Pimentel aboga por una reforma laboral y política contra la crisis

No existe una fórmula mágica, pero sí debe haber voluntad de superación y una actitud vitalista. Partiendo de esta premisa, el ex ministro de Trabajo del PP, Manuel Pimentel, esbozó ayer algunas recetas para afrontar la crisis durante la conferencia que ofreció en los desayunos de la Fundación Caja Rural del Sur sobre la situación de la economía española y la internacional. La necesidad de una reforma política y económica que incluya el control del gasto y la subida de impuestos se imponen en estos tiempos de globalización y, en el caso de España, relanzar la actividad económica con la creación de empresas.

Pimentel estructuró su disertación en tres ejes: sistema político, entramado institucional y estructura económica. En el primer punto se refirió al agotamiento del sistema político por el que España atraviesa en la actualidad que tiene su reflejo en la reforma exprés y sin referéndum de la Constitución para delimitar el déficit del Estado, aprobada con el apoyo de los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, y UPN; la abstención de los nacionalistas catalanes y vascos, CiU y PNV, y el voto en contra de otras formaciones minoritarias. Para refrendar su tesis, Pimentel recordó que es la primera vez desde que fue promulgada en el 78 que se modifica la Carta Magna y auguró que a partir de ahora se irán introduciendo más modificaciones tendentes hacia una división real de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.

El ex ministro indicó que la Constitución ha perdido su impulso y ya no tiene esa sintonía con la sociedad que encarna y espetó que "lo que valió para la España de 1978 no vale para la actual". En su opinión, el cambio tiene que afectar a los tres ejes señalados: el político, el institucional y la estructura económica, grandes temas en los que será necesario un gran consenso.

En su disertación, Pimentel se mostró partidario de "reajustar y actualizar las instituciones" e iniciar un debate en profundidad sobre el peso del sector público en la sociedad, así como seguir manteniendo el Estado de las Autonomías, pero también alcanzar un mayor equilibrio entre ellas y el Gobierno central.

Respecto al tercer eje se mostró convencido de que la situación económica española, que ha conducido a una tasa del paro del 21%, obedece a la existencia aún de instrumentos económicos del franquismo que hay que modificar. Sin embargo, apuntó que, pese a la coyuntura actual, hay una vitalidad difusa pero suficiente para afrontar el futuro, porque España es un engranaje de un mecanismo más amplio que es Europa y en su conjunto Occidente.

El ex ministro defendió la necesidad de facilitar los trámites para impulsar la actividad económica y una política de recortes que debe contar con la habilidad del gobernante para lograr que sean compartidos socialmente, pero que deben aplicarse donde hagan menos daño y respetando los pilares del Estado de Bienestar. Una política de recortes, por otra parte, que deben tener en cuenta las "características propias" de cada región, porque "donde no hay, no puede haber" y por ello "tocan políticas de ajustes, gobierne quien gobierne". Eso sí con el consenso de partidos y agentes sociales. Pimentel se mostró convencido de la necesidad que se produzca un cambio de gobierno a partir del 20-N, ya que el PSOE reprenta más de lo mismo y el PP esperanza.

Mientras, el presidente de la Caja Rural del Sur, José Luis García Palacios, criticó la demonización que en su opinión están sufriendo las entidades financiares y aseguró que muchas de ellas se están quedando o ya no tienen tesorería y calificó de maquillaje electoral la propuesta del PSOE de implantar de nuevo el impuestos sobre patrimonio .