Huelva

Sirichai, el fugitivo de Luxemburgo, queda en libertad con cargos y regresa a Punta Umbría

  • El criminal más buscado del país, condenado por el asesinato de una anciana en 1999, tiene que firmar en el juzgado cada 15 días

La ficha de Siri en la web de la plataforma Enfast, antes de ser eliminada por Europol.

La ficha de Siri en la web de la plataforma Enfast, antes de ser eliminada por Europol. / H. Información

Jean-Marc Sirichai Kiesch, alias Siri, fue condenado a 20 años de prisión por asesinar a una anciana en Luxemburgo en 1999, pero se fugó en 2004 durante un permiso penitenciario. Por ello estaba entre los fugitivos más buscados de Europa y era objetivo prioritario de Europol, al constar en el listado European Most Wanted.

En la tarde del 10 de agosto pasado, fue detenido por la Policía Nacional en Punta Umbría, localidad en la que se había establecido desde 2006. Tiene familia: pareja e hijo.

El Juzgado Central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional, adonde pasó a disposición de la autoridad judicial poco después del arresto, ordenó su puesta en libertad con cargos. Como detallaron a este diario desde la Fiscalía de la Audiencia Nacional, el magistrado tomó esta decisión en base al “arraigo en España de dicha persona y al tiempo transcurrido” desde la comisión del crimen en Luxemburgo, hace ya 21 años, hasta ahora.

Según especifica a este diario la Policía Nacional, entre las medidas cautelares que decretó el instructor de la causa están la “retirada del pasaporte y la presentación ante un juzgado cada 15 días”. Una vez libre, Siri regresó a su casa de Punta Umbría.

Fue precisamente un vecino del municipio el que lo delató tras ver su foto en la web de los más buscados por la Europol. Contactó también con las fuerzas policiales de Luxemburgo a través de un correo electrónico. La Udyco Central se desplazó a Punta y, con la colaboración de la Policía Local, ubicó rápidamente a Kiesch.

El diario Luxemburger Wort precisaba que Siri cometió el crimen el 5 de enero de 1999. Acompañado por otra menor, asaltó la vivienda de una anciana de 69 años en Beaufort, en compañía de otra menor de edad. El objetivo, según el periódico, era robar a la jubilada y huir con el botín a otro país. La ataron, la golpearon con un martillo (según la Policía Nacional) y murió desangrada. Para eliminar los vestigios del crimen, la pareja decidió prender fuego a la casa de la víctima, cuyo cadáver acabó carbonizado.

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