La goleada del Recre al Real Madrid (3-0) en el Velódromo en 1931, “un desquite delicioso” para los locales
Las reminiscencias futbolísticas de la primera etapa periodística como reportero deportivo de Blanqui-Azul en La Provincia, en sus crónicas sociales posteriores de Diario de Huelva
Sin importancia: De aquí y de allá

LA INTRODUCCIÓN
LA FIEBRE DEL FÚTBOL
Un fenómeno sociológico y pasional
Recién terminada la Liga española y tras vivir este fin de semana la esperada final de la Champions entre el Borussia Dortmund y el Real Madrid, que ha desatado la alegría entre los seguidores madridistas, procede presentar la interesante y pionera faceta de reportero deportivo de Blanqui-Azul.
La provincia contó en el primer tercio del siglo XX con una nutrida variedad de prensa local que abordaba el deporte, básicamente el fútbol, y varios eran los equipos que se disputaban las distintas ligas. Huelva, cuna del fútbol español, vivió este fenómeno de manera entusiasta y apasionada.Es conocida la tradición futbolística en Huelva y cómo este deporte se introdujo en España a través de la explotación de las Minas de Riotinto en el último tercio del siglo XIX por The Rio Tinto Company Limited. Al calor del ambiente creado por los británicos en torno al fútbol nació el Huelva Recreation Club en 1889, el decano del fútbol español, como bien dejan constancia Diego Becerril y Antonio La O en su Historia del Real Club Recreativo de Huelva.
Esta fiebre dio lugar a la aparición de un número importante de equipos y, a la vez, surgieron los reporteros especializados en narrar las crónicas de esos encuentros. El deporte, básicamente el fútbol (también el cricket, el ciclismo, el tenis), se convirtió en un elemento de pasión en la sociedad. Los deportes habían salido de los círculos aristocráticos para alcanzar extensas capas sociales. El primer contacto de José Ponce Bernal con el periodismo fue en el diario de la noche La Provincia. Lo hizo como reportero deportivo. El 17 de septiembre de 1917 publicaría su primera crónica utilizando el seudónimo que le haría popular: Blanqui-Azul. Los artículos sobre fútbol de Ponce Bernal fueron de los primeros que se escribieron en España sobre esta materia de manera periódica, en lógica coincidencia con lo que hemos apuntado más arriba, que fue en Huelva donde surgió el primer equipo español y rápidamente se vislumbró el fenómeno sociológico en el que, con el tiempo, se convirtió este deporte.
Aunque en 1922 dejara atrás su faceta de cronista deportivo, no haría lo mismo con su afición. En varias de sus crónicas futuras aludiría a los partidos que veía en el Velódromo los domingos por la tarde. En el que reproducimos hoy, del 20 de enero de 1931, dibujó el entusiasmo vivido por los onubenses por el partido que los del Recre regalaron a su afición, haciendo una “verdadera hombrada”, al ganar por 3-0 al mismísimo Real Madrid, que vino a Huelva a jugar con el mítico portero Zamora, una de sus más destacadas figuras.
Sin duda, en este artículo, Ponce se dejó llevar por su doble afición, la del fútbol y la de su anterior labor de reportero deportivo.
No me negarás, lector, que la decoración del tiempo ha cambiado de lleno en pocas horas; la mutación fue rápida, como rápido fue el desarreglo. Enero, el mes de la tétrica “cuesta” -¿nunca oíste hablar de “la cuesta de enero”?- ha dejado su hostilidad con nosotros, y acaso arrepentido de su proceder ha puesto en juego todo su afán reconciliador. ¿Verdad que el día del domingo y el de ayer lunes fue un desquite delicioso a los seis o siete días fríos y molestos, de máxima crudeza invernal que hemos sufrido? Delicioso ha sido el reverso de la medalla climatológica de enero; parece que vuelven a hacer su aparición en escena los días templados y claros que invitan al grato paseo soleado por las rutas alpinas del Conquero y las avenidas que afluyen al Muelle; las noches de animación por nuestra calle céntrica…
Ahuyentados los días desapacibles, la temperatura se normaliza; ha sido como la bengala de la efervescencia política que centellea brillante para apagarse pronto.
¿Notas de la segunda jornada dominical de Enero? El partido de balón, como algo que escapase a la vulgaridad rutinaria de nuestros días festivos. El fútbol onubense hizo una verdadera hombrada. En el Velódromo, ante un Real Madrid, con figura tan destacada como Zamora, consiguió subir el tanteador hasta hacer aparecer el número 3 en el lado correspondiente al team local. ¡Magnífica proeza en verdad, a la que contribuyeron los once jugadores animosos y fuertes que, con un entusiasmo grande vienen defendiendo los colores del Club decano!
Pero el segundo tanto del “choquero” Adolfo Bracero destacó con marcado relieve entre las bellas esmaltaciones del encuentro. Fue un alarde de tranquilidad y de demostración de saber lo que se lleva el muchacho entre pies. Unos regates finos, tranquilos, con el balón pegado a los tobillos para coronarlos después con el chut templado y colocadísimo que hizo desesperar una vez más al cancerbero nacional que no quiere vivir solo de recuerdos y que se empleó a fondo durante toda la liza.
En la jornada del domingo, para la afición futbolística, el goal de Bracero ha sido la pincelada más hermosa puesta en el conjunto del día festivo.
BLANQUI-AZUL
Diario de Huelva, 20-01-1931
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