu Suero, el trabajo realizado por el artista onubense Tomás Soriano, ganador del primer Concurso del Cartel Anunciador de la Semana de la Arquitectura. En su obra, Soriano captó el mensaje a transmitir con la temática, La arquitectura a escena.

En su intervención, la decana del Colegio de Arquitectos de Huelva, Miriam Dabrio, abogó por un “urbanismo lógico” y dar soluciones a aspectos como los movimientos migratorios, el cambio climático y el envejecimiento de la población. Subrayó que “todos necesitamos arquitectura en nuestras vidas”, y apostó por hacer accesible el parque de viviendas así como por la rehabilitación de los edificio para conseguir una mejora de la eficiencia energética.

El director de la Banda Sinfónica de Huelva, Francisco Navarro Lara, por su parte, impartió una original charla, en la que abordó la relación de la música y la arquitectura. Aseguró que tanto los músicos como los arquitectos “todo lo que hacemos lo hacemos por los demás”. Apuntó que “la emoción” es el punto de encuentro entre la música y la arquitectura, “es su esencia”.

Contó en el escenario con un emotiv epoc, para saber qué pasa por la mente. Indicó que “el 85% de las decisiones que tomamos son emocionales”. Recalcó que “los músicos hacemos música para la mente”. Explicó que la música y la arquitectura tienen parte técnica y parte creativa, “todo está sustentado en una estructura”, y que músicos y arquitectos tienen el poder de crear dos veces, “en el mundo de lo no visible y en el mundo de lo visible”. Navarro Lara finalizó su intervención interpretando al piano (Everything I Do) I Do It For You, de Bryan Adams.

La gala concluyó con un número de baile de la Asociación Juvenil Carabela.

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