La Unidad de Ictus atiende a 900 pacientes en su primer año
Hospital Juan Ramón Jiménez
Su estructura le permite estar en activo de manera permanente y con personal específico
Un total de 912 pacientes se han beneficiado de un ingreso en la Unidad de Ictus del Hospital Juan Ramón Jiménez durante su primer año de funcionamiento. Este dispositivo asistencial de referencia atiende desde el agosto pasado a las personas que presentan un accidente cerebrovascular en fase aguda de toda la provincia. Con esta unidad se ha mejorado la asistencia de esta patología, al acortarse los tiempos de respuesta al ictus, contribuyendo a reducir la morbilidad y las secuelas de esta patología, con un impacto directo en la mejora de la vida de estas personas. La importancia de esta unidad tiene un argumento contundente: los accidentes cerebrovasculares sin la primera causa de mortalidad en la población femenina y la segunda, en la masculina.
El que la provincia contara con una unidad de estas características era una reivindicación que venía de lejos pero que se hizo más acuciante en los últimos años. De este modo, el 1 de agosto de 2018 se puso en marcha, con la previsión de atender a 1.300 pacientes cada año.
Desde entonces se dispone de una estructura especializada atendida por un equipo de neurólogos vasculares con dedicación exclusiva a este campo de la neurología, 24 horas, los 365 días del año.
Todo ello junto al personal de Enfermería y celadores con formación específica en esta patología, ha permitido atender mejor al paciente con ictus, que representa un 60% de los ingresados en la unidad, ratificándose la prevalencia e incidencia de la enfermedad esperada, con una previsión de ingresos de unos 600 pacientes anuales.
Pero además, disponer de esta unidad dotada con 6 camas monitorizadas con la más alta tecnología multiparamétrica y guardias específicas de Neurología, también ha posibilitado que personas con otros déficits neurológicos hayan podido ser ingresadas en este dispositivo beneficiándose de una atención más especializada y con una vigilancia más estrecha de su situación clínica. Éste es el caso de la personas con accidente isquémico transitorio, que representaron un 30%, y de los stroke mimics (déficit neurológico que puede simular la patología neurovascular y al estudiarla se evidencia que tiene otro origen como epilepsia, cefalea con aura, etcétera) que alcanzaron otro 10% de los ingresos en la unidad.
En relación al pronóstico de los pacientes atendidos de ictus destaca su excelente evolución. Así, el 65% de ellos no presentan secuelas a los 3 meses tras el alta de hospitalización y, el 20%, tiene una discapacidad leve a moderada. Son unos datos extraordinarios como avalan los estándares de calidad marcados por las sociedades científicas en este campo, y que permiten el restablecimiento de la vida normalizada de los afectados en la mayoría de los casos.
En el pronóstico de esta enfermedad resulta fundamental una rápida atención, de modo que cuanto antes se llegue al hospital, más opciones hay de que el tratamiento sea eficaz. Desde la puesta en marcha de la Unidad de Ictus los tiempos hasta iniciar el tratamiento revascularizador con respecto al año anterior se han reducido en 1,5 horas, todo un éxito fruto del trabajo coordinado de todos los profesionales que participan en el protocolo de Código Ictus de Huelva.
Este protocolo incluye fundamentalmente a los servicios de urgencias y emergencias extrahospitalarios (SUAP, DCCU y EPES-061), centros de atención primaria, servicios de urgencias hospitalarias, radiodiagnóstico, rehabilitación, unidades de cuidados intensivos y los propios neurólogos de guardia. Debe reseñarse la importante labor de todos los participantes en el proceso, habiéndose ganado notablemente en concienciación de la patología, en rapidez de acción y, por ende, en eficacia y eficiencia de los tratamientos para evitar futuras secuelas.
Por otro lado, cabe destacar que un total de 106 pacientes se han podido beneficiar de una fibrinolisis intravenosa, un 10% más que en los 12 meses anteriores, en los que este tratamiento alcanzó a 96 personas. Esta terapia se administra por vía intravenosa para disolver el trombo que obstruye las arterias y solo puede realizarse durante las primeras 4,5 horas desde el inicio de la síntomas. Por ello, es importante incidir en la importancia de acudir a un centro sanitario a la mayor brevedad ante la aparición de la primera sintomatología.
