La Seguridad Social subasta 30 bienes para cobrar 2,3 millones de euros

La crisis asfixia a particulares y empresarios. Muchos de los que en plena tempestad han logrado mantener sus negocios a flote se las ven y se las desean para hacer frente a todos los pagos derivados de su actividad. Y cada vez son menos los que lo consiguen. La situación llega a ser tan dramática en algunos casos que las deudas pueden hacerles perder hasta sus casas o el resto de propiedades a su nombre.

Así ocurre cuando se dejan de ingresar durante un tiempo prolongado las cotizaciones a la Seguridad Social, donde se han disparado los embargos. A lo largo de poco más de un mes (aunque las subastas se concentrarán en siete días), la Seguridad Social sacará a subasta 30 bienes en la provincia por un valor total de 2,35 millones.

Desde la dirección provincial no se aportan datos comparativos con otros años, aunque sí se constata un "claro incremento". De hecho, se puntualiza que "en las actuales circunstancias prosperan en mayor medida las subastan de bienes muebles". Y eso tiene una explicación: las diligencias de este tipo de embargos se dirigen a todos los bienes que están a nombre del deudor de la Seguridad Social, para que cubran y garanticen el montante de la deuda, y "los bienes inmuebles constituyen mejores garantías también para terceros por su obligada inscripción en el Registro de la propiedad", puntualizan desde la Seguridad Social.

Entre los embargos que terminarán en subasta en los próximos días en la provincia figuran, sobre todo, viviendas (desde pisos de una superficie media de 80 metros cuadrados a viviendas unifamiliares y fincas con un amplio terreno, locales comerciales e incluso garajes. Y ante tal variedad, un amplio abanico de importes de tasación: los más baratos, un trastero en Punta Umbría por 8.000 euros, y un garaje en Bollullos por 10.022 euros; y lo más caros, un local comercial de 152 metros cuadrados de superficie situado en la Urbanización de La Joya de la capital con un coste de 349.087 euros.

Pero además, en los próximos días se intentarán adjudicar cinco vehículos: desde un Peugeot 306 (con un precio de salida de 800 euros) a un Mercedes todoterreno por 18.250 euros.

Las subastas se llevan a cabo en la sede capitalina de la Seguridad Social y en ella cada bien parte con un precio de salida (que asciende, teniendo en cuenta todos los bienes, a más de 1,4 millones) que podría incrementarse durante la celebración de la puja.

Las subastas son el último paso que impulsa la Administración. Son accesibles para cualquier persona, excepto para el personal de la Unidad de Recaudación Ejecutiva, tasadores, depositarios de los bienes y de los funcionarios directamente relacionados en el procedimiento. Para participar en ellas, hay que identificarse (con el DNI, pasaporte u otro documento identificativo) y consignar el 25% del precio de salida del bien por el que se vaya a pujar. Los interesados pueden presentar ofertas en sobre cerrado desde la convocatoria hasta el día hábil anterior a la celebración de la subasta junto a toda la información. Ya en el acto de la subasta, con carácter previo a la apertura de los sobres, la presidencia dará la oportunidad a los licitadores para que formulen de viva voz pujas superiores al 75% del tipo de tasación. De no haberlas, se comunicarán las pujas por escrito y se inicia el proceso de cotejo de que dichas pujas cumplen con las normas.

El dinero obtenido en las subastas se destina a pagar la totalidad de la deuda contraída, y en el caso de que la propiedad generase más dinero del que se adeuda, la Seguridad Social se lo remitiría al dueño y éste quedaría libre de la cantidad monetaria que adeudase. En las normas de la Tesorería de la Seguridad Social se deja claro que el dueño de la propiedad puede, en cualquier momento (incluso el mismo día de la subasta), depositar el dinero de la deuda; en ese caso, el bien se retiraría de la puja y se devolvería a su propietario.