Huelva

Un año de reinvención constante para la Onubense

  • Tras el abrupto corte de las clases presenciales el curso pasado, el modelo híbrido y rotatorio del actual apenas dura un mes

Las clases presenciales duraron apenas un mes tras el inicio del curso.

Las clases presenciales duraron apenas un mes tras el inicio del curso. / Alberto Domínguez (Huelva)

Después de un curso en el que la Universidad de Huelva tuvo que inventar de un día para otro la manera de dar las clases por el estado de alarma, se comenzó a preparar el siguiente desde junio. Sin perder de vista los tres escenarios posibles, es decir, la presencialidad total, un sistema mixto y el sistema 100% telemático, la decisión fue adoptar un modelo mixto para los más de 10.000 alumnos de la Onubense, con el objetivo supremo de garantizar la salud.

En septiembre fue aprobado el Plan de Actuación por parte del Comité de Seguridad y Salud con el visto bueno de la Consejería de Salud y Familias, una hoja de ruta modulable para poder dar respuesta a la naturaleza cambiante de la situación. El comienzo de curso se realizó de manera escalonada, la UHU adquirió cámaras para las clases y se habilitaron espacios más grandes como las salas de grado para facilitar la distancia de seguridad a los grupos más numerosos, entre otras medidas. La apuesta por este modelo híbrido suponía la división de las clases en grupos que debían ir rotando de manera que unos recibieran la docencia desde su casa y otros desde el aula universitaria.

En estas llegó la segunda ola de la pandemia, que el 9 de noviembre devolvió a los universitarios a sus casas tras el decreto de la Junta que imponía restricciones para frenar los contagios. Esta normativa, posteriormente prorrogada, sí permite la realización de las prácticas, una formación vital especialmente en las áreas sanitarias, en una situación como la actual de especial necesidad social de profesionales de la salud. El curso pasado fueron interrumpidas para los estudiantes del Grado de Enfermería y en el actual las pudieron retomar con normalidad según el programa establecido para cada curso.

Otro de los zarpazos del coronavirus a la Universidad de Huelva ha sido el freno a su vocación internacional, una de las banderas de la institución, que ha llegado a tener a alumnos de hasta 49 países distintos. A pesar de ello el curso anterior mantuvo el desarrollo del III Plan de Internacionalización, que recibió un incremento del 26,8% en el presupuesto del año anterior, fundamentalmente del Programa Erasmus +. En el actual, el descenso de alumnos erasmus en la UHU ha sido del 30%, “importante y doloroso”, como afirmó la rectora, María Antonia Peña, en la presentación del año académico a los medios, aunque indicó que esta bajada es inferior al de otras universidades andaluzas, donde ha llegado al 50% en algunos casos.

A la inversa, el porcentaje de alumnos de la Onubense de salida a otros países ha bajado hasta un 70%.La UHU elaboró en colaboración con los estudiantes la Guía del estudiante en confinamiento y puso en marcha tres convocatorias para préstamo de portátiles, conexiones de datos SIM y webcams para atender las carencias derivadas de la pandemia. Además, se aplazó el cobro de los recibos de matrícula de abril y mayo hasta septiembre para aliviar determinadas situaciones.

En julio además se constituyó el Fondo Social Covid-19 de la Universidad de Huelva precisamente para la atención de los estudiantes que necesiten ayudas para el pago de matrículas o acceder a medios y salvar la brecha digital. La gravedad de la situación sobrevenida supuso un gasto extra para la UHU que la rectora cifró en un millón de euros en su discurso del acto solemne de inauguración del año académico. Una partida que quebró aún más las ya maltrechas cuentas de la institución.

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