El Plan de Movilidad para la capital, toda una revolución venida a menos

Hace poco más de un año y dos meses que el entonces recién nombrado concejal de Movilidad en el Ayuntamiento de Huelva, José Luis Barragán, desparramaba su optimismo anunciando un Plan de Movilidad que vendría a ser la panacea para una capital acostumbrada a padecer a diario los azotes de una circulación permanentemente colapsada: "Será una revolución en un panorama en el que hay muchas cosas que mejorar. En unos meses podrán notar el cambio los onubenses, que ganarán en calidad de vida", señalaba ilusionado, contagiando su entusiasmo a la ciudadanía onubense.

Fue entonces cuando anunciaba la puesta en marcha de tres 'vías verdes' en la que los semáforos se convertirían en estrellas de la fiesta de la descongestión del tráfico y que se referían a las líneas de conexión Avenida de Italia-Paseo de Independencia- Cristóbal Colón, Pablo Rada-Avenida de Andalucía y Federico Molina- Fuerzas Armadas- Alameda Sundheim. Las intenciones eran buenas, sí, pero a tenor de las quejas expresadas por taxistas, profesores de autoescuela y conductores de autobuses "no ha funcionado en absoluto". Es más, a pesar de que Barragán manifestaba que "tenemos el mejor centro de control semafórico de España y lo vamos a optimizar", los sectores relacionados con el tráfico hablan de un desajuste total en el funcionamiento de semáforos.

Otro de los puntos del Plan sí se ha cumplido: la elaboración de estadísticas de velocidad y densidad del tráfico para intervenir en los puntos problemáticos, aunque lo de la intervención no convence a los que padecen los atascos. En saco roto cayó también la puesta en marcha de una vía rápida de salida a las playas en las horas punta, "cambiando el ciclo del semáforo de la Plaza de Toros", decía Barragán, uno de los "más conflictivos", según Pedro Rodríguez, de Emtusa.

El Plan de Movilidad contemplaba además la creación de una línea 902, el flamante Teléfono del Tráfico, al que los ciudadanos podrían acudir para expresar sus quejas y propuestas de mejora, una iniciativa que no ha prosperado, al menos de momento. La creación de una zona con más de 4.000 aparcamientos junto al recinto ferial durante las Colombinas fue el año pasado tal vez una de los primeros puntos del Plan puesto en funcionamiento y una exitosa iniciativa que se ha vuelto a repetir este año y conserva vocación de futuro, al menos hasta la llegada del Ensanche Sur.

Si hubo algo que caracterizó la gestión del concejal Barragán en esta nueva etapa al frente de Movilidad, ésa fue su inclinación al diálogo. Sin embargo, esta singularidad también parece desinflarse con el paso del tiempo. Mientras que el año pasado las reuniones entre el concejal y los integrantes de la Mesa del Tráfico (transportistas, FOE, Emtusa, asociaciones vecinales, taxistas, autoescuelas, Policía Local y Protección Civil) eran constantes, a lo largo de este ejercicio no han vuelto a repetirse y en las últimas citas "se nos convocaba para informarnos sobre el plan de tráfico para Navidad y otras fiestas, simplemente, pero no para debatir lo mejor para la ciudad", explicó el vicepresidente de Teletaxi, Rafael Gómez.

Los cruces peligrosos siguen existiendo en Huelva, el tráfico rodado continúa circulando por la 'isla peatonal' capitalina y aún no se ha acometido la campaña de educación vial para conductores de ciclomotor, pero se han llevado a cabo cambios de sentido en calles de Isla Chica, Matadero y Huerto Paco que han contribuido a aliviar algo la situación.

Hay escépticos que no creen que, al margen de la colocación de semáforos más modernos o la eliminación del laberinto de pasos peatonales de La Placeta, el Ayuntamiento de la capital vaya a hacer mucho más y ya hablan de una revolución demasiado light, una transformación venida a menos.