Huelva

La nueva Ley de Protección Animal elimina los animales del Belén Viviente de Beas y la Cabalgata de Higuera

  • Las hermandades coinciden en señalar que una Ley que venga “avalada por informes de veterinarios será bienvenida” pero creen que el proyecto presentado “es confuso”

  • El borrador de la norma también afecta a las romerías, en las que se podrán seguir usando caballos aunque tendrán que "controlar" el peso que soportan

Una oveja en una de las carrozas de la Cabalgata de Higuera de la Sierra.

Una oveja en una de las carrozas de la Cabalgata de Higuera de la Sierra. / Brazo Mena

El anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los Animales del Ministerio de Derechos Sociales llega rodeado de polémica, algo que suele pasar siempre que se cuestiona la relación del hombre con los animales. Entre otras cuestiones, la norma quiere regular el uso de caballos y otros équidos en las romerías y eventos feriados. De esta forma, si bien no se prohíbe su uso en estas actividades culturales, la ley presentada sí que quiere reglar el peso que podrán arrastrar o soportar durante su participación en ellas.

Además de dedicar un apartado a la presencia de animales en las romerías, el anteproyecto de Ley del Gobierno de España también pone el foco en la organización de belenes, cabalgatas y procesiones. Así, en el artículo 73 se anuncia que “se prohíbe el uso de estos animales en exposiciones de belenes, cabalgatas o procesiones, en las que se mantenga al animal de forma antinatural conforme a las características propias de su especie, o inmovilizado durante la duración del evento”.

Según esta afirmación, dos de los eventos culturales y atractivos turísticos con más solera de la provincia de Huelva como son la Cabalgata de Reyes de Higuera de la Sierra y el Belén Viviente de Beas, podrían ver cuestionada su viabilidad tal y como los conocemos hasta ahora, ya que sería raro imaginar las diferentes escenas bíblicas sin la compañía de los animales.

Sobre esta cuestión se ha pronunciado la presidenta de la Asociación Cultural y Social de la Cabalgata de Higuera, Mª Luz García, quien considera “inimaginable” la celebración de la cabalgata sin la presencia de animales “porque aquí las escenas que se representan son reales y no de fantasía, así que necesitamos contar ellos para recrearlas”. En este sentido la presidenta ha querido destacar el cuidado de los animales que participan, burros, gallinas, palomas y ovejas en su mayoría, “aunque estén vigiladas y sujetas por una persona pueden moverse, y por contra de lo que se ha dicho algunas veces nunca les damos ningún tranquilizante, están en su estado natural”.

Un burro y una vaca atados en el Belén Viviente de Beas. Un burro y una vaca atados en el Belén Viviente de Beas.

Un burro y una vaca atados en el Belén Viviente de Beas. / Alberto Domínguez

En la misma línea se ha expresado la hermana mayor de la Hermandad de Ntra. Sra. de los Clarines, Juana María Becerril, responsable de la organización del Belén Viviente de Beas. Para ella es igualmente “impensable” organizar el Belén sin animales. Becerril ha hecho hincapié en el especial cuidado que tienen con los animales, “casi más que con las personas”. De hecho, prosigue, “un mes antes de que empieza el Belén los llevamos a las instalaciones para que se vayan aclimatando al espacio y acostumbrando al cuidador, cuya única misión es estar pendiente de su bienestar, así que no entenderíamos la prohibición en caso de llegar a aprobarse la ley”.

En lo que respecta a las romerías, según se puede leer en el artículo 72 del anteproyecto de ley de protección y derechos de los animales presentado este miércoles por el Ministerio de Derechos Sociales, que se centra en regular las romerías y otros eventos feriados, "los équidos, sus híbridos, bueyes, camellos, dromedarios o cualquier otro animal que se utilicen para el tiro en este tipo de romerías y eventos no podrán arrastrar más peso del que se determine reglamentariamente".

