La reciente polémica generada en Sevilla por la intención del Ayuntamiento y la diócesis de talar el ficus de la iglesia que se encuentra en la trianera calle de San Jerónimo devuelve el foco a un árbol de similares características de un emblemático espacio onubense. La Plaza Niña será reformada en breve. El consistorio ultima el proyecto que debe ver la luz en los próximos meses. Se trata de una profunda rehabilitación de un entorno que se encuentra en el corazón mismo de la capital onubense y que se articula sobre dos elementos: sus ficus y la locomotora.

El proyecto que está en fase de redacción es muy claro. Según ha podido saber Huelva Información, el documento fija como condición de obligado cumplimiento la salvaguarda de los ficus. En la plaza hay dos ejemplares de grandes dimensiones que garantizan una sombra constante además de darle al espacio su aspecto característico.

El alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, aseguró que “para el proyecto de la remodelación de la Plaza Niña se ha contado en todo momento con la opinión y demandas de los vecinos y vecinas de la zona, con los que ya hemos tenido varias reuniones”. El proyecto se está “perfilando”. El objetivo es “potenciar este espacio tan emblemático del centro de la ciudad con una importante mejora paisajística, ganándole espacio peatonal y estancial”. La inminente reforma de la Plaza Niña se enmarca dentro del amplio plan de rehabilitación de espacios públicos iniciados en la capital con otros hitos urbanísticos como San Pedro, La Merced, el mirador del Conquero, el entorno de Santa Fe o la peatonalización de la calle Palos.

Cruz defiende que la obra pretende “poner en valor el papel que debe jugar la Plaza Niña tanto desde el punto de vista urbanístico como del sentimiento de los onubenses”. Se trata, según el regidor onubense, de “avanzar, de embellecer Huelva y ofrecer espacios públicos de calidad que sigan dando vida a nuestra ciudad, respetando su sabor”.

Además de la conservación de los dos árboles, la reforma de la plaza Niña permitirá remozar la vieja locomotora que se encuentra en su parte superior. La antigua máquina ferroviaria se encuentra deteriorada con el paso del tiempo. Necesita un repaso de chapa y pintura para seguir ejerciendo su función como espacio de juego e icono onubense.

El Ayuntamiento quiere evitar situaciones polémicas como las vividas en Sevilla en las últimas semanas, donde la intervención judicial evitó la tala del árbol cuyas raíces estaban dañando el edificio religioso adyacente. El propio consistorio onubense se encontró en 2019 con una movilización ciudadana cuando se planteó la posibilidad de trasplantar los árboles de la Plaza Niña a un espacio diferente para ser sustituidos por otro tipo de vegetación menos agresiva para la solería y que permita compatibilizarla con otro tipo de jardinería. Entonces el proyecto quedó en suspenso y se aparcó. Ahora el plan que se encuentra ya en la última fase garantiza que los dos ficus seguirá en su lugar, la locomotora será remozada y todo el entorno será mucho habitable para los ciudadanos.