La Virgen Chiquita está en Huelva

Hay un movimiento especial esta madrugada en Huelva. Cuando se va llegando a las inmediaciones del santuario, hay un trasiego de coches y personas que están a la espera del bellísimo y coqueto paso de la Virgen Chiquita. Aún es de noche y en el interior del templo, lleno de fieles, el obispo de la Diócesis, José Vilaplana, dirige el primero de los misterios del rosario que se rezará en el itinerario que llevará a la Patrona de Huelva hasta La Concepción. Las últimas palabras del prelado son un deseo de que la "Virgen de la Cinta llene los corazones de paz, alegría, esperanza y ánimo y que conceda trabajo a las familias que lo necesiten y que a los jóvenes les muestre el camino de su Hijo".

Han pasado las 07:00 y el cielo denota el primer clarear del nuevo día. Nada más salir del templo, la Virgen es recibida por el cariño y la devoción de todos los allí presentes que gritan: ¡Viva la Virgen de la Cinta! ¡Viva la Reina de Huelva!

En el momento en que el paso está a punto de salir del recinto del santuario, las campanas de las Madres Oblatas empiezan a repicar al unísono que, por vez primera, la Banda de Cornetas y Tambores Virgen de la Salud recibe a la Virgen de la Cinta.

En estos primeros metros del recorrido mariano hay ya un buen número de onubenses que se han dado cita con el propósito de acompañar a la Patrona por todo Manuel Siurot y adentrarla a la capital. También en esos primeros metros de recorrido, la comitiva se encuentra con un ingrediente esencial de este tercer domingo de agosto, día elegido para la bajada de la Virgen hasta Huelva: el coro de campanilleros, dirigido por Rafael Vélez. Y es allí donde le dedican su primera composición, lo que harán con su destreza y buen sentido en otros lugares del largo recorrido.

El paso portaba la vara de Alcaldesa Perpetua y un crespón en señal de duelo por el fallecimiento de José Peguero, quien fuera miembro de algunas juntas de gobierno de la Hermandad de la Cinta.

La comitiva iba abierta por la cruz del santuario flanqueada por dos varales. Justo detrás, los lanceros de la Banda de la Salud y un redoble de tambores realizado por integrantes de esta misma Banda. A la altura de las instalaciones de Aguas de Huelva, el alcalde, Pedro Rodríguez, acompañado por su esposa, realizaron una ofrenda floral a la Patrona.

Quizá, el recorrido por la ladera del Conquero sea el preferido por todos los fieles que se dan cita año tras año en esta bajada de La Cinta. Las primeras horas de la mañana transcurren entre la devoción y la contemplación de un bello panorama alterado en parte por el deterioro de esta bella zona de la ciudad.

Otra parada de la Virgen Chiquita fue ante el Colegio Mayor San Pablo donde se le rezó otro misterio del rosario. Cuando la comitiva está más cerca de la ciudad, sin dejar aún Manuel Siurot, se encuentra con uno de los puntos neurálgicos de este evento festivo y devocional: la parada en el Obispado. Fue lugar para el rezo de otro misterio, lo que fue dirigido por el vicario general, Baldomero Rodríguez.

El obispo, que rezó el primer misterio en el santuario, tuvo que desplazarse de inmediato hacia El Rocío con motivo de la celebración del traslado de la Divina Pastora.

Allí ante el Obispado, una vez más los campanilleros le dedicaron una pieza a la Virgen. Lo mismo hicieron los integrantes de la Banda de la Salud con coro y trompetas. A partir de ahí, la Banda de la Salud seguiría en el cortejo custodiando el paso procesional que llevaba más de dos cuadrillas de costaleros dirigidos por José Ramón Romero.

Cuando la Virgen llega a la plaza de Madame Cazenave ya está en Huelva. Es hora de recuperar fuerzas y los bares de la zona se llenan de devotos que apuran sus desayunos ya que aún queda recorrido por delante.

Las campanas de San Pedro repican cuando se aproxima la Reina de Huelva. En su plaza, le esperan representantes de la Hermandad del Descendimiento y Santo Entierro. Las petaladas hacen acto de presencia desde balcones engalanados y casi no se puede dar un paso por la calle La Fuente. El paso se para ante la casa de hermandad de La Cinta y recibe los respetos de Pasión.

A estas horas el calor ya aprieta en el centro, pero Tres de Agosto tiene sólo ojos para la Reina del Conquero que ha venido a la capital. A las puertas de las Agustinas le recibe la Hermandad de la Buena Muerte y la madre superiora, Carmen Figueroa dirige otro de los misterios del rosario.

Ya queda poco para La Concepción, donde la Madre de los onubenses regresa dos años después. Al mediodía, la céntrica parroquia está llena de fieles y la puerta flanqueada por representantes de las hermandades del Nazareno, Oración, Soledad y Purísima Concepción, las que tienen su sede canónica en ese templo. Un presbiterio diáfano era la evidencia de que ya estaba todo preparado para que la Virgen de la Cinta presida el altar mayor. Y ahí ya se encuentra hasta el 7 de septiembre, día en el que será trasladada hasta La Merced.

El hermano mayor de La Cinta, Manuel Roméu mostró su satisfacción por el desarrollo del traslado y la respuesta de los onubenses. Por su parte, el alcalde indicó que "con el acto de hoy, preludio de las fiestas que se avecinan, los onubenses nos postramos ante nuestra Patrona, la Virgen de La Cinta, Señora huelvana y esperanza del que espera. Y hoy, con más motivo, nos sentimos más cerca de Ella". Pedro Rodríguez insistió en que la devoción hacia la Virgen Chiquita del Conquero "es un valor y un sentimiento que siempre ha estado presente en nuestra forma de ser; eso se lleva dentro y resurge con más intensidad en estas fechas".

El alcalde resaltó que los onubenses "han respondido de forma masiva a este encuentro con la Virgen de la Cinta" y animó a los ciudadanos a "vivir con intensidad las fiestas que ya se avecinan, en las que la ciudad se vuelca con su Patrona durante unos días en los que la convivencia, la religiosidad y la diversión nos enseñan de qué manera los onubenses saben vivir sus tradiciones"; unas fiestas, recordó, que "son parte de nuestra historia y expresión de sentir y el fervor de los onubenses hacia la Patrona de Huelva".

La novena en honor a la Virgen Chiquita comenzará el día 28. Como acto previo a los cultos, el coro de campanilleros rendirá un homenaje a la Patrona de Huelva el próximo miércoles, justo después de la misa de las 20:00 de La Concepción.