Pablo A. López: "Casi un 70% de los padres con hijos obesos piensan que el peso de sus hijos es normal"
Alimentación
El dietista-nutricionista triguereño hace balance sobre la preocupante situación del sobrepeso y la obesidad, un problema que afecta a casi seis de cada diez onubenses
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Tenemos que aprender a comer. Esa debe ser, a tenor de las alarmantes cifras de obesidad y sobrepeso, el gran reto colectivo para las próximas décadas. Para abordarlo, figuras como la del dietista-nutricionista Pablo A. López (Trigueros, 1989) son imprescindibles en la Atención Primaria de los Sistemas Públicos de Salud. El vicedecano del Colegio de Nutricionistas de Andalucía reconoce que no hay recetas-milagro para adelgazar más allá de mantener la constancia en los hábitos saludables pero que se puede lograr, con compromiso, a cualquier edad.
En el Día Mundial de la Obesidad charlamos con él para conocer cómo podemos revertir la situación en plena etapa de encarecimiento de los precios de la cesta de la compra y frente a una oferta de ultraprocesados que amenaza con sabotear nuestro bolsillo y nuestra salud.
-Hoy es un día muy importante en el que se celebra el Día Mundial de la Obesidad, un día marcado en rojo para la concienciación colectiva acerca de un problema de salud que parece agravarse por momentos. ¿Cuál es el panorama en la provincia con respecto a esta patología?
-Los datos son preocupantes y avalan que el panorama no es alentador de aquí al año 2050. Es un problema importante porque no es solamente atañe al sobrepeso sino a todas las otras enfermedades asociadas que de alguna forma hacen aumentar el gasto sanitario y nuestro bienestar social. Es preocupante sobre todo en personas jóvenes que comienzan a tener problemas que corresponden a otras edades mucho más avanzadas como problemas de cadera, de espalda, de articulaciones, esto significa que no es solamente algo que atañe a la tensión y al colesterol lo que limita el día a día y que va a hacer que no tengan la calidad de vida que se espera.
-Con las estadísticas en la mano, la obesidad mata cada año a más personas de la que lo hace algunos tipos de cáncer, ¿qué está pasando para que personas que pueden permitirse tener una buena alimentación y que tienen información a mano y suficiente, vivan esta clase de problemas?
Bajo mi criterio ha habido un cambio en la alimentación muy importante, ahora tenemos una oferta mucho más amplia de lo que podíamos tener antes y mucho más a mano en cuanto a productos ultraprocesados, ricos en grasas y azúcares todos ellos más accesibles. A causa del mundo laboral a los niños se les dedica mucho menos tiempo que antes a preparar alimentos saludables para sus dietas, nos hemos alejado del patrón mediterráneo y de nuestras cocinas.
-Es cierto que la ausencia de conciliación laboral está íntimamente ligada al aumento de la obesidad infantil, donde solo en Andalucía hay alrededor de un 30% de niños, ¿cómo se afronta un problema como este?
Es un problema real. En Andalucía, en el año 2019, los datos de sobrepeso eran de 23,3% mientras que los de obesidad eran de un 17,3%, en total un 40,6% de los andaluces. Es un problema que va a más. Sobre ese porcentaje, el 70% de las personas tendrá obesidad en 2050.
En Huelva los datos no son mejores. Actualmente un 54,9% de los onubenses padece sobrepeso y obesidad pero además es un importante problema de percepción. El 69% de los padres y madres de niños y niñas entre 6 y 9 años diagnosticados con sobrepeso u obesidad consideran que el peso de sus hijos e hijas es normal por lo que el problema se agrava.
-Solucionar el problema de la obesidad infantil pasa entonces por lograr cambiar la percepción de los adultos
Si, el problema es que no nos enseñan a comer. Tradicionalmente comíamos poca carne o pescado porque eran alimentos más caros y acompañabamos los platos con más cantidad de patatas, verduras o legumbres que tenían más aporte calórico. Enseñar a comer es por tanto muy importante pero sobre todo hace falta inculcar que necesitamos la figura del dietista-nutricionista en nuestro Sistema de Atención Primaria. España es actualmente el único país de la Unión Europea que no cuenta con esta figura tan necesaria. Aunque algunas Comunidades sí lo tienen, Andalucía no es una de ellas.
-Estas carencias institucionales se suman a otros factores como la publicidad que directamente está fallando. ¿Por qué sigue siendo normal que empresas como Galletas Principe sigan patrocinando a la Selección Española?
Son cuestiones económicas y monetarias. La SE entiendo que necesitan una rentabilidad económica y no se fijan tanto si es un producto saludable o no. Prima el criterio económico e inmediato que el hecho de que sea saludable. Al final el mensaje que les estamos transmitiendo a los niños y jóvenes es diferente al que los propios padres o educadores le este dando con mucha más relevancia porque "se lo dicen sus ídolos". En este sentido se debería regular y legislar para no perder esa cuantía económica pero se pueda tener una publicidad saludable y más acorde.
-No solo la publicidad influye, también aspectos como la vuelta a la carestía de los alimentos de primera necesidad nos puede estar llevando a dar pasos en la dirección opuesta.
Sin duda. Comer bien vale dinero, eso es algo que tenemos claro pero para abaratar esa cesta de la compra lo que tenemos que hacer es una buena programación de lo que vamos a comer, incluyendo alimentos saludables y de temporada. Por otro lado hay que tener en cuenta algunos hábitos como no ir con hambre al supermercado y no salirse de la lista cerrada así evitamos también, además de no traer productos no saludables como las chocolatinas, el desperdicio alimentario.
