La Sangría, una fiesta serrana muy concurrida
Los orígenes se remontan a mediados del siglo pasado El popular barrio de San Antonio acoge la celebración en torno al santo



En el calendario festivo del verano en la provincia de Huelva cobra protagonismo hoy lunes la popular Sangría de Higuera de la Sierra, una de las fiestas más entrañables de la localidad que se celebra en el barrio de San Antonio, en torno al santo, y que se ha convertido con el tiempo en un referente gastronómico para los veraneantes de toda la comarca, que se trasladan al enclave para degustar un refrescante ponche con melocotón al tiempo que le rinden culto al cuerpo bailando a ritmo de charanga, en una jornada donde no faltan los pasacalles y la cucaña.
Así, la festividad de san Antonio, que se celebra en esta localidad a mediados de agosto, en lugar del 13 de junio, "debido a que el pueblo antiguamente estaba dedicado en estas fechas a las labores agrícolas de la siega, lo que hizo que se pospusiera la fiesta", alberga además un programa de actos religiosos que comenzaron con una novena en la ermita del santo, concluyendo los ejercicios ayer domingo con una misa y una procesión de la imagen de san Antonio de Padua por las calles del barrio, acompañada por la banda municipal de música.
La vertiente lúdica de la celebración, que se desarrolla en torno a la plaza del Barrio, como se conoce popularmente a esta zona urbana, incluye un programa de actuaciones en la caseta municipal a cargo del animador Dj Rumbita; espectáculos de magia y juegos malabares así como bailes amenizados por la orquesta Formas, a las que se unirán el mismo día de la sangría el pasacalles de la charanga Los Profesionales, que desde hace varios años no falta a la cita gastronómica.
Los orígenes de la Sangría higuereña se remontan a mediados del siglo pasado, cuando varios grupos de familiares y amigos comenzaron a reunirse en la calle Larga en torno a un ponche elaborado con vino blanco, agua, azúcar y canela en rama, aderezado con frutas del tiempo, fundamentalmente melocotones, para culminar las fiestas de San Antonio y celebrar el final de las labores agrícolas de verano.
Con el tiempo, el festejo se fue haciendo extensivo a toda la población, que se trasladaba literalmente a la calle de la Sangría, con mesas sillas y las correspondientes tinajas y lebrillos llenos del preciado líquido ocupando todos los rincones del viario. Hoy, la fiesta ha trascendido, al igual que la hospitalidad de los higuereños, que han conseguido captar la atención del visitante, convirtiendo la celebración vecinal en uno de los encuentros gastronómicos más concurridos de la Sierra.
El programa festivo concluirá mañana martes por la noche, con la tradicional rifa del cerdo, que se desarrollará en la caseta municipal en un acto en el que se subastan diferentes animales, productos de la huerta, derivados del cerdo ibérico, y numerosas donaciones destinadas a recaudar fondos para la Hermandad de san Antonio, encargada de sufragar los gastos de la festividad. Como colofón de fiesta, el programa recoge el tradicional apurado de la sangría.
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