La barriada de La Merced ha completado este viernes la reordenación del tráfico que el área de Movilidad y Urbanismo del Ayuntamiento de Huelva en el marco de las obras de peatonalización de dicha zona. La calle San José y el Paseo de la Independencia que este jueves quedaron pendientes de finalizar, han reabierto a la circulación estrenando nueva orientación..

A primera hora de la tarde, varios operarios realizaban trabajos de pintado en la calzada e instalación de la nueva señalización a la altura del número 6 del histórico paseo onubense. Muchos viandantes se detenían cursiosos para comprobar de primera mano cómo se cambiaba un sistema por otro, muchos de ellos sorprendidos por ser la primera vez que veían apagar y desinstalar un semáforo. 

El Paseo volvía a reabrir en torno a una hora y media más tarde, sobre las 18:30, momento en el que se congregaron los primeros vehículos que buscaban avanzar hacia la calle Puerto. También los taxis, que se encontraban desde primera hora dispuestos en el nuevo sentido en la parada al inicio de la vía se disponían para hacer los primeros servicios en la nueva dirección. 

Con la reapertura de ambas calles se ponía fin a la segunda fase de los trabajos de reordenación urbana de La Merced. Unos trabajos que comenzaron el pasado 29 de enero con la primera fase y la actuación en las calles Aragón, Jacobo del Barco, Amado Lázaro y Rui Vélez. Todas ellas completaron el cambio de señalización durante la jornada del 1 de febrero. 

Confusión y retraso en la segunda fase

Si la fase 1 se completó con normalidad en los plazos previstos, la segunda fase ha generado algo más de confusión entre los conductores y la ciudadanía en general. Los avisos publicados por el Ayuntamiento anunciaban que los cambios de sentido circulatorio concluirían durante la semana del 29 de enero al 2 de febrero, concluyéndose la primera fase el 1 de febrero y la segunda fase el día 2.

Esto generó cierto desbarajuste entre la población, ya que algunas personas entendieron que dichos cambios estarían operativos ya el mismo día 1 y 2 por la mañana y no a lo largo del día como finalmente ocurrió. Estos derivó en alguna maniobra incorrecta por parte de los conductores, especialmente durante el primero de febrero que generó algún inconveniente y malestar también en el caso de los peatones, que se mostraban confusos sobre el lugar a donde tenían que mirar antes de cruzar. 

Este 2 de febrero la situación ha vuelto a repetirse aunque en menor medida después de que los trabajos quedasen a la espera de concluirse en la tarde-noche de este jueves. 

La calle Rui Velez, la de mayor desconcierto

A pesar de los cambios, los conductores reconocen que la nueva ordenación no ha sido especialmente traumática como se podía prever cuando se anunció el proyecto. Según reconocen varios de ellos, gracias a los avisos informativos y gráficos se han podido hacer un mapa mental previamente sobre cuáles eran las nuevas direcciones o qué calle debían tomar para llegar a un punto u otro de la ciudad. "Aunque no todo lo hemos podido adelantar porque es dificil acordarse de qué calles entran en cada fase", asegura Pablo Sevilla, vecino de la calle Puerto.

Aunque es pronto para saber si las dos últimas calles abiertas generan un gran impacto en el sentido de los conductores, en las calles que fueron reabriendo paulatinamente durante la jornada del jueves se formaron algunos puntos conflictivos aunque la tónica general fue de normalidad absoluta. 

Uno de estos puntos fue la confluencia el de la calle Rui Velez con Ginés Martín donde se pudo ver en la jornada de este jueves como muchos conductores trataban aún de circular en dirección hacia paseo de la Independencia como era habitual hasta esta semana. "Es la única calle que va en sentido contrario al resto de paralelas por eso se hace tan complicado recordarlo", asegura un conductor en la calle San José. 

A partir de este fin de semana ya se podrá circular con normalidad por todas las calles afectadas y será cuestión de tiempo que peatones y conductores acaben acostumbrándose a un nuevo sentido que ha sido consensuado con diversos colectivos antes de su puesta en marcha.