-La otra cara de la moneda son los trastornos de alimentación. Parece que no tenemos término medio o vivimos por y para los ultraprocesados o nos metemos en el mundo de la obsesión por el cuerpo diez y las dietas milagro, ¿realmente hay alguna fórmula que nos permita vivir en un punto sano para nuestro cuerpo?
Para estas personas hay una distorsión importante de su realidad. En general hay que darle a la alimentación y a nuestro cuerpo una normalidad, no idealizando modelos que probablemente estén retocados. Estamos hechos para comer de todo, alimentos naturales, de temporada, por lo que manteniendo una regularidad en estos estos parámetros a lo largo del año, el cuerpo no va a permitir tener problemas de colesterol, hipertensión y otra serie de cuestiones que dañaría a nuestro organismo.
Tenemos que tener en cuenta que vivimos en una cultura en la que todo lo celebramos comiendo. No podemos obsesionarnos con ser perfectos los 365 días del año porque hay días que ocurrirán cosas que no controlamos. Es importante que al menos sigamos la regla de que 300 días al año se ajusten a lo que sería una dieta idónea mientras que los otros 65 no sean tan estrictos. Con esta proporción, una persona a final de año si tiene que perder peso será mucho menos de lo que puede esperar.
-El primer consejo que dan los atletas profesionales para una persona que exprese su deseo de comenzar a hacer deporte es, "ponte unas zapatillas y échate a la calle, no importa si es para correr 5 minutos o para andar diez". En el tema de la alimentación, ¿cuál es el primer paso para empezar a cuidarse para esas personas que han tomado la decisión pero que no saben por dónde empezar?
La clave está en ir poco a poco incorporando hábitos saludables mejores de lo que lo hacían. Si una persona que nunca toma fruta consigue tomar una o dos piezas de fruta al día ya esta consiguiendo algo. Igual pasa con las verduras o con el agua. Al contrario también, con los alimentos no saludables, las personas que comen chucherías o que beben dos litros de refresco al día, ir reduciéndolos. Aunque no se tenga una alimentación ideal ir dando pasos en la dirección correcta.
En estos casos, al igual que el ejercicio, es importante que la persona pueda sostener estos cambios en el tiempo. De nada sirve que una persona haga estos cambios un día, una semana o un mes perfecto si ya no lo va a hacer más. La clave está en que lo que vaya a hacer lo pueda sostener en el tiempo.
-¿Cualquier persona independientemente de su edad o su estado puede empezar a hacerlo o hay algún límite?
Cualquier persona puede hacerlo siempre que esté decidida a hacerlo. Esto es importante. Siempre que la persona esté dispuesta a hacer cambios en cosas que le gustan y que no se ponga ninguna excusa para ello puede comenzar.
-¿Qué opinión le merecen las dietas vegetarianas y veganas? ¿Se puede mantener una alimentación sana con ellas?
Como cualquier tipo de dieta, si no es tipo milagro, son herramientas que pueden llevarse bien. Hay que afinar más a la hora de elegir los alimentos para que no te falten nutrientes esenciales pero si esa dieta está bien diseñada y controlada no tiene porque haber ningún tipo de problema. Además de los controles periódicos las personas vegetarianas o veganas tendrán que suplementarse con vitamina B12 pero al margen de esto no puede haber ningún problema y puede ser perfectamente saludable.
-Hay incluso multitud de ejemplos de deportistas de élite que se han sumado a este tipo de dieta
Sí, y rompen el mito o la idea de que se puede competir teniendo una alimentación vegana o vegetariana con sus controles y sin ningún tipo de problema. Es más complejo porque puede haber falta de ideas a la hora de ajustar los menús pero al margen de eso no hay ningún problema.
-Su experiencia profesional está muy ligada al mundo de al mundo del deporte, trabajando para las plantillas del Recreativo y el Sporting. ¿Cómo de diferente es la alimentación para un/una deportista de alto nivel en referencia a una persona con un trabajo más sedentario?
La pirámide de la nutrición deportiva establece los escalones que deben consumir. Sobre la alimentación básica diaria es prácticamente igual que la de una persona que no compita o un deportista amateur. Si hay diferencias en cuanto a la parte específica, sobre lo que necesita un deportista antes, durante y después del ejercicio en función de sus particularidades. Aquí entra ya la suplementación, por demandas energéticas elevadas o porque no puede hacer la ingesta en un momento determinado para poder recuperar.
-Como nutricionista supongo que estará acostumbrado a ver en redes a personas que se dedican a vender soluciones milagro que son seguidas por miles de personas, incluidos menores que ponen en peligro su alimentación. ¿Qué opinión le merecen este intrusismo profesional?
Es un peligro porque, sobre todo en Instagram, hay personas con muchos seguidores que no tienen esa formación previa y dicen cosas porque les va bien o porque la han leído o escuchado. Esto les llega a miles de personas que si para ellos es un ejemplo van a seguirlo. Esto pone en riesgo la salud de mucha gente y para nosotros es un problema porque tenemos que luchar muchas veces contra este tipo de mensajes. Lo moderado no vende y llega menos. Hay un dicho que nos define muy bien: Es mucho más fácil engañar a alguien que decirle que ha sido engañado. Nos cuesta mucho más si se bombardea a la gente con mensajes falsos.
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