¿Te agobian las decisiones diarias? ¿Cansado de repetir tu trabajo? La IA tiene la respuesta

¿Qué tipo de pantalón llevas hoy?

¿Dónde apuntas la lista de la compra?

¿En la boda iré de vestido o traje?

Multitud de preguntas nos abordan cada día. Es más, la vida es una decisión tras otra, en eso consiste. Y para tomar decisiones tenemos que emplear el intelecto, gastar energía, y esto hace que cuando llegue el final del día estemos más agotados. Vamos a ver cómo podemos mejorar esta situación.

Entendamos la IA (Inteligencia Artificial) como una herramienta más del día a día. Y como toda herramienta tiene sus “errores” y sus limitaciones. En palabras técnicas, tiene sesgos. Pero como herramienta también tiene mucho que ofrecernos, así que vamos a ver cómo nos podemos servir de sus bondades.

Lo primero es identificar aquellas tareas simples que son susceptibles de repetición. Por ejemplo, atender mail solicitando cita para nuestros servicios. Y seamos una peluquería, taller, dentista… o cualquiera de una extensa lista de profesiones podemos beneficiarnos del uso de esta herramienta. Así como, también podemos aplicarlo a tareas del ámbito doméstico, como por ejemplo la lista de la compra o elegir la camisa más acorde con el pantalón para un evento.

Una vez que hemos identificado la tarea tenemos que conocer el protocolo de activación y resolución de esa tarea. Sigamos con nuestro ejemplo: una persona nos contacta para solicitarnos una cita, miramos los huecos en la agenda, y le respondemos con las opciones libres para que escoja la que más le convenga. El cliente escoge la que aparentemente le viene bien, y tan ricamente.

¡Espera! ¡Espera! Se le ha olvidado que ese día tiene cita con la peluquería canina. Y nos contacta para cambiar la cita. Para lo cual volvemos a ejecutar el mismo protocolo: recibimos la información, buscamos un hueco y lo agendamos.

Este ejemplo es un caso muy típico de tarea repetitiva. Si analizas bien el protocolo de actuación se repite dos veces. La primera llamada donde se agenda por primera vez y la segunda donde se vuelve a cambiar. ¡Genial! Ya tenemos identificado el protocolo de actuación.

Esta aplicación de la IA para la resolución de dudas es muy frecuente en negocios digitales y físicos. Te expongo cómo lo implementaría en el negocio de una forma sencilla. Lógicamente se puede complicar mucho más para atender más canales. Pero siempre es mejor una estrategia de atención al cliente simple y eficaz a una compleja y/o de dudosa eficacia.

Lo primero sería centralizar todas las gestiones relativas a las citas mediante una web. En nuestra web, que puede ser de lo más sencilla del mundo, añadimos un botón: “agendar cita”. Tras hacer clic, un asistente de inteligencia artificial nos responderá mediante un chat las dudas correspondientes a las citas. Comunicando al visitante las fechas y horas disponibles que puede reservar.

Si alguien llamase al teléfono para pedir una cita o acudiese al establecimiento, deberíamos redirigirlos a la web. Este proceso nos puede llevar unos meses de adaptación de la clientela, pero al final nos ahorrará el tiempo de atender a los clientes para cuestiones repetitivas que no aportan valor al negocio.

Si te estás planteando sobre la brecha digital y que tus clientes no saben usar el móvil… Pues por eso comentaba antes lo de una web simple y un botón. Y sí siempre habrá alguien a quien tengamos que echarle una buena mano y será perfecto. El servicio ideal empieza cuando se interesan por él y termina cuando nos recomiendan a otro cliente.

Debemos de entender la Inteligencia Artificial como un compañero de trabajo o un amigo que nos ayuda. Sin olvidar que no es la solución al problema, si no una herramienta más que podemos utilizar. De esta forma no estaremos supeditados a ella.