Muchos fueron los sucesos que acontecieron tanto en la capital como en la provincia de Huelva durante el año 97 y la llevaron, una vez más por motivos poco edificantes, hasta las primeras planas de la prensa nacional. Llegó a producirse incluso la detención de un cabecilla de la mafia calabresa en La Orden, pero uno de los sucesos más destacados lo constituyó la sucesión de agresiones sexuales cometidas por Víctor José Mojarro Cruzado, conocido como el violador del ascensor. Mojarro era un veinteañero, monitor deportivo en el Diego Lobato, cuando logró sembrar el miedo en la ciudad, sobre todo en la barriada de Isla Chica. En el momento de su detención acumulaba en su haber 19 agresiones a niñas a partir de ocho años de edad y a otras tres chicas de entre 18 y 20 años, cometidas entre los años 1996 y 1997, siempre en el portal de sus casas, hasta donde las seguía. Confesó todas las agresiones y fue condenado a 141 años.

También en la capital, en la madrugada del 4 de mayo, varias personas golpearon hasta la muerte a un hombre de 34 años a la altura de la calle Licinio de la Fuente, y ya en la provincia, en noviembre, aparecieron los cuerpos sin vida de tres hombres en Nerva. Un hombre apodado El lejía fue condenado por estos asesinatos a 68 años de prisión. Antes, en marzo, en la localidad de Minas de Riotinto, Sergio Bermejo, entonces menor de edad, mataba a sus padres, Bernardina Vázquez y Ángel Bermejo. Fue condenado a 24 años hasta que llegó la Ley del Menor, que redujo la pena a ocho años de internamiento.

A esta lista de sucesos hay que añadir, al menos, dos accidentes fortuitos que tuvieron lugar aquel año. El primero de ellos fue la explosión de la cafetería La Góndola, en La Orden, debido a una fuga de gas. Por suerte no hubo que lamentar daños personales, todo lo contrario que en el caso del desplome de la estructura de los antiguos almacenes de Nuevas Galerías sobre dos chatarreros.

La lluvia, que volvió a afectar cultivos e incluso afectó a las murallas de Niebla, continuó siendo noticia un año más. La lluvia y también el frío, que marcó el verano de 1997 como el menos cálido de los últimos 20 años. En septiembre, una tromba de agua afectó a unas 200 viviendas de la capital y a las instalaciones de Emtusa, que tuvo que prestar servicio con vehículos de Sevilla, Córdoba y Málaga.

Días antes había pasado por la capital la Vuelta Ciclista a España, lo que volvió a convertir sus calles en una fiesta deportiva. En julio los onubenses habían salido en masa para mostrar su apoyo al Recre, que se quedó a un paso de ascender a Segunda División. No lo logró, pero la magnífica temporada del Decano mereció el homenaje de la afición. El que sí alcanzó la ACB fue el Club Baloncesto Ciudad de Huelva, en un Andrés Estrada repleto.

Fue un año importante en el que se aprobó el PGOU y la construcción del Parque Moret sin edificios ni carreteras; se creó el Patronato de Desarrollo Local, la Concejalía de Medio Ambiente y después de 21 años cerrada, la iglesia de La Milagrosa abrió por fin sus puertas totalmente renovada. Además, la Victoria recibió la Medalla de Oro de la ciudad y desde ese año, el reloj de la Merced da las horas por fandangos.