También se han seguido incrementando el número de pacientes detectados que podían beneficiarse de una trombectomía mecánica, una técnica de radiología intervencionista que consiste en extraer el trombo cuando existe oclusión de un gran vaso extra o intracraneal para poder recuperar la circulación sanguínea cerebral. El número de trombectomías mecánicas realizadas han sido 64, un 23% más que en los 12 meses anteriores, en el que fueron 52. Esta técnica se realiza en el centro de referencia, el Hospital Virgen del Rocío, para todos los hospitales del nodo Sevilla-Huelva.
Para continuar avanzando en la mejora de la atención a esta patología y en la prevención de su aparición, desde la puesta en marcha de la Unidad de Ictus, el Hospital Juan Ramón Jiménez ha creado una hoja clínica específica en los sistemas de documentación electrónica del centro para una recogida de datos más detallada, que sirva de base para un posterior análisis de los factores de riesgo neurovascular que influyen en la alta tasa de patología cerebrovascular en la provincia.
Los andaluces tienen acceso al tratamiento en menos de una hora
El desarrollo del Plan Andaluz de Tele-Ictus (CATI), puesto en marcha por la Consejería de Salud y Familias, garantiza la cobertura a la totalidad de la población andaluza tras ampliarse en el pasado mes de julio, a tres millones de personas residentes en de distancia superiores a una hora respecto a hospitales con Unidad de Ictus. Desde que arrancara este plan en el mes de enero, el crecimiento de atenciones ha sido exponencial y se ha logrado atender a 120 pacientes en apenas cinco meses.
El Plan de Tele-Ictus ha contado con una aportación económica de 200.000 euros destinados al despliegue del proyecto por hospitales y centros de alta resolución (HARE), seleccionados con el objetivo de que el 99,9% de la población quede a menos de una hora de un centro donde poder administrar el tratamiento, una vez indicado por un neurólogo vascular, reduciendo esta cifra al 93,5% los que se localizan a menos de media hora.
En concreto, el sistema implantado en Andalucía es el denominado spoke and hub, que permite que el paciente que llega a un hospital remoto (HARE o comarcal) puede ser valorado por internet por un neurólogo vascular. Una vez evaluado y, gracias al sistema de radiología PACS por el que se pueden valorar las imágenes de las pruebas complementarias, ofrece un diagnóstico y decide el mejor tratamiento a seguir. “Con este modelo, pasamos de tener 10 hospitales útiles para la valoración del ictus agudo a 40 centros útiles con los 30 nuevos centros incorporados al Centro Andaluz de Tele-Ictus (CATI)”, ha señalado el consejero Jesús Aguirre.
Esta incorporación se ha realizado de forma progresiva: desde una primera fase meramente tecnológica hasta la realización de sesiones formativas sobre el reconocimiento de los síntomas, la atención en fase aguda y preparación de medicación. A su vez, se han ido incorporado los centros de alta resolución y comarcales y se ha conformado el equipo de 17 neurólogos vasculares de las distintas provincias para las guardias localizadas.
En concreto, “en el mes de enero, se realizó el pilotaje en Sevilla-Huelva. Posteriormente en febrero, se iniciaron guardias localizadas en Sevilla y Huelva y el pilotaje de Córdoba y Jaén; en marzo se incorporaron Córdoba y Jaén; en mayo se procedió a la incorporación de Cádiz y Málaga y, finalmente, en junio Almería y Granada”.
Dada esta implantación progresiva de nuevos nodos, el número de pacientes atendidos se ha incrementado de forma exponencial. En enero y febrero se atendieron 3 pacientes respectivamente; en marzo ascendieron a 28; 37 en abril y finalmente, 49 en mayo. Por lo tanto, en el período de enero a mayo de 2019 se atendieron 120 pacientes”.
Las estimaciones de la consejería son que la atención del paciente a través del CATI conllevará un ahorro a largo plazo de 19,8 millones de euros a la sanidad pública andaluza.
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