La Guardia Civil y agentes de Medio Ambiente han llevado a cabo un servicio coordinado que les ha permitido sorprender con las manos en la masa a dos pescadores furtivos en pleno paraje natural de Marismas del Odiel, a los que relacionan como investigados con un delito contra la flora y la fauna.

La operación se inició dentro del marco de la lucha contra la caza y la pesca furtiva que realizan el Seprona y los agentes forestales, tras tener conocimiento de la presencia constante de furtivos en el espacio protegido onubense, más concretamente por la zona de la Isla de la Liebre, según ha informado la Benemérita a través de un comunicado.

Por este motivo se establecieron varios puntos fijos de vigilancia, llegando a localizar los agentes a dos personas en el interior de una pequeña embarcación adentrándose en uno de los canales.

Ocultos entre la maleza, observaron cómo los integrantes de la embarcación se acercaban a unos trasmallos instalados previamente, revisando si había algún pez atrapado. Por ello, los agentes se posicionaron en uno de los diques perimetrales del paraje a la espera de que la embarcación pasara por la zona para interceptarla e identificar a sus ocupantes.

Ya caída la noche, observaron cómo la embarcación se acercó a remo al lugar donde se encontraba los agentes, siendo interceptada procediendo a identificar a los ocupantes. Al inspeccionar la embarcación, se hallaron unos 30 kilos aproximadamente de pescado, concretamente de la especie mugil, comúnmente conocido como lisas. Además, hallaron en las inmediaciones -oculto entre la maleza- el motor de la embarcación que instantes antes habían ocultado para continuar a remo.

Al no presentar los identificados la documentación y autorizaciones pertinentes, se procedió a relacionarlos con el delito contra la flora y la fauna en calidad de investigados, puesto que el Paraje Natural Marisma de Odiel es Reserva de la Biosfera, recogido en la Red Internacional del programa MAB de la Unesco.