El descenso a Segunda División acaecido en la temporada 2008-09 fue el causante principal de la entrada del Recreativo de Huelva a la Ley Concursal. A esa conclusión han llegado los administradores que han tutelado el proceso concursal iniciado el pasado 20 de septiembre.

Según el informe definitivo presentado por los administradores concursales del club ante el Juez de lo Mercantil y al que ha tenido acceso Huelva Información, la deuda real del Recreativo de Huelva a 20 de septiembre de 2010, fecha en la que solicitó acogerse al proceso concursal, era de 18.174.207 euros.

Dicho documento concluye, entre otras cuestiones, que la causa principal del desequilibrio económico en el que está inmersa la entidad en estos momentos es reflejo del descenso a Segunda División. Frente a esta cifra, el Decano arroja un saldo positivo de 8.303.584 euros, diferencia del pasivo y unos activos por valor de 26.477.791. Este balance aporta garantía de viabilidad al proyecto. Eso sí, siempre que sea capaz de mantener unos ingresos constantes. En condiciones normales -es decir, en la categoría actual-, el futuro recreativista no corre peligro. Resulta incluso curioso que la cifra de deuda presentada por los administradores es inferior a la que plantearon los consejeros albiazules cuando decidieron acogerse al proceso concursal.

La situación albiazul es grave, pero no es extraordinaria. Los administradores, en su informe, señalan que se encuentra dentro del contexto global del fútbol nacional. Así, en su escrito se explica que de los 42 equipos que forman la LFP sólo tres concluyeron el año 2009 con saldo positivo, mientras que el resto lo hizo con números rojos. En este sentido, la deuda global del balompié español es de 733 millones de euros, registrándose en el año 2009 (que se toma como referencia del inicio de los problemas económicos albiazules por su descenso) de 249 millones de pérdidas entre todos los equipos. Este incremento del déficit global y de pérdida de patrimonio se define en el informe como "reflejo de la situación económica española".

Los administradores insisten y sostienen la tesis con la que el club solicitó acogerse al proceso concursal. El descenso a Segunda División supuso el principal escollo que impidió la normalidad financiera en la entidad. Textualmente afirman: "A juicio de esta Administración concursal, las causas determinantes del concurso son el descenso de categoría de Primera a Segunda División A que implica una caída en los ingresos ordinarios que conlleva un desequilibrio con los costes de plantilla de un club de Primera, así como la crisis en la que se encuentra inmersa el sector futbolístico y el país en general, lo que supone unos menores ingresos publicitarios, de patrocinio o por venta o cesión de jugadores". Desde la temporada 2008 a la 2010 el descenso en ingresos de la entidad fue de un 70,7%. Una diferencia abismal entre una categoría y otra. De esta manera, la última campaña en Primera supuso generar unos 20 millones de euros, mientras que la pasada apenas se superaron los 5. Un desequilibrio de 14 millones de euros en apenas dos años que prueba el impacto de la pérdida de la categoría en cualquier equipo.

Junto a esto, los administradores destacan otros factores como la imposibilidad de obtener un aplazamiento de la deuda con Hacienda (parte de ella correspondiente a la deuda histórica) que permitiera mitigar estos problemas financieros y garantizar el correcto funcionamiento ordinario de la entidad.