De todos es conocido que una de las romerías más importantes del mundo se celebra en la provincia, y esa no es otra que El Rocío. Todos los años se movilizan entre 40.000 y 45.000 de estos animales, de los que en la última romería la estadística oficial señala que fallecieron nueve, en la media de la decena de los últimos años. Lo que a muchos sorprende es que se reúna a más de un millón de personas, que no haya ningún incidente grave de seguridad y que el foco se ponga en esos nueve caballos muertos.

Un carro tradicional tirado por mulos cruza el charco durante el camino de El Rocío. Un carro tradicional tirado por mulos cruza el charco durante el camino de El Rocío.

Un carro tradicional tirado por mulos cruza el charco durante el camino de El Rocío. / Alberto Domínguez

Por otro lado, los datos de El Rocío 2019 señalaron que la organización El Refugio del Burrito, en colaboración con el Ayuntamiento de Almonte y el Seprona, atendió a casi medio centenar de animales a margen de los fallecidos, de los que ocho fueron inmovilizados por su pobre condición física. Las causas más frecuentes de estas intervenciones fueron por animales geriátricos (todos tenían más de 15 años) y por heridas provocadas por serretas y arneses.

En este sentido, el presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, Santiago Padilla, recuerda que en la Romería del Rocío desde hace muchos años hay una preocupación por el bienestar de los animales, “por lo que al hecho de poner limitaciones que tengan sentido y que sean lógicas para garantizar la salud de los animales no tenemos nada que objetar, siempre que se trate de una Ley que venga avalada por informes de veterinarios será bienvenida”. El problema, prosigue Padilla, “es cuando entran en juego otros criterios como los ideológicos, dónde ya sabemos que hay discrepancia y divergencia, ya que no podemos limitar el uso de estos animales en base a unas ideas y sin tener en cuenta lo que recomienden los expertos en la materia”.

Precisamente, este periódico ha consultado la opinión de un veterinario, Gonzalo de la Corte, especializado en el cuidado de los caballos y que durante varios años ha prestado sus servicios a diferentes hermandades onubenses. Según el veterinario no tiene ningún sentido poner el foco en el peso que deben arrastrar o soportar los animales, “porque hay muchos factores que afectarían a la hora de evaluar estas cuestiones como cuántos animales van tirando, el tipo de carro, el tipo de ruedas del carro, el reparto de la carga,... en definitiva hay muchos aspectos que influyen y calcular el peso concreto que puede soportar un animal sin que afecte a su bienestar es muy complicado”.

Un grupo de caballistas en el camino a la aldea de El Rocío. Un grupo de caballistas en el camino a la aldea de El Rocío.

Un grupo de caballistas en el camino a la aldea de El Rocío. / Alberto Domínguez

Además, el veterinario considera que “el tipo de animal que vaya tirando y, sobre todo, la preparación física que tenga ese animal” son quizás aspectos más prioritarios a considerar que el peso que soporta o del que tira. De la Corte también afirma que “es más importante ser vigilantes con que los animales estén sanos y en forma, se mantengan hidratados y sin rozaduras, antes que mirar las cargas, porque por ejemplo, a simple vista dos mulos pueden parecer físicamente iguales y el hecho de que uno haya estado preparándose todo el año y el otro no es lo que marca la diferencia, algo que de un vistazo no se puede saber”.

Finalmente, el presidente de la Hermandad de La Palma del Condado, Francisco Espinosa, considera que “la Ley no está clara, lo cuenta todo de una manera muy ambigua y no hace distinción entre lo que es el peso de la monta y lo que es el tiro”. Para al palmerino, “todas estas leyes lo que nos llevan es a darnos cuenta que los que las hacen no tienen ni idea de lo que están hablando. Las diseñan sin asesoramiento de ningún tipo y todo esto me suena a demagogia y a utilizar esta ley como un caramelito para los partidos animalistas, que bajo mi punto de vista no defienden a los animales si no a sus propios intereses”.

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