Huelva

Los agricultores creen que una campaña informativa sobre la fresa "acabaría con el ruido político"

Participantes en La Noche de los Frutos Rojos en Huelva

Participantes en La Noche de los Frutos Rojos en Huelva / Josué Correa (Huelva)

En el marco de la segunda edición de La Noche de los Frutos Rojos en Huelva, los agricultores debatieron sobre la influencia de las campañas de "desprestigio" que han rondado al sector de la fresa en los últimos meses. Primero, con el debate sobre las posibles captaciones ilegales de agua de zonas protegidas de Doñana por parte de los regantes y, después, por el intento de boicot alemán para que se dejaran de comercializar las berries en las grandes cadenas de supermercados.

Francisco Calvo, director general de la empresa DNT, aseguró que "ante estos ataques, lo mejor es anticiparse en la promoción y la defensa del producto. Hay que hacer ese trabajo de decir lo bueno que somos y además argumentarlo", apuntó.

Rafael Domínguez, gerente de Freshuelva, incidía en el ejemplo de Doñana. "Quizá no hemos sabido transmitir bien cuál es la realidad, cómo se trabaja en el sector y cuál es realmente la zona protegida de Doñana. Doñana no es todo. Debemos huir del ecologismo de salón y aprovechar la coyuntura para explicar al consumidor y a las administraciones de dentro y fuera del país que los agricultores cumplen la normativa y trabajan con estándares de calidad y respeto al medio ambiente".

Lo mismo opinaba Pedro Marín, director gerente de Interfresa, quien aseguró que "el 85% de los problemas reputacionales de la campaña de este año han venido de Madrid. Es importantísimo para el sector que estén alineadas las administraciones también en esa labor informativa y se transmita un mensaje claro y unificado de defensa del sector de los frutos rojos".

Para Guillermo Tamallo, director de negocio de Agrocolor, "el avance de los frutos rojos en Huelva es similar al de Almería y por eso mismo se les machaca. Los competidores buscan algo que venda mal para que no levantemos tanto la cabeza. Se trata de un tema de mercado. Por eso, tenemos que contárselo a quien no lo sabe, el consumidor final".

"Lo importante es que la opinión pública nos apoye", coincidía Francisco José Alfaro, presidente de Fruta de Andalucía. En este sentido, remarcó que "Las redes sociales son el día a día y las que tienen poder sobre nuestra imagen. Por eso, dijo, "la solución está en la base. Debemos crear conciencia y potenciar los valores reales que tiene la producción de berries en Huelva para que por sí sean reconocidos en la sociedad como lo que son. Que la sociedad se entere de verdad de lo que está pasando. Tenemos que hacernos fuertes en las redes. Los jóvenes juegan un papel fundamental y hay que crear una imagen positiva".

Marcos Santamaría, de Biorizon, también se mostró de acuerdo con la necesidad de "unidad, comunicación al consumidor y una marca de calidad que distinga el valor de la producción de los frutos rojos de Huelva dentro y fuera de nuestras fronteras".

En cuanto a si estas campañas de "desinformación y desprestigio" han afectado a las inversiones en el sector, José María Arroyo y Antonio García, de Tinsa, dejaban clara su postura: "Claro que afectan, ya que el inversor busca siempre tranquilidad jurídica a la hora de hacer negocio". Con todo, tranquilizaron a los asistentes dejando claro que "al final se ha quedado en ruido, porque en el fondo se mira más la economía, hacer números y ver la rentabilidad". Por contra, lamentaron que "el tema del agua sí ha hecho que se frenen las inversiones que incluso ya estaban en marcha en el último mes".

El "verdadero" impacto del boicot alemán visto desde Freshuelva

José Carlos Romero, responsable de comunicación, congresos y eventos de Freshuelva, explicó la importancia que tiene la comunicación para el sector y cómo existe una comisión de 20 personas (junto a Interfresa) que se reúne de manera constante cada martes (52 días al año). Gracias a esta comisión, en situaciones como la vivida con el supuesto boicot, se ha podido hacer un seguimiento al detalle del impacto.

"El boicot alemán ha tenido varias etapas. Tuvo una inicial con apenas repercusión, pero a raíz del conflicto político que representó ya se extendió más a la sociedad. Sin embargo, si la población alemana está por arriba de los 83 millones de personas, se estima que el impacto haya llegado al apenas 0,01 de los habitantes del país. Yo lo valoraría como un boicot débil, porque además muchas instituciones y personas se han puesto a favor de los frutos rojos. Hemos recibido llamadas de personas desde Alemania, incluso, apoyándonos, así como las grandes cadenas de supermercados".

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