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Psicología y Salud: ¿Cómo hacer amigos?

Un grupo de amigos se hacen una fotografía para el recuerdo.

Un grupo de amigos se hacen una fotografía para el recuerdo. / M. G.

Es verdad que el ser humano es sociable por naturaleza y uno de los factores que más nos protege cuando tenemos una situación difícil es el apoyo de nuestros amigos. Por eso, la famosa frase de “quien tiene un amigo tiene un tesoro”.

Aunque sea uno de estos grandes apoyos, también a veces supone una gran fuente de estrés. Por ejemplo, el hecho de cambiar de ciudad o la ruptura de alguna amistades nos llevan a volver a crear esa nueva red de amigos, algo que nos genera mucha ansiedad. El motivo es que no sabemos dónde buscar, es decir, en qué grupo empezar a sembrar esas nuevas amistades.

Hay veces que la dificultad no es porque te hayas mudado de casa o de ciudad, pues podría ser también por la falta de habilidades sociales, algo que viene dado por una timidez, por una fobia social, malas experiencias...

Puede ser que tengas amistades ya hechas, y eso hace que tengas herramientas y más capacidad para volver a hacer otros nuevas amistades, si bien en consulta he visto gente de más de 40 años a las que les genera mucha dificultad abrirse a nuevos grupos de amistades. No saben cómo entablar nuevos lazos sociales.

Cuando vienen los hijos (los que tienen), el trabajo o las tareas del hogar te sueles distanciar de las amistades por todo ese tipo de tareas. Es un gran error, sobre todo, cuando alguien empieza con una pareja y se aísla con esta pareja y abandona a sus amistades. Al romper dicha pareja, la persona se queda muy sola, dado que se ha aislado y ha perdido esas amistades o el tiempo que ha dedicado exclusivamente a la familia, hijos y pareja.

Es por ello que hacer nuevas amistades muchas veces nos supone un mundo, pues no sabemos por dónde buscar o cómo hacerlo. Sucede así si hay un cambio de ciudad, pues no solamente hay un cambio de sitio físico, sino también de cultura o del tamaño de la propia ciudad. Los intereses, el estilo de vida o la forma de ser de las personas pueden ser totalmente diferentes.

Entonces, ¿cómo podemos crear nuevas amistades? Lo que está claro es que a la puerta de nuestra casa no van a venir a buscarnos, es decir, tenemos que intentar ir buscando grupos que vayan en nuestros intereses, gustos y necesidades.

Si no te gusta el deporte no busques hacer amistades en un grupo de senderismo, si no te gusta el baile no vayas a un grupo donde se den salsa o bachata, o si te gusta la cultura tendrás que ir a grupos donde haya coloquios de libros o hablen de cine. 

Es normal que al principio, cuando vayas a hacer algunas actividades para conocer a personas nuevas, te sientas un poco forzado u obligándote a ir, pero forma parte del proceso, dado que al principio hay mucha resistencia por muchos factores.

Los factores que pueden influir en que te cueste hacer amigos están relacionados con la vergüenza, la timidez y, llevado el extremo, la fobia social.

Estas personas sufren mucho, ya que dicha emoción, como la vergüenza, hace que eviten cualquier tipo de situación social que requiera interaccionar con los demás, dado que hay un sufrimiento muy grande, por lo que evitará el establecer vínculos. No obstante, una vez que empiece a establecer esos vínculos la persona se va sintiendo cada vez más cómoda y más segura.

Las dificultades para hacer nuevas amistades suelen ser por experiencias de malos aprendizajes y relaciones con nuestros progenitores. Hay tres miedos o emociones que son las que hacen que nos cueste más trabajo hacer esas nuevas amistades y, como he dicho, vienen desde nuestra infancia.

Hay una gran sensibilidad a la seguridad, es decir, genera una serie de barreras. Para que los demás no se acerquen pueden hacerlo aislándose o teniendo relaciones muy superficiales y no abriéndose a los demás. Puede parecer que a la persona le gusta estar sola, pero hemos dicho que el ser humano es sociable por naturaleza y en realidad lo hace para no sentir ese miedo.

Otro de los miedos es el ser abandonado, es decir, puede ser que tú hayas tenido una serie de amistades también anteriormente en tu infancia o de adolescente, en las cual tuviste una pérdida o la muerte de un ser querido en tu infancia y eso resulta que tengas miedo a que crear un nuevo vínculo afectivo , con una nueva amistad, el miedo a ser abandonado.

Otro miedo es a la evaluación de tu valía respecto a los demás, es decir, cuando haces nuevas amistades sentirte que estás siendo muy aceptado y no aceptas críticas o opiniones que no estén de acuerdo contigo. Te vuelves muy sensible generándote un gran malestar ante los desacuerdos o situaciones en las que puedas quedar como equivocado.

Pero lo que está claro es que aunque hayamos tenido aprendizajes malos en la infancia o adolescencia, ya sea por nuestros progenitores o sea por situaciones traumáticas o experiencias, esto se puede aprender de nuevo y desarrollar una nueva forma de relacionarnos con los demás.

Lo ideal es que aprendas a detectar cuáles son los miedos que tienes ante esa nueva amistad o ante la posibilidad de empezar a conocer gente. Una vez detectados esos miedos se pueden trabajar con ellos y ver qué creencias hay detrás de esos fantasmas del pasado.

Hay un autor muy bueno que se llama Dale Carnigie, que escribió un libro que se llama Cómo ganar amigos e influir sobre las personas”. Aquí enseña una serie de técnicas para mejorar y entender al otro, la empatía y la escucha son fundamentales para poder generar nuevos vínculos. El mostrar interés por los demás antes que estar hablando de uno mismo todo el rato, el ser capaz de tener una escucha activa, dejar de criticar a los demás... son una serie de puntos que trabaja el autor en el libro que ayuda muchísimo a poder integrarnos de una manera más exitosa en los grupos.

Otra parte del libro habla también de qué puedes hacer para empezar a practicar la empatía, cómo saber discutir y no entrar en guerras o enfados continuamente, ser capaz de ponerte en el lugar del otro. entender su punto de vista aunque no lo compartas o hacer sentir importante a los demás. Es muy exitoso para que los demás sientan ganas de estar contigo y que les apetezca abrirse a una nueva amistad.

Aunque nos parece un mundo volver a ser amigos, todos hemos pasado alguna vez por esa situación porque te has cansado, porque tus amistades anteriores han dejado de salir, porque has cambiado de ciudad o de trabajo o has tenido hijos o por cualquier tipo de circunstancias; pero todos tenemos ganas de conocer gente. La redes sociales ayudan en este aspecto para poder hacer grupos en los cuales compartan hobbies en común. Cada vez hay más personas que buscan grupos donde ellos se sientan integrados. Como he comentado, son muy habituales los grupos de senderismo, de cursos de repostería, de meditación, yoga...

Es cierto que hoy en día hay muchas más posibilidades para poderte abrir a los demás y encontrar gente afín a ti. Y esos miedos que crees que nada más que tienes tú todo el mundo los comparte, ya que al final todos tenemos los mismos miedos. Por eso, te animo que busques tus hobbies y tus intereses y deseos para poder hacer nuevas amistades.

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