El apagón pone a prueba la capacidad de reacción de la industria de Huelva

El apagón eléctrico que afecta este lunes a gran parte de la península ibérica ha puesto a prueba la capacidad de reacción del sector industrial onubense, que ha soportado con relativa normalidad una situación que, pese a lo excepcional, también se contempla como una posibilidad en los planes de emergencia de las fábricas. El apagón ha servido, además, para mostrar la importancia estratégica de las infraestructuras energéticas de la provincia, especialmente las centrales de ciclo combinado que operan Naturgy en Palos de la Frontera y Endesa Generación en la Punta del Sebo, que se han activado en su totalidad para tratar de recuperar el suministro en todo el país cuanto antes, como explicó el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, en su comparecencia de esta tarde.

La instalación de Naturgy, ubicada en el Polígono Industrial Nuevo Puerto, suma una capacidad de 1.200 megavatios, distribuidos en tres bloques de 400 MW cada uno. Desde su puesta en marcha entre 2004 y 2005, ha acumulado una producción de más de 50 teravatios hora, lo que equivale al consumo anual de más de 700.000 hogares. Por su parte, la central Cristóbal Colón de Endesa, reconvertida a ciclo combinado en 2006, tiene una capacidad instalada de 397,8 megavatios, gracias a la modernización de sus antiguos grupos térmicos. En conjunto, las dos plantas suman cerca de 1.600 megavatios de potencia instalada, consolidando a Huelva como un núcleo energético esencial para Andalucía y para el sistema eléctrico nacional, jugando un un papel fundamental en la estabilización progresiva de la red eléctrica.

La respuesta del sector industrial onubense fue “inmediata y eficaz”. Según explicó Juan del Olmo, presidente de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva (Aiqbe), que ha señalado que el apagón ha afectado a "la totalidad de las empresas", aunque no se han registrado incidencias en ninguna de ellas, ya que los protocolos de actuación "han funcionado perfectamente". Del Olmo ha explicado que los protocolos de contingencia "están diseñados” para este tipo de situaciones: “Se han mantenido los servicios críticos para mantener la seguridad en todas ellas" mediante la utilización de grupos electrógenos.

El presidente de Aiqbe ha destacado la contribución de Moeve en el suministro de combustible a los hospitales Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena, además de Protección Civil en Huelva, para sus grupos de generación.

En todo caso, la mitad de las plantas están todavía sin tensión y en la otra mitad se ha iniciado el proceso normal de arranque de las plantas". Por otro lado, Del Olmo ha aclarado que el humo negro visto en algunas chimeneas son "procesos normales", ya que cuando las plantas pierden tensión "van a posición segura" y "para evitar sobrepresiones en las líneas, en las torres y en los tanques lo que se hace es ventear por las antorchas y por eso se ha visto esas llamas y el humo negro". De hecho, la aparición de humo negro se ha producido en el entorno de otras refinerías en España, como las de A Coruña o Vizcaya.

Aiqbe resalta especialmente que "no se han registrado incidencias" y que "los trabajadores de mantenimiento y operación han permanecido en las plantas para que cuando se recupere el servicio poner las plantas lo más rápido en funcionamiento". Del Olmo confirma que no se cerró ninguna planta industrial y que, como medida preventiva, se reforzaron los turnos con más personal de subcontratas de lo habitual, en previsión de cualquier anomalía.

En paralelo, desde el Parque Energético La Rábida, gestionado por Moeve, además del envió de 1.000 litros de diésel a los hospitales para garantizar su suministro en servicios críticos, ha puesto a disposición de las autoridades, en colaboración con Decal, una cisterna de 30.000 litros para atender posibles necesidades de emergencia.