Cada día hay más patinetes eléctricos en las calles. Cada vez más en las aceras. Y también son más los que provocan incidentes con peatones y otros vehículos. Pero la indefinición jurídica sigue ahí. Falta una regulación específica para los llamados vehículos de movilidad personal (VMP), cuyo rango se ha ampliado en los últimos dos años por la popularización de toda una suerte de artefactos autónomos que han atropellado también a los ayuntamientos y su normativa de circulación. Los más avanzados, que son también los más afectados por este nuevo escenario, ya han movido ficha y han establecido ordenanzas reguladoras. En el caso de Huelva, la norma viene en camino y será canalizada a través del Plan de Movilidad que quedará redactado a primeros de año, si se cumplen los plazos previstos.

En el Ayuntamiento de Huelva se entiende que hay un problema que están sufriendo en la actualidad las capitales y grandes ciudades, donde se ha disparado el número de usuarios de estos vehículos. Fuentes municipales aseguran, de hecho, que el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, actualmente en redacción, se encargará de abordar esta regulación, ahora inexistente.

No se avanza todavía el sentido en el que se definirá el nuevo espacio legal pero, como el propio Plan, será la consultora madrileña Tema Ingeniería la que se encargue de su redacción inicial, para lo que, avanzan, se abrirá un plazo a la ciudadanía para la presentación de aportaciones, en el que los propios usuarios de patinetes y vehículos análogos tendrán mucho que decir.

Un estudio publicado en febrero pasado por la Fundación Línea Directa apunta que son los mismos usuarios los que piden que sea regulado convenientemente el uso de los VMP. Más allá de eso, el 84% entiende que sería necesaria la obtención de un carné o una formación previa, y el 96% de los encuestados pide que los patinetes salgan de las aceras.

En esa línea avanzan las normativas que se han preparado en Málaga y Sevilla, las más avanzadas en Andalucía al respecto. En ambos casos se aboga por acabar con la convivencia de patinetes eléctricos y peatones y por limitar su uso a carriles bici y calzadas, y con restricciones de velocidad. Porque en el caso de patinetes con sillín, como se ha señalado desde la DGT, sólo se contempla su uso en carretera urbana, dada su equiparación a los ciclomotores.

Barcelona, Madrid y Valencia también han avanzado mucho en la regulación de este tipo de vehículos, con medidas muy restrictivas que además están poniendo freno a las empresas de alquiler que han disparado el uso de los patinetes en las grandes ciudades.

Multas de 400 euros

Málaga y Sevilla no son ajenas y ya retiran estos vehículos de las aceras en las que estacionan sin permiso. También los usuarios, no sólo de alquiler, están en el punto de mira con multas de hasta 400 euros en caso de infracciones muy graves, como doblar la velocidad permitida.

Estas otras normativas andaluzas que se pondrán en marcha este trimestre servirán de guía a la que se prepara en Huelva, donde también se modificarán todas las ordenanzas municipales relacionadas con la circulación de vehículos en la ciudad.